Me repetía un parroquiano del
Alto Paraná: —“La niña bonita en el país,
son la timba y la maquila: todo movido por la corrupción sistémica”.
Según la TGC, el poder,
naturalmente corrupto, debe bajar la ignorancia para poder levantar la justicia.
A simple “vista y oído”, toda
inversión sería buena, ya que mejorará de alguna manera los medios de vida; pero
si un Estado democrático, en libertad, está copado por la timba y similares
negocios, utilizando la estructura del poder para esclavizar, económicamente a
sus habitantes, la inversión se convierte en imposición nefasta.
La propaganda de un progreso en
infraestructura, se convierte en guarida de indeseables, a espaldas de la
politiquería, tan popular en Latinoamérica. Por eso nosotros en Paraguay, somos
campeones en desconocer el concepto para alegar “ñembotavy”.
IPS, gran constructor de este
sistema, hoy sigue manteniendo en la necesidad a sus obligados usuarios, y,
hasta planean desforestar gran parte de las supuestas propiedades, que tiene en
el Chaco. Las cuales fueron entregadas a y por inescrupulosos, en un Estado de
derecho, sin capacidad de hacer cumplir la Ley a favor de la sociedad.
El interés de un gobernante de
sanear, el juego de las timbas y procurar cumplir, hizo su caída precipitosa.
Las ciudades están plagadas de “juegos” permitidos y “maus”. Al mejor estilo de
la Cuba de los mafiosos.
En esa situación, lo último que
piensa la gente es trabajar en la verdadera política, ya que siguiendo la
eterna propaganda, con su apuesta, serán “millonarios al instante”.
Comentarios
Publicar un comentario