Me decía un
parroquiano del Alto Paraná: “La
costumbre de ser funcionario público con sueldo y tratar de ser empresario,
debe ser la corrupción más grande que existe”.
Según la
TGC, si el poder público se confunde con el poder privado hay injusticia.
Hasta el
momento nuestra gente sigue con la idea de la política mercantilista, de gran
sentido personal; olvidando, muchas veces, que el papel de cualquier
funcionario, ya sea nombrado por voto popular o decreto, no puede hacer absolutamente
nada para su provecho propio o el de su entorno; sino el dedicar su tiempo al
bien común, conforme a las leyes.
Esta
realidad en el accionar de los hechos, actos o prácticas de corrupción
sistémica confunde a la gente, ya que todos los días ven algún desliz, de los
encargados de la administración y hasta hubo quien confundió el manejo de las
cosas públicas, con un negocio cualquiera de compra y venta.
Al caer en
este punto, la política de un país, sus habitantes sufren las consecuencias.
Aún
sabiendo de estas anormalidades, podemos decir que la libertad de nuestra
práctica política ha mejorado, al tener espacio en el conocimiento.
La gran
diferencia con los países desarrollados, seguirá siendo, la falta de una buena
interpretación, de parte de los que administran el poder, ya sea a nivel
nacional o regional. Siguiendo la línea de la ignorancia en la ocultación, en el manejo del patrimonio público.
Lo dicho
por aquel ciudadano paranaense, revela que distingue con más claridad: la realidad,
la libertad y la virtud, porque, tal vez, en el día a día, se encuentra más
atormentado por los dos colosos de Sudamérica, en perjuicio de nuestra
política: Una de las causas principales de la falta de representación, movida
por los intereses personales de nuestros funcionarios, que en nombre del Estado,
hasta realizan “donaciones” anónimas de mercaderías decomisadas en la Aduana. Y
es solo el comienzo, porque queda un largo trecho de camino, aún.
Si esta
corrupción sistémica no se trata de bajar, objetivamente, el ejercicio público
irá cada día con más ignorancia e injusticia.
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