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LA CORRUPCIÓN Y LA GENTE

El susto de la gente sigue igual. Al nombrarle a la corrupción, no dejan terminar una frase y te dicen: —“Aquí en el país, la corrupción es la que manda”. Según la TGC, la injusticia, es el vicio y la ignorancia, cuyos responsables son los encargados de los poderes. Esta es la parte obscura de la democracia; si miramos solamente el interés de servirnos del sistema. Nos encontramos desprotegidos ante la realidad de los hechos, actos y prácticas de la corrupción sistémica imperante.

LA CORRUPCIÓN: "MERCADEO IMPLANTADO"

Para la gran corrupción, la economía es su caldo de cultivo perfecto. En los países subdesarrollados, haciendo uso de un mercadeo implantado, sobre una supuesta necesidad, manejada hábilmente en los poderes. Según la TGC, un sistema democrático verdadero, es la mejor manera de disminuir el flagelo. Por eso, hoy nos damos cuenta, a través del cuarto poder, lo defraudado al sufrido Estado, en los distintos Ministerios y sus ex ministros, a nombre de los campesinos; esperanzados de siempre, en lograr un levante en su paupérrima situación.

CORRUPCIÓN Y DESASTRE ECOLÓGICO

Los cauces hídricos; ríos, arroyos y lagos: totalmente contaminados. Pese a contar con Ministerios con presupuesto, que deberían cuidar y enseñar todo lo referido al saneamiento ambiental; generando, inclusive, el voluntariado, como un medio de ayuda a los funcionarios públicos asignados. Creemos que es la única forma de intentar, atajar este desastre ecológico, impulsado por la corrupción sistémica, amparada en las estructuras de poder. Según la TGC, si los administradores de los poderes, no hacen cumplir la ley, con equidad y ética, existe injusticia en la población.

LA CORRUPCIÓN: CONFLICTO PERMANENTE

En estos últimos días del año, la gente está en conflicto permanente; por los cambios y subas, en los productos de primera necesidad: sumado a la poca atención con que cuentan, en esta época, los hospitales públicos. Me decía un parroquiano, en el Bañado Sur: —“Si estos imputados, peces gordos, devuelven lo defraudado, no se necesitará aumentar el costo del pasaje. Hasta los niños, en las escuelas, podrán tener sus meriendas” Según la TGC, la falta de conocimiento, de lo que es la corrupción, objetivamente, en el derecho, lleva a la población al conflicto permanente.

La política verdadera

—La política subyuga a una persona. La atrapa en sus propias necesidades, por pretender hacer algo más a favor de los otros. Esta forma de ser y existir, de a poco va quitando hasta profesionalismo a las personas, aquellas que pretenden practicar la buena política, perdiendo el deseo mismo de lo material, para pensar en la virtud y en el cómo curar las enfermedades sociales. —Y otra realidad importante: La ciudadanía pide, hoy en día, la participación activa con sus representantes. Debo ser sincero: Me doy cuenta que este pedido de los ciudadanos, fue, tal vez, el motivo para generar la explotación a través de los medios masivos de comunicación, en todo el mundo, y por supuesto, en Paraguay, para crear con esa idea los políticos comerciantes, generando el mercantilismo político. La política de la conveniencia. La política falsa.

La democracia

En la democracia, según la doctrina curacionista, que tratamos de explicar en el Movimiento Nación Grande, partimos, en la carrera política, como seres humanos; formando familias, sin que nadie esté por su partido político o por cualquier privilegio, que le permita atribuirse como los únicos capaces. Todos somos iguales y tenemos el mismo derecho, de participar para la elección de autoridades, en la carrera política nacional. Me gusta la perseverancia para conseguir un objetivo, igual que en la práctica del atletismo. Recién en la carrera, tenemos el valor de hacer realidad el convencimiento para mejorar la sociedad.

La corrupción peligrando la seguridad

Como elemento imprescindible, de toda sociedad civilizada, la corrupción está permanentemente: Apeligrando la seguridad de una democracia representativa, cuando los encargados de los poderes, no respetan el Estado de derecho. Según la TGC, la democracia con un Estado de derecho, bien interpretado, puede disminuir paulatinamente la corrupción. Hemos crecido en una democracia bananera, al servicio de la corrupción sistémica, sin límite, entregando todos nuestros recursos naturales y expoliando a nuestros hermanos indígenas.

La corrupción y el ocultamiento

Un sistema económico, manejado por la corrupción sistémica, mantenido por la ocultación, puede, a través de la percepción, hacer creer frases como: “El país más corrupto de Sudamérica”. Según la TGC, el poder es una entidad, naturalmente corrupta, que utiliza a la ignorancia como ocultación del sistema. Esta realidad nos obliga a todos los paraguayos, a conocer la corrupción para tratar de disminuirla. Ya se ha demostrado, con meridiana claridad, que la misma, obstruye el progreso, de las naciones y perjudica a los más necesitados; justamente, de esos bienes públicos, utilizados a favor de la corrupción sistémica.

Corrupción y negligencia

En nuestro país, suele ser costumbre, de la gente que está encargada del manejo, de una industria, el querer solucionar todo, con la implementación del término “negligencia”; ante la ocurrencia de los hechos y perjuicios. Casi nunca se admite o reconoce la corrupción. La TGC* explica los dos tipos de corrupción, los cuales deben ser entendidos, suficientemente, desde el punto de vista jurídico, a fin de poder separar—  y no seguir confundiendo— los delitos comunes, con aquellos hechos, actos y prácticas de corrupción. Éstos se enmarcan siempre dentro de un sistema completo de poder, por eso son parte dinámica de la denominada, corrupción sistémica.

La corrupción y la institucionalidad

La corrupción es un sistema con viso de legalidad, a la vista de la ciudadanía, ya que se plasma en una  ley o “acuerdo”, de cumplimiento obligatorio para todos los ciudadanos. Careciendo la ciudadanía de medios, eficaces para rechazarla, cuando se desconoce la interpretación objetiva del derecho. Según la TGC, esta lucha se recomienda en un Estado de derecho, democrático y verdadero; ya que, si no se respeta la Carta Magna y se acomodan sus artículos, según la conveniencia política o económica, la consecuencia es la injusticia directa.

Todo es posible en Paraguay

Aquí en el Paraguay todo es posible; hasta ver “helada” en pleno verano. Lo cierto, es que siempre existe un motivo de sorpresa; que, por cierto, nunca sorprende mucho al paraguayo. Razón de ser, también de los guaraníes. Sin pretender alargar mucho, a mis conciudadanos puedo decir, que constantemente somos visitados por verdaderos vendedores de baratijas, con recetas internacionales enlatadas; a quienes estamos obligados a escuchar, impávidos en las centrales obreras, en las asociaciones y  en otras instituciones del país.

La corrupción y la vida futbolera

Todo principio de ciencia, debe ser demostrable de manera práctica, en la realidad. De lo contrario, dejaría de serlo;  perdería su utilidad, como solución de un desconocimiento humano. Según la TGC (Teoría General de la Corrupción), la fórmula de la corrupción es: poder sobre ignorancia. Esto se aplica tanto en Paraguay, como en cualquier parte del mundo. Caminando, allá en el Bañado sur, entre basura y agua nauseabunda, un parroquiano, con una sonrisa maliciosa, me realizó una inesperada pregunta:

La corrupción y la percepción

La idea de la percepción, sobre los hechos, actos y prácticas de la corrupción sistémica, en los distintos estamentos gubernamentales, cada día va aumentando la duda; si verdaderamente hay interés a favor del “bien común” o sencillamente, la manipulación de la percepción del sentimiento, se está imponiendo ante la opinión pública. Según la TGC, la percepción, dentro de un país, no puede ser considerada como indicador objetivo, para determinar la graduación de un fenómeno; por la forma subjetiva en que se obtienen las respuestas.

"La corrupción va acomodándose"

Cuesta creer, a cualquier ser humano, la adaptabilidad, en toda sociedad, de la corrupción sistémica; cuyo resultado es recaudar en perjuicio del Estado, “en cualquier sistema político; va adaptándose al grado cultural y social. Según la TGC, este principio de ciencia es universal y transversal, a muchas otras disciplinas: motivo por el cual no es fácil disminuir el flagelo, sin estudiarlo suficientemente.

La corrupción y la oculta finalidad

Si la finalidad de la corrupción sistémica, es la ocultación, presentándose como: actos, hechos y prácticas de carácter oficial. Manipulando, la norma, ya sea, en la interpretación o en la aplicación, a fin de conseguir sus fines, en perjuicio del Estado. Esta situación, hace muy difícil su identificación, antes de la consumación en sociedad. Según la TGC, en todos los sistemas políticos de gobierno, existen normas de derecho, cuyo cumplimiento es obligatorio, sin distinción alguna. La democracia participativa, en libertad de ideas y de acción, hace posible, en un Estado de derecho, que todos los paraguayos busquemos superar la corrupción sistémica. No aceptando interpretaciones de artículos constitucionales, cuyo cumplimiento es obligatorio: Así como el artículo 143,

La corrupción y los recursos

La corrupción es la sombra de todo progreso, en los países subdesarrollados; por el abuso que se comete con los recursos, obtenidos o por obtener de la sociedad. Manejado por la corrupción sistémica, en los poderes, cuyos representantes, para justificar alegan “errores” en la función pública, demostrando total prevaricato; esto sí es castigado por la ley penal del país. Según la TGC, el respeto a la Constitución y la buena aplicación de la ley, puede ir disminuyendo paulatinamente la ignorancia y la corrupción; acaecida por la oscuridad en los sistemas del poder público.

La corrupción y la tentación oportunista

Si la corrupción fuera un estado personal, subjetivo;  la tentación oportunista, sería la culpable de los hechos, actos y prácticas de la corrupción sistémica. Se ha demostrado que en la corrupción intra ley, tiene primacía el objeto u objetivo, más que el sujeto, que lo implemente o lleve a cabo. Según la TGC, existen dos tipos de corrupción: “contra ley”  e “intraley”. Que tienen como diferencia fundamental, la sistematización en ésta, y la individualización en aquella.

La corrupción y la imprevisión

La falta de sentimiento real, a favor de la cosa pública, o la ignorancia, conduce a la imprevisión, tan común en el país; lo cual se termina pagando, el doble o el triple de lo que cuesta. Consecuencia de la carencia de claridad en la proyección al desarrollo. Según la TGC, si los poderes constitucionales, no controlan, el pueblo será presa fácil de la corrupción. Nuestro país es una cantera expuesta a la imprevisión, por la ignorancia y la ocultación en el manejo de la cosa pública, a cada segundo, que al final causa desinterés total.

La corrupción: "Acto jurídico"

“Siempre suelo decir—me decía un parroquiano en el Bañado Sur—que la corrupción es la sombra de la sociedad, en todo momento”. Meditando esta realidad, tal vez tenga razón: Ya que los actos jurídicos, nulos de nulidad absoluta, se presentan como ciertos; aceptados voluntariamente, para ser impuestos a todo un pueblo. Según la TGC, los actos, hechos y prácticas forman parte de la gran corrupción, intra ley .

La corrupción y la seguridad interna

Muchos consideran, que la seguridad interna se logra amentando personales uniformados, o construyendo nuevas cárceles: la verdadera seguridad interna se consigue bajando la corrupción. Según la TGC, la corrupción no tiene raza, nación, ni partido político y está en el mundo entero. Al tener esta idea nos damos cuenta, de su expansión y de cómo Latinoamérica viene siendo considerada, proporcionalmente como la “región más corrupta”.

La corrupción y el imperio del derecho

Indudablemente, a cualquier jurista le será difícil hablar del imperio del derecho; en el mundo actual, de caos y globalización, movido por las reglas mezquinas de la economía. Según la TGC, la corrupción es madre del poder y del derecho. Así se forma una pirámide perfecta de corrupción, poder e ignorancia; en cualquier parte del mundo civilizado.

La corrupción y la crítica social

La democracia, en libertad, nos permite tratar de hacer y recibir la “crítica social”; único medio para aprender y razonar, buscando la superación. Según la TGC, el diálogo y la crítica facilitan a la población, la disminución de la ignorancia y la corrupción. Paraguay, un país mediterráneo aferrado a la “tradición”, sin mucha necesidad de evolucionar. Con una política sin mayores exigencias: fácilmente se confunde al pueblo, sobre la importancia de buscar la verdad y la equidad para progresar.

Corrupción y obras paralizadas

Cada cinco años aparecen nuevos hitos de la corrupción, en nuestro país, con obras paralizadas, producto de realizaciones pasajeras. Sin respeto de un estudio serio, ante la opinión pública; que debió estar acorde a nuestra economía y disponibilidades; de acuerdo a la realidad objetiva. Según la TGC, todos los funcionarios públicos son responsables, como lo establece el artículo 106 de la Constitución. Sobre el perjuicio ocasionado, por las obras sin terminarse.

La corrupción, "pulpo gigante".

Nada más justo, tal vez, que la denominación dada por una persona ilustrada, sobre la cuestión de la corrupción. “Pulpo gigante”, que en América Latina, los vivimos y conocemos día a día, tanto en la política, como en cualquier menester; por la transversalidad de este principio de ciencia. Alguien que ha experimentado de manera personal, la llama de “pulpo gigante”, cuyos tentáculos se alimentan diariamente de los más necesitados. Según el Juez Garzón, este pulpo nunca se llena ni contenta; y se debe tratar de controlar y disminuir, superando la ignorancia en la obscuridad.

La doctrina de la curación social

La política En la doctrina nacional curacionista, decimos, que la política debe tener como finalidad principal la curación social. —El poder: es un medio para ir disminuyendo progresivamente la ignorancia y la ocultación, que son el caballito de la corrupción. ¿Cuál es el camino elegido como movimiento, por la doctrina, por el ciudadano común para llegar a practicar la curación social en el Paraguay? —Ese camino es la democracia, que se mueve por la fe y la voluntad de acción.

Corrupción y Miedo

Es humano tener miedo, sobre lo inesperado y lo desconocido en la vida. Esta realidad es muy bien utilizada en la corrupción sistémica, dentro de cualquier esquema político: Cuyo resultado es recaudar del erario público, sirviéndose de las influencias, para generar miedo, ya sea por desconocimiento, o por beneficio de la confianza depositada en su persona, como representante del pueblo. Según la TGC, el papel del “cuarto poder”, consiste en hacer posible la democracia, disminuyendo la ignorancia y la oscuridad, productores naturales del miedo en la población.

Corrupción y Estado social

Un Estado social de derecho constitucional, respetuoso de la libertad, tanto de acción como de pensamiento, va uniendo cada día más a la gente, para buscar la democracia verdadera, que llevará al progreso del Paraguay. Según la TGC, el sistema democrático, con libertad y justicia, puede disminuir progresivamente la ignorancia y la corrupción. Esta realidad se nos presenta, diariamente, a través de la prensa, que viene desnudando, el accionar de nuestros actores políticos, responsables directos de los perjuicios, cometidos a la administración del Estado. Cuyos montos son siderales y multimillonarios,

"La corrupción en lo privado"

La corrupción en sentido genérico, existe tanto en lo público como en lo privado; en todo el mundo, sin distinción de raza, nación, religión, ideología o partido político. Por eso su conocimiento es transversal a muchas ciencias, imposibilitando, principalmente al Derecho, penalizar correctamente los hechos, si es que no se determina con claridad, los dos tipos de corrupción: La contraley (pequeña corrupción) y la intraley (gran corrupción). Esto es lo que se ha desarrollado, en la primera Teoría General de la corrupción, por este autor. Porque en esa distinción, radicará, hoy y en el futuro, la objetividad que hasta el día de la fecha, carecen las investigaciones, mediciones y estrategias, políticas y jurídicas, contra la corrupción.

La corrupción y los fondos públicos

La particularidad de la corrupción, es que, si se encuentra instalada como sistema, se constituye en el dueño absoluto de los fondos públicos; cuando la política y los políticos caen en la ignorancia, en el desempeño de sus funciones. Según la TGC, al conocer los valores, tanto de la ignorancia como del poder, en el sistema, se puede lograr bajar la corrupción sistémica. A la corrupción, hasta hoy, muchos la consideran en forma subjetiva; como la responsabilidad directa de una persona: en los hechos, actos y prácticas en sociedad.

La corrupción y las licitaciones

Muchos funcionarios públicos, consideran que al decir “se aceptó a través de licitación la presente obra pública”, ya no se pueden discutir ni cuestionar, tales obras comprometidas. Según la TGC, si estas licitaciones no se controlan objetivamente, hasta su entrega, el resultado casi siempre es: puro maquillaje, en perjuicio de los más necesitados de los servicios públicos, ya sea en educación, salud, seguridad, y otros menesteres.

La corrupción y los especialistas

En nuestro país, este principio de ciencia, la corrupción; nos trae como noticia, a través de la prensa: Que se cuentan con especialistas, en cada grado o estadio, necesario para conseguir sus objetivos en las diversas instituciones públicas. “Tamaña afirmación, da miedo”. Me decía un poblador de Viñas Cué.  “Efectivamente”—Le contesté.

La corrupción y la obscuridad

Si hablamos de contrabando, estamos ante una corrupción contra ley ; cuya acción es fácilmente visualizada por la sociedad. Pero al decir “ intra ley ”, nos estamos refiriendo a la gran corrupción sistémica, cometida en la obscuridad del sistema de poder, conformado por los tres poderes del Estado. Según la TGC, si no sabemos cómo funciona la corrupción, difícilmente podremos disminuirla; esta regla, se aplica a nivel mundial.

La corrupción y la desesperación

“Al tener la verdad sobre la corrupción…”—me decían unos vecinos del Alto Paraná—“…Nos desesperamos, ante tanto robo, realizado a través de la corrupción sistémica, en nombre de la necesidad; organizada en perjuicio de los más necesitados de los servicios públicos”. A esto, los funcionarios públicos, responden como loros amaestrados: “Hemos realizado todo de manera transparente”. Según la TGC, si las instituciones encargadas de realizar o supervisar las obras, no lo hacen con alta objetividad; caerán fácilmente en igual corrupción, de la que hoy está denunciando, el actual gobierno: Publicando a cuanto asciende lo defraudado al pueblo; en detrimento de las zonas más carenciadas del país.

La corrupción y la impunidad

Considerar a la impunidad, como el origen de la corrupción: “Es como pretender colocar la carreta delante de los bueyes”. Y  nosotros ya no estamos para callar una realidad, en el sistema democrático y representativo; con libertad de ideas y de acción, que últimamente, está caracterizando a nuestro país y sus ciudadanos. Más deseosos de clarificar y entender cada expresión de la prensa; único capaz de enseñar en la República, como “cuarto poder”, informando las verdades.

La corrupción y el derecho constitucional

Lo que este blog curacionista , ha venido explicando, es la existencia de una Teoría General de la Corrupción. Lo que constituye, un principio de ciencia, que necesita ser comprendido, para poder disminuir, concretamente, el flagelo: No seguir considerándolo, como un problema ético-subjetivo. Esto se aplica tanto a las posibles imputaciones; a los acusados por actos, hechos o prácticas de corrupción; así como a la acción política con una doctrina anticorrupción, en sentido transversal.

La corrupción "entre cuates"

Si nuestra democracia, participativa y constitucional; con libertad de ideas y acción: Sigue la simulación “transparente”, a nivel de “entre cuates”, dejando de lado el derecho y su buena aplicación, en el desarrollo de los poderes, seguiremos ahogados en la corrupción del país. Nos gusta, “entre nos”, decir y aplicar lo contrario al bien común; para tratar de beneficiar a los amigos y parientes, desde nuestro puesto de trabajo. Para demostrar poder, sin importar la función pública.

La corrupción y la presión ciudadana

El Paraguay está considerado como “el más corrupto de Latinoamérica”, con razón, o, tal vez, movido por algunos intereses económicos. Un país, al cual, por medio de ese mote, se le puede ir quitando réditos y beneficios, a favor de los que manejan la corrupción sistémica global. Y de rebote,  algunos que otros beneficios adicionales para sus consultores, amigos y familiares en el país, por medio de las instituciones del Estado.

La corrupción: "Hongo de agua dulce"

Me decía un parroquiano, en el Bañado Sur: —“Pe IPS, es un hongo de agua dulce; acumula mucha agua, pero que no sirve para tomar” ¿Cómo se explica eso amigo? —“Sencillo. Se suele decir que el agua dulce, es buena y saludable para beber”

La corrupción de primera mano

Parecería imposible, la dualidad entre corrupción y derecho, pues ambos son elementos de toda sociedad desarrollada, o en camino de serla. Ambos están unidos, como siameses en el vientre de la madre “Estado”. Hay una fuerte corriente, que pretende relativizar el derecho, en beneficio de los que cometen corrupción, en toda sociedad, al querer aplicar, en las instituciones públicas, los llamados “Códigos de Ética”.

Corrupción y presión ilegal

La administración de justicia de un país, no puede alegar presión ilegal, por parte de ciertos funcionarios públicos, con el fin de liberar un cargamento de rollos, incautados en procedimiento, que dejó al descubierto la flagrante comisión de un delito ambiental. La acción de un intendente municipal, acompañado de una turba, con la intención de liberar el cargamento de la fiscalía, constituye una clara obstrucción a la justicia. En un caso, donde hubo una evidente tala indiscriminada de bosques.

La corrupción y San Pedro

Este siglo 21 es de grandes verdades en “San Pedro”. Gracias a un hijo de América Latina: Un lugar donde la corrupción sistémica, siempre fue el adorno de los mandatarios de turno, con hábitos de católico empedernido. Según la TGC , este principio de ciencia no tiene raza, nación, ideología o religión. Todo, a través de la ignorancia, se utiliza para sacar un resultado económico, en perjuicio de los más necesitados.

*Banco de votos

(Cuento breve, extraído del libro "La ignorancia y la corrupción". Asunción, 2000) Sentadas, unas diez personas; fumando…casi todas. Un gordo, petiso…pelo largo, hablaba desmedidamente de la Democracia. De sus buenos principios. Casi ni menciona los defectos. Salvo, para mejorar la institución. Alguien pregunta sobre el “banco”:

La corrupción oficializada

El equivalente, a más de un cuarto de la deuda pública nacional, prácticamente se ha esfumado de las arcas del Estado. La denuncia, fue oficializada por el gobierno actual. En su mayor parte, pueden ser configurados como actos, hechos y prácticas de corrupción, en el marco del sistema estatal del país. Seiscientos millones de dólares, gastados, sin justificar; con las referencias de quienes son los responsables.

La corrupción y la igualdad ante la ley

No debe existir mayor preocupación, para cualquier humano, que la igualdad ante la ley. Según la TGC , si un país no trata de respetar este principio, a través del derecho, cae en corrupción sistémica. Esta realidad, en el comportamiento de algunos representantes del pueblo, nos está demostrando, la dificultad con que se enfrenta la cultura democrática del país.

La corrupción, irreversible e irrenunciable

La corrupción es un elemento irreversible e irrenunciable, de la vida del ser humano, nos guste o no. Lo cierto del caso es que esta realidad, siempre en la política de un país, marca el desarrollo cultural, ya que de ella depende el progreso general de un Estado. Según la TGC , el poder es naturalmente corrupto: Esto necesita siempre de la verdad y la democracia, para ser comprendido.

La corrupción y la camandulería

Me decía un parroquiano, allá en el monte paranaense, a orillas del río del mismo nombre: — ¿Vos crees que al senador lo van a desaforar? Tal vez—Le contesté—La democracia está mejorando en nuestro país, gracias a la prensa. —Nosotros, los que vivimos en estos lugares, pensamos que es una sencilla forma de entretener a la opinión pública, con camandulería.

*La corrupción y la longevidad

A quien se pregunte cuántos años desearía vivir, más de alguno contestaría que como “Matusalén”. Pero la cuestión está en manos de Dios. La longevidad es privilegiada en su justa medida por los orientales, quienes respetan y rinden culto a sus progenitores, ancestros y ancianos en general.

La corrupción y la verdad

Indudablemente la verdad constituye, para toda sociedad medianamente capaz, el principio para buscar la armonía y el bienestar de todos sus componentes. Siempre, la Justicia , es la encargada, a través de los funcionarios públicos, de mantener y mejorar el respeto entre los habitantes. Éstos, cada día más exigentes, en razón de la facilidad con que un empleado del Estado puede caer en corrupción, al no cumplir y hacer cumplir la ley con equidad y verdad, en su proceder.

La corrupción y la seriedad

Me decía, allá en el bañado Sur de mi país, donde la suerte cambia a la gente, o la corrupción la esclaviza: —“La seriedad se busca a costa del Estado, paganini”. Me pareció algo ideológico, medio fanático; pero le pregunté, porqué lo decía. —Sencillo: todos los emprendimientos se hacen a nombre del Estado. Como nos gustaría que esa seriedad llegase también al Bañado. Mire a los ganaderos, que aplican la alianza público-privada, a la perfección. El Estado

*La corrupción y el político

El político es el hombre de las cuestiones de Estado. El encargado de combatir la ignorancia y la corrupción. Es decir, dedica el tiempo completo a tal actividad. Se sirve de sus experiencias para solucionar los problemas nacionales e internacionales.

Corrupción y razones políticas

En Latinoamérica es común confundir, principios jurídicos con razones políticas. A causa de la corrupción sistémica, que ahoga a todos los países; y por la falta de civilidad del sufrido pueblo, carente de dirigentes dedicados a la verdadera política. La política, es el instrumento para manejar el poder, según la TGC , cuyo objetivo principal, debe ser dar la oportunidad de un mejor vivir, a todos los seres humanos de la tierra.

La corrupción y el deporte

El deporte justamente se organiza y sistematiza, para mantener un poder corrupto, al servicio de unos pocos. Para la TGC , solo la verdadera democracia, con libertad de acción y pensamiento con un Estado de derecho, puede disminuir con la corrupción sistémica en un país. Es innegable la necesidad del deporte, para la formación del ser humano, hoy y siempre, en cualquier sociedad.

Los ministerios y la corrupción

Hasta hoy, cuesta a muchos comprender: Que las instituciones no tienen ninguna responsabilidad en la corrupción sistémica. La tienen sus funcionarios públicos, según su grado de participación en el sistema, dentro de una estructura de poder. Según la TGC , la responsabilidad, debe ser investigada de arriba para abajo; no como actualmente se investiga, de abajo para arriba. Imputándose toda la culpa y responsabilidad, a los ejecutores, sin ser molestados los verdaderos autores.

*Paraguay, su geografía y la corrupción

*Del libro "La ignorancia y la corrupción: el origen de un sistema". Asunción, 2008. Es importante establecer la ubicación de nuestro país en el mundo, y la de los pueblos asentados en su territorio, para determinar  con precisión el origen de los dos males, la ignorancia y la corrupción, en cada uno de ellos. Aquí en Paraguay, parecería que la corrupción y la delincuencia han recrudecido. Sin embargo, la realidad muestra que estos males simplemente se acomodan al medio en que se incuban y toman diferente cariz sea en el régimen o sistema de gobierno que fuere.

Corrupción y nulidades

Nada sería más difícil de entender, comprender y combatir, para la gente de un país, que la corrupción sistémica, cuyo caballito es la ignorancia: por el proceder en la obscuridad, dentro de un sistema político. Allí no importa la corriente ideológica que se profese. Lo cierto es que siempre, tiene como resultado un perjuicio  sobre servicios públicos, a favor de los más desprotegidos: salud, educación y seguridad.

El Estado y la Corrupción

El Estado: “Es el conjunto de los tres poderes que hace posible la convivencia en Derecho de cada nación, en democracia o en dictadura”. Resaltamos que en un Estado no democrático también suele necesitarse de la división en tres poderes para conformar un Gobierno. Los tres poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, deben tener un control recíproco y armónico. Ahora bien, aquí en nuestro ambiente político, siempre hubo la tendencia emanada de la misma Constitución, de otorgar a uno de los poderes mayor preeminencia sobre los dos restantes [1] . Y lo único que se ha conseguido es hacer más dificultosa la claridad y transparencia en el manejo de la cosa pública. La ignorancia se manifiesta en el Estado cuando ninguno de los Poderes se esfuerza por  cumplir a cabalidad con los objetivos propuestos, o alguno de ellos intenta avasallar a los otros.  Éste es el buen arte de los peligrosos, para ejercitar sus conocimientos.

La familia y la corrupción

Sabemos que desconocimiento es sinónimo de ignorancia; y que ésta engendra a los ignorantes: sus descendientes directos. Constituyen, como hemos visto, servidores  de la corrupción, que para existir, básicamente necesita sólo de dos componentes: el corrupto y el corruptor. También existe una perfecta relación entre ambas figuras confundidas en un sistema perfeccionado a lo largo de toda nuestra historia, como también quedó demostrado anteriormente. Para comprender mejor la magnitud de la ignorancia y la corrupción en el mundo de los humanos, nos abocaremos seguidamente en el análisis de las consecuencias y repercusiones de éstos flagelos en la más primitiva unidad social: la familia.

Sugerencia: La corrupción

Si el sistema colegiado, no respeta la democracia y el Estado de derecho, fácilmente, todas las sugerencias de los encargados del ejecutivo, caen bajo la corrupción sistémica: Que no es otra cosa, sino la injusticia, en perjuicio de la democracia. Según la TGC , la ignorancia es el elemento central de todo sistema corrupto; por la obscuridad que crea, ante una realidad social.

La higiene y la corrupción

Paraguay, tal vez, sea la prueba más fácil para entender, que de la higiene depende la salud, de toda la población de un país. Lo importante para todos, es comprender, cómo la corrupción sistémica utiliza, a la población, explotando la ignorancia, para degradar el medio ambiente: contaminando cursos de agua; envenenando a través de sembradíos, de soja y arroz, a las poblaciones colindantes.

El Poder Judicial y la Corrupción

“Dar a cada uno lo suyo” Esta debe ser la definición clásica más exacta para determinar los objetivos del Poder Judicial. Poder único capaz de proteger y sanear la sociedad civilizada…En la eventualidad, por supuesto, de que sus miembros y representantes fuesen capaces de aplicar, cumplir y hacer cumplir las leyes para el bien del pueblo en general.

Los créditos y la corrupción

La maquinaria de la gran corrupción sistémica, se prepara y perfecciona, a través de los créditos, a nombre del pueblo paraguayo. Según la TGC esta corrupción, utiliza a los tres poderes del Estado, en la ignorancia, utilizando la ocultación; pero, con resultados a la vista: escuelas mal construidas e inservibles; hospitales sin medicamentos ni instrumentos necesarios para salvar vidas; rutas mal hechas, o que solo figuran en los planos y proyectos de asesoría. Todo es pagado por el Estado. Pero los más perjudicados, finalmente son los más necesitados de estos servicios públicos. Hasta hoy, los créditos realizados para el "desarrollo", no pueden ser devueltos, por el mal uso que se les ha dado. Sin cumplir con las promesas electorales de los politiqueros. Hoy tenemos  el relevamiento de estos créditos incumplidos, en todos los poderes, con nombre y apellido, gracias al cuarto poder: preocupado de dar saneamiento a la democracia, representativa, que está comprometiendo a

Buen gobierno, o corrupción

La fe es la moneda de cambio más usada, en la economía; pero aplicada a la disminución de la corrupción sistémica, sencillamente, es una demagogia; de no existir un “buen gobierno”. Si para obtener una ley, se está violentando el Estado de derecho constitucional, qué nos espera en la realidad de su aplicación. Como ya ha ocurrido con las leyes referidas a la protección ambiental.

El riesgo propio: La corrupción

El negocio más difícil, tal vez, de manejar, es el  Estado. Ya que, la corrupción, lo tiene aprisionado, siempre, a la espera de beneficiar a los socios del sistema. Según la TGC, el Estado casi nunca es un buen patrón; por la facilidad del poder, como tal, de extenderse y despersonalizarse.

Venalidad y corrupción

Es bueno tratar de comprender lo que algunos políticos, están intentando justificar, a la gran población del país; acerca de la supuesta, "mágica" desaparición que tendrán la venalidad y la corrupción, con la ampliación de los negocios público- privados.

La corrupción y el Poder Legislativo

(Una introducción al análisis de las leyes injustas y las leyes corruptas) Todos los componentes del Poder Legislativo, en una democracia, son políticos, y como tales, se encargan de dar vida al Estado. Por ser representantes de las distintas comunidades o pueblos, ostentan, con la Constitución Nacional vigente, un poder bastante amplio y autónomo para defender los intereses de sus departamentos y comunidades. La ignorancia de los legisladores se revela al momento de auto adjudicarse sus dietas y beneficios, desmedidamente, y sin tener en cuenta la realidad económica del país.

Sensibilidad y corrupción

La responsabilidad moral debida, desde el punto de vista ético, no le permite a ningún senador de la Nación alegar "persecución de la prensa", ante pruebas irrefutables para la opinión pública; de los hechos, actos y prácticas que se cometieron. La sensibilidad ciudadana tuvo una explosión, a causa de la corrupción sistémica; sostenida por la ignorancia ante la falta de la cultura ciudadana, para defender la democracia participativa, en libertad; en el marco de un Estado de derecho constitucional.

Multa: el poder y la corrupción

El país está comenzando a dar sus primeros pasos, en la democracia, tanto en libertad de acción como de ideas. Y su contrapeso, es la molestia de los que están en el poder; al descubrir su proceder arbitrario y equívoco, contraviniendo el mandato constitucional. Donde la corrupción se visualiza rápidamente y cuyos responsables deben, mínimamente, responder por su actos, hechos o prácticas en la función pública: donde no se admite , con mayor gravedad, la ignorancia; ya sean funcionarios nombrados por decreto o electos para representar al pueblo.

Capítulo aparte: La corrupción

Hay una inmediata respuesta, como capítulo aparte, por parte de la Corte; con la finalidad de corregir el abuso imperante, en las asignaciones salariales en los cargos administrativos del Poder Judicial. Han prometido que se volverán a ajustar los emolumentos. Para corregir estas lesiones administrativas, la máxima instancia judicial, se tuvo que expedir por medio de una acordada.

Relaciones, poder y corrupción

Todo progreso social, en manos de una democracia participativa, en libertad de acción y pensamiento, con la costumbre y relaciones incorporadas durante los gobiernos totalitarios: donde la obediencia en silencio, es parte del mismo poder. Y cuando la corrupción sistémica corroe, solo aparece como responsable el dictador.

Poder, capacidad y corrupción

Últimamente la democracia participativa, constitucional; con libertad de acción y de ideas, está dando una buena lección al pueblo, al conocerse: 1) la capacidad real y los límites del poder, y, 2) la influencia de la corrupción sistémica en el mismo.

El poder ejecutivo y la corrupción

Desde la toma del poder en una Nación, ya sea a través de elecciones libres, o en sangrientas revoluciones y golpes de Estado, puede notarse con claridad el grado de cultura de quienes detentarán el gobierno. Con el correr del tiempo, las características propias de los gobernantes se van acentuando para bien o para mal de las naciones. Y de ese ego dependerá precisamente el desarrollo u opacidad de un país.

Falsedades y corrupción

En el corto tiempo de un nuevo gobierno, nos pudimos dar cuenta de la gran cantidad de hechos, actos y prácticas de corrupción, que se desarrollan en todo el país; de la falsedad de los administradores, en todos los órdenes; de los manejos y el abuso ejercido en los nombramientos, en los distintos poderes, para justificar favoritismo a los amigos, parientes y correligionarios.

Impacto social y corrupción

Así como se perdió el derecho a la clasificación, para llegar a participar del mundial en el vecino país; existe un alto impacto social dejado por la gran corrupción, que campea en todos los órdenes del quehacer nacional. Que, gracias a la democracia, estamos comenzando a comprender. A participar, opinando, a través de un escrito público o de Internet. Se pueden ver los daños colaterales de la corrupción sistémica en nuestro país.

La alternancia y la corrupción

Hay mucha fe en la alternancia, dentro de un sistema democrático; por la percepción de la población, en general.Sin embargo, a la corrupción sistémica no le interesa ninguna percepción, mucho menos sobre la alternancia. Su único objetivo es recaudar, sin importar cómo. Es un sistema que los políticos deben ser capaces de conocer, no solo como funcionales al mismo; sino en su aspecto jurídico, para así, al menos, tratar de cumplir con las promesas hechas a sus votantes. Con mayor razón, aún, en una democracia participativa, en el marco de una Constitución social, que impulsa a ser capaces de buscar la solución, para los más necesitados, buscando la justicia en el desempeño de la función pública.

El prevaricato y la corrupción

El prevaricato es una figura jurídica conocida en el derecho paraguayo. Su análisis es elemento, necesario, para disminuir la corrupción sistémica en el país. Según la TGC, el poder es naturalmente, corrupto, y ésta realidad necesita ser comprendida, por sus encargados ocasionales; de modo a que no caigan, tan fácilmente, en la corrupción para su propio beneficio, en perjuicio directo del Estado y sus ciudadanos.

Revitalizar, ¿la corrupción?

Siempre me pareció difícil luchar contra el flagelo de la gran corrupción, en cualquier gobierno, sin importar en qué sistema político; en nuestro caso en particular: democracia representativa y participativa. Con libertad; en un Estado de derecho, hasta hoy, respetado desde la Constitución,  a la cual, precisamente, los dueños actuales de los poderes, prometieron, ante el pueblo al jurar: Respetar y hacer respetar; luchar contra la corrupción. Sin embargo, en este corto tiempo, al parecer, se ha revitalizado la corrupción, en alguno de los poderes públicos, quedando en saco roto las promesas emitidas al asumir los cargos y bancadas.

El saneamiento y la corrupción

Cada día nos parece más preocupante, la conducta antisocial de la gente; al tratar de vivir este sistema democrático; participativo, con libertad de acción y de pensamiento, cuyo árbitro es el cuarto poder, enemigo mortal de la corrupción sistémica; tan temible, para toda sociedad. Nos damos cuenta entonces, que las instituciones de carácter disciplinario tales como: tribunales de conducta o tribunales éticos, no pueden disminuir la corrupción; ya que la misma es una sucesión de hechos, no siempre atribuibles a una sola persona. Por lo tanto, solo puede ser tratado y controlado, por medio de la buena aplicación de la ley. Levantando la moral de la función pública.

Los responsables y la corrupción

La democracia; con un Estado de derecho, en libertad; respetando los principios constitucionales, está comenzando a tener sus frutos en la sociedad paraguaya. La fuerza policial, con total responsabilidad, ha ordenado esclarecer hechos de corrupción, temerarios, en sus filas; asegurando que “acompaña al gobierno en su lucha contra el flagelo de los secuestros y extorsión”. Que solo existen si el poder es dubitativo en cumplir con su responsabilidad, dentro de las instituciones públicas.

LA DEFORESTACIÓN Y LA CORRUPCIÓN

Es de conocimiento público, la vigencia de una ley que prohíbe la deforestación, en la Región Oriental. Que castiga  con pena carcelaria, a los ejecutores, cómplices y encubridores. Se encuentra a cargo de una fiscalía especializada; de la policía ambiental y hasta de un Ministerio del ramo. Es decir, existen las instituciones, además de personal, encargados de hacer cumplir la ley.

¿Por qué se ha formado un sistema de la corrupción?

La tercera parte nos aboca en la tarea de describir el funcionamiento del sistema, la manera de interrelación de sus agentes y los resultados observables y previsibles a mediano y largo plazo. Pero antes debemos aclarar la razón por la que se necesita el establecimiento de un sistema de la corrupción, siguiendo con el proceso de las tres fases, y la acción jerárquica de la tres categorías de ignorantes, como desmenuzamos en el capítulo anterior.

Recursos Humanos y la Corrupción

Los países subdesarrollados pierden, diariamente, a sus recursos humanos, por la gran corrupción que aflora; sin posibilidad de combatir; por la falta de enseñanza y metas claras a favor de los jóvenes: en todos los ámbitos, desde lo deportivo hasta lo cultural. Eso impide que se realice una verdadera renovación, sino más bien mecánicas repeticiones, para seguir manteniendo sus sueldos. Entre supuestos educadores y dirigentes, dirigidos, a favor de sus padrinos y comadres.

Sospechas: la corrupción

La generalidad de la gente del país, está comenzando a sentir, lo que implica solución, ante tanto desbarajuste, en todos los poderes; sospechando, que si no se disminuye la gran corrupción, es casi imposible esperar el tan mentado y esperado progreso del Paraguay. Casi todas las instituciones, en la mira; sospechas de estar con un alto déficit, con los manejos “transparentes”, que tanto les gusta a los politiqueros, para justificar su administración pública.

Intereses colectivos y corrupción

Nuestra Constitución, que establece un Estado social de derecho, resalta los intereses colectivos, en busca del bien común; esto es, poner al conjunto de la Administración del país, en pos del bienestar de todo el pueblo. Ya sea previniendo o solucionando los problemas de la vida diaria. Si las instituciones y sus encargados cumplen con su misión, cuidando y protegiendo a los habitantes, de la corrupción sistémica: La gente comienza a valorar la labor de sus Ministros.

Inestabilidad y corrupción

Aflora la inestabilidad en muchos sectores del país, como resultado del interés de los nuevos dueños de los poderes; los que son de posible cambio y los otros, que continúan, son exigidos a tratar de sanear la corrupción.

Relación final entre la ignorancia y la corrupción

Propuesta una clasificación de los ignorantes y determinado el origen del sistema de la corrupción, deducimos: La ignorancia y la corrupción transitan de la mano en una Nación, para pervertir y perjudicar a los incautos. Los demás, considerados más avispados, al sentirse impotentes para luchar contra éstos males, y no teniendo intenciones de participar del sistema, sencillamente callan y producen un 50 ℅ menos. Haciendo lo necesario para subsistir y no ser molestados.

Responsabilidad institucional y corrupción

Participar de un Estado democrático, con libertad de ideas, y respetando un marco constitucional de derecho; engrandece a cualquier gobernante y lo compromete más, junto a la responsabilidad institucional del país. En esa circunstancia, la corrupción también está presta y esperando, sin apuros, a los encargados de los órganos públicos: cuyos directores, así como los electos, senadores y diputados, los conforman, con la calidad, también de funcionarios públicos.

¿Qué es la corrupción para el pueblo?

Luego de esta escaramuza de conceptos y de la configuración de un sistema completo, llega la hora de explicárselo a los niños y a los jóvenes. Primeramente, no es posible en la actualidad darles una definición ni un concepto particular de la corrupción, ya que la dogmática jurídica sobre el tema se encuentra en su primer andar. Desde el punto de vista moral, la juventud encuentra mucha enseñanza y predicación en los grupos religiosos y de culto, y en los mismos centros educativos; pero en el ejemplo diario y la difusión desordenada de la prensa, respecto a los “hechos de corrupción”, dan un oscuro panorama a las mentes de nuestros descendientes.

"Error procesal" y corrupción

La gran corrupción, justamente, se manifiesta, comúnmente, como un error procesal, que conduce a su sistematización en un poder. Como la estructura facilita, normalmente se justifica, como si se tratara de un simple error administrativo-procedimental, de los directores y funcionarios, de una repartición pública. Según la TGC , ningún error es “justificable”, en la función pública. El o los funcionarios deben ser responsables, según el 106 de nuestra propia Carta Magna.

Subdesarrollo y corrupción

Me preguntaba un parroquiano, allá, cerca del Río Paraná: “¿La subdesarrollo es porque somos pobres?”. —Es uno de los motivos…—Le contesté. Apenas pude terminar la frase y continuó diciendo: “Pero, ¿unión de Estado y particular, siempre pierde el Estado? El paraguayo tarda en reaccionar, pero es preciso al andar; en su objetivo; cuando va comprendiendo su realidad en el mundo moderno.

Privilegio indebido y corrupción

Somos testigos de la corrupción sistémica, por el privilegio indebido que nuestro vecino, el “más grande del mundo”, con la ayuda de las más duras dictaduras de Latinoamérica, en cumplimiento de la doctrina más antidemocrática conocida en el mundo entero, sigue aplicando sobre nosotros. Para el despojo de nuestros legítimos derechos de condóminos, expresado en el Acuerdo firmado entre los dos países.

La desnutrición aguda y la corrupción

Hasta ahora podemos decir: no se llegó a la desnutrición aguda en el país, aunque existen focos de ello en algunas ciudades y departamentos, tanto por la mala política, como por la corrupción sistémica. Existen necesidades cíclicas, a las cuales nunca se les prestó la debida solución como tal; siempre se utilizó como alcancía de algunos, para sacar resultados de un dinero fácil, en los casos concretos, sin que nadie se haya preocupado de esta realidad.

La tercera etapa de la corrupción: "El cómo"

En el “Cómo”; se cierra el anillo, y se configura el sistema completo de Poder y de Gobierno de la Corrupción. La tercera fase es ejercida íntegramente por los “cerebros” del sistema: los acomodados (prendidos totalmente al erario público).

La segunda etapa de la corrupción: "El Quién"

El más apropiado para congeniar con esta fase es el ignorante peligroso. Por su alto grado de relacionamiento intrapersonal, los peligrosos tienen la facilidad de establecer pequeños sistemas de corrupción, relacionadas directamente con los escaños del Poder Legislativo o incluso el Ejecutivo. Constituye la etapa de proteccionismo y fidelidad del “compañero”. La corrupción, en esta etapa ya se va consolidando como un completo sistema de tráfico de influencias, abuso de poder y vinculación con grupos mafiosos.

La publicidad y la corrupción

La fortaleza de una buena democracia, está en la publicidad de todos los actos, hechos y prácticas de sus funcionarios, como representantes del pueblo, en el quehacer del país; sin este requisito, el ejercicio del poder normalmente se convierte en corrupción sistémica, por el principio de la ignorancia; por la obscuridad en las decisiones.

"Despáchate y date el vuelto": La corrupción

El dicho popular de los pueblos Latinoamericanos. Se ha enriquecido con frases señalando la característica de la gran corrupción a tal punto, el mismo deseo de los ejecutores ya sea en los hechos, los actos o las prácticas. Al decir: “Despáchate y date el vuelto”, no existe otra cosa que se pueda hacer contra este flagelo, ya que se convierte en totalmente irreversible y utiliza la estructura del poder para ejecutar sus fechorías, a través de un sistema, pero asegurándose, de lograr la confusión por medio de la interpretación (tercer grado de la ignorancia, según TGC).

Las etapas de la corrupción

Todo sistema se divide en fases y procesos; y a su vez, cada uno de los elementos que integran los procesos se halla en perfecta armonía. Diseñados y pensados en la consecución de fines lícitos o ilícitos. Por tanto, siguiendo con la línea conceptual del presente ensayo, daremos la siguiente configuración al sistema de la corrupción, y lo dividiremos en tres etapas diferenciadas y correlativamente proporcionales a la división en ignorantes Analfabetos, Peligrosos y Acomodados que fuera tratada en la primera parte. —1ª Etapa: El Qué. —2ª Etapa: El Quién. —3ª Etapa: El Cómo.

Situación planteada: la corrupción

La democracia es un sistema, que en el mundo se reconoce, no como el mejor gobierno; más aún, en los países bananeros, manejados por la corrupción sistémica. Sin embargo, es el único que da posibilidad a sus habitantes, de cuestionar y rechazar el abuso de los poderes del Estado: Cuando se plantean situaciones en la interpretación de la Ley , ya que allí nace la gran corrupción; en su acomodo, para beneficiar a unos pocos, sistemáticamente. El pueblo, la sociedad, el país, ve esto como una injusticia, a gritos, sin posibilidad de solucionar; cuando la yema política utiliza al sistema, para absolver a sus propios colegas, ante cualquier hecho, acto o práctica de corrupción. Esto es una democracia de boca.

Los servicios básicos y la corrupción

Es bueno recordar que los servicios básicos en nuestro país, están en manos de la administración del Estado; que tiene una doble carga: Por un lado luchar contra la corrupción sistémica y por otro, tratar de sobrevivir como empresas deficitarias, al servicio de unos pocos, que viven de ellas y ganan salarios de primer mundo. La gran mayoría paga la consecuencia de esta economía, que ni es social ni liberal, un caldo de cultivo perfecto para amparar a la gran corrupción, en nombre de los servicios básicos de la población. Esto es así en la capital y alrededores; copiado y empeorado en todos los departamentos y ciudades de la República.

Educación VS. Corrupción

A cualquier humano debe preocuparle, el sentir de sus descendientes, para proseguir el camino de la vida: La educación debe ser lo más importante, para no vivir eternamente esclavizados por la corrupción sistémica. La misma utiliza a la ignorancia, para dominar a los seres y traficar constantemente con la educación, negándole importancia: una rémora de la más absoluta ignorancia dictatorial.

El origen del sistema de la corrupción

La corrupción ha sido estudiada, comentada y, en gran medida, “ignorada” en muchos de sus alcances reales, lo cual hizo imposible hasta hoy el nacimiento de una teoría general. Con esa carencia e inexactitud se han venido aplicando políticas tendientes a combatirla. Los resultados de tales políticas siguen siendo dudosos y discutibles.

El argumento pintoresco y la corrupción

Dan ganas de escribir una telenovela educativa, con el auxilio de la corrupción sistémica. Tal vez así, la gran mayoría comprenda los verdaderos daños de aquella, con argumento pintoresco, para justificar sobre el cumplimiento, interesado, de la Constitución Nacional , por parte de nuestros representantes, que generalmente se olvidan, que la ley tiene dos caras, según la TGC : una de justicia y equidad;  otra de injusticia y corrupción. Nos damos cuenta que al decir, vicio e ignorancia, es equivalente a injusticia. Según el cuarto poder, entre nuestros representantes aflora, sin temor a creer que sus votantes puedan pedirles claridad, libertad y virtud como funcionarios, que deben velar por el bien común.

Presupuesto y corrupción

Un instrumento muy útil, previsible y alentador para toda sociedad o persona, es el presupuesto; pero un país sin timón, pivoteado desde los poderes, al amparo de la ignorancia, dominado absolutamente, según el interés particular de sus redactores: Hace nacer la corrupción sistémica en perjuicio de la nación. Esta verdad se dice y es comprobable en una democracia representativa, con libertad de ideas y acción, a través del cuarto poder, permitiendo protestar y corregir, como seres humanos racionales.

Sobre la voluntad popular y la corrupción

    Difícil la comprensión del pueblo, cuando su desarrollo está muy golpeado por la corrupción; para hacerlo producir a favor de los sostenedores del sistema, en nombre de la voluntad popular, dentro de una democracia de boca, donde la carencia absoluta, de un pueblo que se sostiene, a través de la ignorancia y la necesidad. La voluntad popular, generadora del poder consumido por la corrupción sistémica, encarece y empobrece a la población, con promesas y amenazas, aplicando siempre la injusticia. Pasado un tiempo se convierte en perjuicios económicos incalculables, y el pueblo sigue sin comprender la dura realidad de la corrupción: cuyo resultado salta a la vista de la gente, con el encarecimiento y el aumento general de los precios de los productos.

Protección corporativa y corrupción sistémica

A diario somos testigos de hechos de corrupción, cometidos tanto por funcionarios públicos, nombrados por decreto, incluidos en la Ley de la Función pública, y por los que, según la TGC , también lo son: los senadores, diputados, presidentes de entes, entre otros. La protección de estos últimos da calambre, en la “injusticia”, según el dicho popular, ya que si cometen un acto, hecho o práctica de corrupción, para ser juzgados, se debe conseguir primero el desafuero. Apareciendo el sentido del interés corporativo, muy amigo de la corrupción sistémica.

El caciquismo y la corrupción

De la costumbre se hace ley: Aquí el caciquismo, respetado entre las etnias aborígenes, usa sus métodos, de supuesto desarrollo progresista, tanto para la política como para la corrupción sistémica. Para doblegar y explotar a la generalidad, en todo el mundo, hasta hoy, por más que se considere una práctica anacrónica y fuera de uso para la convivencia. Ningún sistema político está fuera del caciquismo y de la corrupción, ya que ambos están en el poder: elemento constante en toda sociedad, primaria o adelantada.

Las joyas y la corrupción

Nuestro país ha sido devastado por los aliados, perdiendo sus joyas los habitantes, en toda la República, después de la Guerra Grande, quedando la nación,hipotecada a la corrupción sistémica, cuya acción y efecto sigue apareciendo, de tanto en tanto, sobre la necesidad de la gente. No importa mayormente, cuánto es el daño que puede causar; ni quienes son los encargados de recaudar, siempre a costa del erario público. Una de esas joyas del Chaco, la desalinizadora, cuyo efecto era solucionar los problemas de agua en la sequía. En el gobierno de facto dejaron de funcionar, pero, como siempre, nadie se molestó en analizar el motivo, para que el pueblo pudiera saber las razones.