La maquinaria de la gran corrupción sistémica, se prepara y perfecciona, a través de los créditos, a nombre del pueblo paraguayo.
Según la TGC esta corrupción, utiliza a los tres poderes del Estado, en la ignorancia, utilizando la ocultación; pero, con resultados a la vista: escuelas mal construidas e inservibles; hospitales sin medicamentos ni instrumentos necesarios para salvar vidas; rutas mal hechas, o que solo figuran en los planos y proyectos de asesoría. Todo es pagado por el Estado. Pero los más perjudicados, finalmente son los más necesitados de estos servicios públicos.
Hasta hoy, los créditos realizados para el "desarrollo", no pueden ser devueltos, por el mal uso que se les ha dado. Sin cumplir con las promesas electorales de los politiqueros.
Hoy tenemos el relevamiento de estos créditos incumplidos, en todos los poderes, con nombre y apellido, gracias al cuarto poder: preocupado de dar saneamiento a la democracia, representativa, que está comprometiendo a cada paraguayo, en la búsqueda de la verdad y el diálogo, para disminuir la gran corrupción sistémica, que ha devorado estos créditos.
Única fuente de riqueza, en los países subdesarrollados, y direccionados por los "capitales amigos", que generalmente manejan estos créditos al servicio de la corrupción sistémica.
La libertad de acción y de pensamiento, en democracia, con un Estado de derecho nos está mostrando la verdad de los hechos, actos y prácticas de nuestros representantes; en los numerosos empréstitos que el país maneja, todos y cada uno de ellos, en la teoría, a favor de una necesidad social.
Si estos créditos no se controlan y se rinden, cumpliendo con lo prometido en los contratos; penalizando a los infractores y encubridores, que utilizan o dejan de hacer su función de contralores; que, en muchos casos, se han servido de estos créditos, en beneficio personal o familiar: seguiremos aumentando nuevos archimillonarios en el país, gracias a la corrupción sistémica, en los créditos blandos a nombre del Estado.
Según la TGC esta corrupción, utiliza a los tres poderes del Estado, en la ignorancia, utilizando la ocultación; pero, con resultados a la vista: escuelas mal construidas e inservibles; hospitales sin medicamentos ni instrumentos necesarios para salvar vidas; rutas mal hechas, o que solo figuran en los planos y proyectos de asesoría. Todo es pagado por el Estado. Pero los más perjudicados, finalmente son los más necesitados de estos servicios públicos.
Hasta hoy, los créditos realizados para el "desarrollo", no pueden ser devueltos, por el mal uso que se les ha dado. Sin cumplir con las promesas electorales de los politiqueros.
Hoy tenemos el relevamiento de estos créditos incumplidos, en todos los poderes, con nombre y apellido, gracias al cuarto poder: preocupado de dar saneamiento a la democracia, representativa, que está comprometiendo a cada paraguayo, en la búsqueda de la verdad y el diálogo, para disminuir la gran corrupción sistémica, que ha devorado estos créditos.
Única fuente de riqueza, en los países subdesarrollados, y direccionados por los "capitales amigos", que generalmente manejan estos créditos al servicio de la corrupción sistémica.
La libertad de acción y de pensamiento, en democracia, con un Estado de derecho nos está mostrando la verdad de los hechos, actos y prácticas de nuestros representantes; en los numerosos empréstitos que el país maneja, todos y cada uno de ellos, en la teoría, a favor de una necesidad social.
Si estos créditos no se controlan y se rinden, cumpliendo con lo prometido en los contratos; penalizando a los infractores y encubridores, que utilizan o dejan de hacer su función de contralores; que, en muchos casos, se han servido de estos créditos, en beneficio personal o familiar: seguiremos aumentando nuevos archimillonarios en el país, gracias a la corrupción sistémica, en los créditos blandos a nombre del Estado.