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Mostrando las entradas con la etiqueta Función pública

La igualdad social y el curacionismo

Una parroquiana de Pilar me dice: “La igualdad no se puede aplicar en la corrupción y menos en la función pública ”. Según la TGC el poder es elemento fundamental de la corrupción. Al tener esta premisa de que el poder junto con la ignorancia hace a la corrupción sistémica, debemos entender que la función o cargo en lo público se sostiene sobre un poder. En tanto que, la igualdad, se sostiene por un principio ética y reconocido en el derecho natural de los seres humanos. “Aquí se habla mucho de la moral y la ética en la lucha anticorrupción; pero cada día aumenta y no baja” –remarcó la señora. Justamente porque la moral sostenida por la ética no actúa coactivamente, es decir, obligando a su cumplimiento. Esto confunde a la gente en la interpretación. Por eso, muchos siguen esperando que se impute penalmente a los infractores morales, perdiendo de vista incluso los hechos objetivos . Tal sanción solo podría traducirse por medio del derecho, a través de una ley , aprobada

Trabajar y la Corrupción

Una parroquiana de Ciudad del Este me explica: “Si los funcionarios trabajaran no habría corrupción” Según la TGC, el poder y la ignorancia son los que componen a la corrupción. En tal sentido, ya hemos explicado que los que perciban plata del erario público, son funcionarios y son responsables de sus actos, según nuestra Carta Magna, y los acuerdos internacionales firmados y ratificados, en la lucha anticorrupción. “Aquí hasta un ministro dice que no es funcionario público, haciendo campaña”, insistía esta honorable señora. La interpretación, demostrada meridianamente en este principio de ciencia, está en el tercer grado de la ignorancia, y es caballito de la corrupción sistémica. Es fácil demostrar esta verdad absoluta al tomar una parte de la ley, diciendo no pertenecer a la función pública, mientras se es pagado por el Estado cada mes. Entonces, por las faltas de estos funcionarios públicos, deberían ser enjuiciados, por los supuestos representantes, quienes siguen pen

Beneficios y la corrupción

Sistema previo Un parroquiano de Pilar me pregunta: “¿La corrupción sistémica la hacen los funcionarios o los mandamases de turno ?” Según la TGC, cuando al poder usa la ignorancia como su divisor central, convierte sus actos gubernativos en injusticia , que no es más que corrupción sistémica . La situación que se plantea al país con la democracia de acción y pensamiento, de a poco, va forzando a la ciudadanía a comprender, a través del cuarto poder , el valor de la información veraz. Ciertamente es el único medio de saber sobre todo lo que ocurre en las funciones públicas . “Si nuestros funcionarios desconocen la magnitud de sus responsabilidades, como depositarios de la fe pública, poco o nada habrá de Justicia ...”, repetía el ciudadano de tierra adentro. Procedimientos y ética Ordenar esta cuestión de las “ funciones públicas ”, es una tarea ciclópea, ante tan abandonados valores de sus miembros, que están acostumbrados, desde hace décadas a usar su carg

Capacidad...y la corrupción

Preparación Un parroquiano de Limpio me pregunta: ¿ Capacidad también se necesita para la corrupción sistémica ? Según la TGC , la ignorancia puede crear cualquier tipo de capacidad, aplicada a favorecer el sostenimiento del poder . Un Estado de derecho rengo en la función pública , conduce a una ruptura social, en la creencia de simulada capacidad de ocupar puestos públicos, en abierta infracción a los principios básicos del derecho administrativo, tales como idoneidad, experiencia y autonomía ética personal. Elementos de un sistema Siendo los funcionarios públicos depositarios directos, de los sistemas de corrupción , corresponde poner el mayor énfasis y la atención adecuada a esta problemática de subordinar los cargos a la cercanía, la confianza o la lealtad, en desmedro de la propia eficacia en el cumplimiento de la función específica a ser asignada. Esta realidad, observada con claridad, libertad y virtud , daña profundamente la fe pública , al ver como

La corrupción y las personas

Sistema subordinado Un parroquiano de Alberdi recalcaba: “Las personas son entonces los operadores de la corrupción sistémica ; no es que funciona automáticamente”. Según la TGC, la ignorancia divide a todo poder, ya sea este de facto o de virtud legal . Nuestra ideología democrática , fuertemente nebulosa, al carecer de lectura, sigue permitiendo a ciertas personas, que son los actores directos de la representación popular : incurrir en actos, hechos y prácticas de la corrupción sistémica , para el colmo de financiar sus pretensiones políticas inmediatas. Decisiones tangenciales Aunque las decisiones de los mandatarios o representantes , en democracia, parezcan irreversibles, es la participación ciudadana la única que puede legitimar con plenitud sus efectos , para aceptarlas o rechazarlas. Ningún claustro, colegiado o grupo de poder , está por encima de la voluntad y libertad del pueblo ; con mayor razón cuando de aquellas fauces, no proviene tan siquiera estruct

La corrupción y el monismo

Unificación impostergable Un parroquiano de Pilar, preocupado, afirmaba: “Estoy de acuerdo con el monismo , ante la corrupción sistémica en el manejo público”. Según la TGC , la ignorancia, al tener grados clarifica los objetivos. Este principio de ciencia da la posibilidad en la vigencia de una democracia de verdad, de acción y de pensamiento, desentrañar los elementos de la corrupción sistémica y su importancia, para el buen uso de los bienes públicos. El planteamiento de “monismos ”, podría acabar con la disfuncionalidad discrecional, creada en el uso de los poderes, entregando abusivamente remuneraciones , que escapan a las posibilidades reales de la economía nacional, pero que se impusieron como caballito de la corrupción sistematizada. Igualdad constitucional “Al ser una institución de orden público , tanto en sus normas como en sus funciones, todos son iguales, me parece”, insistía el ciudadano del Sur. Aquí el poder y la función pública , siempre fueron un

La corrupción y la influencia

Cruzando la frontera Un parroquiano del Alto Paraná me dice: “Con tanta influencia de corrupción sistémica, el país y principalmente Ciudad del Este, está llegando a un límite impensado”. Según la TGC , la ignorancia va marcando la verdad sobre el  manejo gubernamental, por la determinación de sus grados , que establecen la situación actual. La facilidad en el conocimiento de los actos, hechos y prácticas injustas de los poderes, llamada corrupción sistémica , en cualquier forma de gobierno, se convierte en influencia inevitable para la buena administración de los Estados ; obligando a los responsables, ante la opinión pública en un Estado de derecho , democracia de verdad al servicio del bien común . Poder y función pública Este ciudadano preocupado del Este, considera la necesidad urgente de sanear los poderes, de la influencia subjetiva, que ha llevado al acomodo hasta del presupuesto , según apetencias políticas : un atentado directo contra los principios const

La corrupción y los peligrosos

El sistema Un parroquiano de Alberdi me dice: “Los peligrosos sostienen a la corrupción sistémica en todo el país”. Según la TGC , la ignorancia como elemento de continuo movimiento, facilita la conexión al poder . Esta claridad,  libertad y virtud, en boca de ciudadanos preocupados sobre el buen manejo de las cuestiones públicas , nos demuestra la necesidad de buscar una forma de explicar a la gente, acerca de la posibilidad real de bajar este flagelo; conociendo bien el origen de los: actos, hechos y prácticas de toda corrupción sistémica, cuyo centro está en todo poder. Ya sea como abuso, influencia o no respetando la razón de sus cargos. Los peligrosos existen en cualquier sistema político y siempre serán muy preferidos, por los mismos administradores ; por la voluntad un tanto temeraria y por su firme decisión para obedecer sin preguntar . — Alma y vida de la tiranía , —repetía el demócrata del sur — nosotros tenemos muchos de esos todavía aquí, en los puestos púb

La corrupción y el accionar

Un parroquiano del Bañado, cerca de Cateura me explica preocupado: —“La confusión de la ética, en el accionar gubernamental, nos está demostrando que transparente no es sinónimo de perfecto”. Según la TGC, teoría general de la corrupción , estudio específico jurídico y político del flagelo: la ignorancia tiene grados perfectamente delimitados y que necesitan ser conocidos, si se pretende lograr cierta eficiencia en la materia. La gente distingue perfectamente, hoy, la corrupción sistémica, como la que afecta a toda la función pública. Ya no confunde ética con transparencia, aunque siga siendo la promesa en boca de la mayoría de los políticos al tomar un cargo.

La corrupción y los disfrazados

—“Hay 5000 vacancias, en la función pública, de cara a corrupción sistémica nacional”— me decía un parroquiano del Bañado Sur, algo preocupado. Según la Teoría General de la Corrupción, todo poder tiene en sus manos la posibilidad real de bajar este flagelo: pero antes debe disminuir la ignorancia en la ocultación de estructuras. La gente va sintiendo en su piel, la importancia de una democracia verdadera; para levantar la conciencia y buscar el desarrollo, a través del respeto de las leyes y la Constitución, tanto en su cumplimiento obligatorio como en su correcta interpretación. Sostenido en un Estado de derecho igualitario, con libertad de acción y pensamiento, que últimamente, a nuestro país, le va dando su verdadero contrapeso; para sobrellevar la osada “percepción” y la transparencia fomentada en todo el mundo.

La corrupción y el ejercicio público

Me decía un parroquiano del Alto Paraná: “La costumbre de ser funcionario público con sueldo y tratar de ser empresario, debe ser la corrupción más grande que existe”. Según la TGC, si el poder público se confunde con el poder privado hay injusticia. Hasta el momento nuestra gente sigue con la idea de la política mercantilista, de gran sentido personal; olvidando, muchas veces, que el papel de cualquier funcionario, ya sea nombrado por voto popular o decreto, no puede hacer absolutamente nada para su provecho propio o el de su entorno; sino el dedicar su tiempo al bien común, conforme a las leyes.

La corrupción y los salarios

“Por algo somos campeones en corrupción”, me decía un parroquiano del Bañado Sur, al escuchar los salarios de primer mundo que perciben algunos. Según la TGC, la ignorancia es elemento de la corrupción sistémica, en todo sistema de poder. Sumado a la falta de ética, de nuestros representantes, nos da como resultado la realidad en el manejo de las cosas públicas. Que consigue hasta que la administración de justicia, caiga en el prevaricato, tipificado y penado por ley. Se debe comenzar a exigir la aplicación, de las penas previstas para este grave delito en la función pública. Para mejorar nuestra democracia, y devolver al pueblo su confianza en las instituciones de nuestro Estado de derecho.

La corrupción y los privilegiados

Nuestra democracia se parece al Carnaval de Río: siempre nos presenta sorpresas de mano de la corrupción sistémica. Según la TGC, si el poder constituido, no hace méritos para bajar la ignorancia, va perdiendo aceptación popular. Esta costumbre de nuestros políticos, de convencer ‘por el estómago’, hoy les está comenzando a jugar mal; ya que el cuarto poder, sigue tratando de servir al pueblo, contando la verdad en sus hojas.

Sobre la corrupción y los despedidos

Me decía un parroquiano del Bañado Sur, “no solo nosotros estamos en apuros en el Congreso; hay muchos despedidos; por estar al servicio de la corrupción política. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación del poder, debe ser constantemente controlada y aclarada, a fin de evitar el desarrollo de la corrupción sistémica. Nuestro país se ha convertido en el blanco predilecto, de todos los estudios sobre percepción sobre esta materia, a nivel mundial. Por esa razón, el planteamiento realizado por medio de la Teoría General propuesta (TGC), busca allanar el camino, como un principio de ciencia.

LA CORRUPCIÓN SISTEMÁTICA COMO OBJETO DE ESTUDIO DEL DERECHO

Como vimos en la sección anterior existen dos tipos de corrupción: una contra ley , que constituyen los delitos; y otra intra ley , o dentro de la ley, que constituye la corrupción sistemática propiamente. Los delitos, que son aquellas conductas especialmente prescriptas por la ley y que en su tipificación generan una sanción penal o civil, constituyen la corrupción subjetiva , donde se tiene en cuenta la intencionalidad o grado de intervención de la conducta del individuo. Esto es así también en las tipificaciones previstas sobre asociación criminal , ya que deben existir elementos probatorios muy contundentes, que atañen nuevamente a la conducta individual que premeditadamente establece lazos y funciones para la comisión de un delito junto con otros. A esto es lo que llamamos asistematicidad de la conducta, la cual puede o no comportar asociación. La asistematicidad se mide porque las conductas y voluntades individuales siguen siendo necesarias para la configuración de la

La corrupción y el empleo público

Nuestro sistema político, de tinte público-privado, tan pintoresco en el respeto de los funcionarios público: Los mismos que han electo a las autoridades, son llevados a la corrupción sistémica sin parangón. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación del poder, siempre actúa de manera fantasiosa, en la estructura de la función pública social. La posibilidad aumenta cuando, existe una gran eclosión social, a través de la democracia representativa y un Estado de derecho, sin mucha comprensión de parte de los servidores; esperando siempre seguir el sistema autoritario, confundiendo las cosas públicas con su patrimonio personal.