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La sombra de la corrupción

Hay rutas, hay beneficios Un parroquiano de Alberdi explica: “La corrupción sistémica ensombrece a la nación ”. Según la TGC , la ignorancia tiene grados en la interpretación jurídica, que permiten determinar, a su vez, los niveles de corrupción en los que adentra un país. Existe correlación perfecta. Nuestra democracia , nos permite más facilidad para la manifestación: sea de aceptación o de rechazo , en los casos de corrupción sistémica. Pero por la falta de conocimiento, la confusión surte efecto en los ciudadanos, produciendo lo que podría denominarse la “ sombra de la corrupción”. Dos tipos de corrupción Aclaramos que existen dos clases de corrupción : la contra ley y la intra ley , pequeña y gran corrupción, respectivamente. La primera, vista por la generalidad y atacada de manera subjetiva. La segunda, actúa libremente por medio de la ley, convertida en sistema de poder , razón por la que se convierte en traslaticio entre administraciones sucesivas. Es

La corrupción y los valores cívicos

Base en valores Un parroquiano de Alberdi me dice: “Necesitamos valores cívicos para combatir la corrupción sistémica ”. Según la TGC, la ignorancia en movimiento cambia toda ley a favor de los poderes , en las decisiones y el accionar dentro del ámbito público. Ya la ética y el sentido subjetivo no pueden solucionar un problema de carácter eminentemente objetivo ; cuyo fin principal es recaudar para la estructura , mantenida en sistema, pero sin importar la calidad de los sujetos . El valor cívico, puede ser considerado como cualidad necesaria , en los más altos exponentes de toda función pública ; cuyos atributos garantizan la fe de los ciudadanos en su gestión. Alteraciones y democracia Por esta misma razón cuando estos hombres públicos son indiciados, con irregularidades en los manejos de los bienes estatales , surge la duda y la falta de credibilidad social ; debilitando con ello a la institución misma, la seguridad y la administración de justicia. Est

La corrupción y la práctica

Cuestión de origen Un parroquiano de Alberdi , muy preocupado me dice: “La impunidad es la injusticia, resultado de la corrupción sistémica ”. Según la TGC , la ignorancia y el vicio equivalen a la injusticia , que nace a través de la corrupción sistémica en cualquier poder. Al intentar explicar a la corrupción en forma subjetiva y ética , nos parece que primero existe la injusticia y luego la corrupción ; la realidad es totalmente a la inversa . La corrupción sistémica , al no ser observada ni penalizada , por la ignorancia en la interpretación , para la gente y su entendimiento parcial, le parece que hubo simplemente injusticia o falta de pena , en el juzgamiento de tal o cual hechos, acto o práctica corrupta. Acto autónomo Lo que se olvida es que siempre debe existir un sistema de corrupción, para que se perfeccione la tan famosa “ impunidad” en el derecho, es decir, el acomodo de la ley de acuerdo a los intereses creados . Efectivamente, la impunidad

La corrupción y las bases

Un ciudadano de Alberdi repetía: “La diferencia entre los desarrollados y los subdesarrollados, está en la corrupción sistémica, que en éstos últimos, hace la ley”. Según la TGC, todo poder es corrupto si no baja la ignorancia en su pueblo; porque aquella entraña obscuridad y mal gobierno. El tener como base a cualquier sistema político, trae aparejado responsabilidad de cuidar la justicia, haciendo respetar el Estado de derecho a favor del bien de todos; pero, al confundir ese fin, simulando, con el solo afán de solucionar sus problemas personales o los de su grupo, desaparecen la claridad, la libertad y la virtud del panorama político.

La corrupción: intencionalidad mediática

   Un parroquiano de Alberdi me decía: —“La propaganda en los medios de prensa, de que se hacen obras o se invierte dinero del pueblo, siempre juega a favor de la corrupción sistémica. Porque no ayuda al análisis, solo se busca impresionar”.    Según lo estudiado por la TGC, lo mediático, forma la percepción, que podría favorecer a la ocultación de actos de corrupción.    A veces la gente no comprende que la corrupción sistémica necesita tanto del poder, como éste necesita de la ley, para lograr los objetivos económicos en la sociedad.

La corrupción y la ética personal

—“Hasta hoy la gente y los politiqueros, al tratar la ética personal, piensan que es una cuestión subjetiva, del interior de cada persona. Pero la corrupción sigue arrasando igual, sin manos”— me decía un parroquiano de Alberdi. Según la TGC, el poder sin ética, es poder muerto, en cualquier sistema social o político. A veces nuestros conciudadanos, se adelantan al desarrollo de los valores sociales y tratan de adecuarlo, según su grado cultural, a los administradores del país.

La corrupción y la retórica

Un parroquiano de la ciudad de Alberdi, me decía: —“Mucha retórica en Yasyretã; pero, la corrupción sistémica es la que manda en la entidad binacional”. La TGC, explica, que “todo poder conforma la estructura necesaria para llevar adelante sus objetivos de gobierno”. La ciudadanía está cada día más preocupada, por los constantes hechos, actos y prácticas de la corrupción sistémica, movida hábilmente sobre “espejitos y promesas”, de comerciantes de baratijas, tan abundantes en la política internacional: en perjuicio de nuestros intereses legítimos, sobre los recursos naturales y las posibilidades ciertas, a favor del progreso del pueblo paraguayo.

La corrupción y los datos estadísticos

—“Las noticias de la prensa, nos presentan los datos estadísticos: ¿Porqué somos considerados como los primeros en corrupción?— me decía un alberdeño, con cierta gracia. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación del poder, puede relativizar hasta la Ley a favor de la corrupción sistémica, en un país. Toda ciencia es el camino para visualizar, un hecho, un acto o una práctica repetitiva, que necesita ser tratada, previa descripción precisa, para progresar intelectualmente a favor del país.

La corrupción secundaria

—“Aquí hasta a los estudiantes secundarios, se los utiliza para hacer aprobar, cualquier futuro “clavo”, al son de la corrupción sistémica”— me decía un alberdeño. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación del poder, es la que permite la sistematicidad de los hechos de corrupción, en una estructura estatal. La ciudadanía en democracia y libertad, con Estado de derecho; va teniendo conciencia de su rol en el saneamiento, gracias a la prensa.

La corrupción y la calidad cívica

Me decía un parroquiano de Alberdi: —“Mientras la conciencia cívica no se levante, el país estará dominado por la corrupción”. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación del poder, es la que ocasiona las emergencias y acomoda todo en cualquier sistema de gobierno. Nuestra democracia, manejada por muchos politiqueros peloteriles, resulta en la sumatoria, una cierta mejoría, al comparar, tal vez, con los Estados autoritarios a ultranza que siguen vigentes en el mundo.

La corrupción y la comunicación

—“Sin la comunicación de la prensa, la corrupción sistémica sería devastadora, tal vez”— me decía un alberdeño. Según la Teoría General de la Corrupción (TGC), la ignorancia en la ocultación del poder, tiene como su enemigo natural a la prensa. Últimamente la gente considera efectivamente, a la prensa, a la hora de hacerse oír como ciudadano y defender sus intereses comunitarios; cuando los legítimos encargados, no cumplen a favor de sus propios electores.

La corrupción y el contenido jurídico

Un alberdeño se preguntaba: —“¿Si la Ley existe, porqué no se cumple contra la corrupción sistémica y sus ejecutores?”. Según la TGC, la ley es elemento indispensable del poder; para mantener el orden y la cooperación entre todos en el país. Habíamos explicado que una imputación, resulta difícil concluir por los problemas, tal vez procesales y la falta de integración de la misma legislación penal, con las normas internacionales en la materia, aplicadas a cada caso en particular.

La corrupción y el Estado de derecho

Me decía un alberdeño: —“Parece un contrasentido hablar de la corrupción y del Estado de derecho en cualquier país del mundo, cuyos habitantes están obligados a convivir políticamente con la corrupción sistémica”. Según la TGC, el poder, naturalmente corrupto, en una democracia de verdad, debe buscar la justicia disminuyendo la ignorancia y la ocultación, en el accionar del Estado. Si bien es cierto, que nuestros ciudadanos, al ser preguntados, admiten que la corrupción es dueña absoluta, de los manejos de la administración pública; confunden hasta la fecha, los dos tipos de corrupción. A eso se llega por la ignorancia en la ocultación, impuesta desde los tres poderes.

La corrupción está atornillada

Me decía un alberdeño : —“¡Lo único que faltaba!, ahora tenemos encima nuestro, en Formosa, a la corrupción sistémica atornillada”. Según la TGC, todo poder, corrupto por naturaleza, en democracia, se debe exigir claridad. La grave situación planteada, con la instalación de una procesadora de uranio, comienza a levantar a la misma población formoseña; preocupada por la contaminación, que ha causado ya en otra ciudad argentina.