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Mostrando las entradas con la etiqueta Alto Paraná

La legalidad aparente en la corrupción

¿Contrasentido o conveniencia? Un parroquiano de Ciudad del Este afirmaba: “Tal parece que la legalidad , termina sosteniendo a la corrupción sistémica...” Esto que parece una contradicción, en realidad no lo es. Según la TGC , la ignorancia en movimiento , tiene grados ; los cuales pueden ser usados repetidamente por los poderes . Todo sistema cuyos principios aceptan y respetan el Estado de derecho , en una democracia, además de la legalidad, debe adoptar la legitimidad de las actuaciones. Y, ¿en qué consiste la legitimidad ? Es la toma de decisiones , basados únicamente en lo que la Constitución y las leyes permiten, sin atribuciones extendidas , por causa de necesidad u otras excusas , que terminan dándole un cierto ropaje legal , al desvío descarado de fondos públicos. Relaciones Cuando se utiliza el tercer grado de ignorancia , interpretativa, se suele pretender adaptar las disposiciones de la Carta Magna , a los supuestos intereses de la mayoría , que en

La corrupción y las sombras

Cosa pública Me decía un parroquiano del Alto Paraná: “La gente confunde corrupción sistémica con democracia a dedo y mendicante”. Según la TGC , la ignorancia sostiene a los poderes en actos corruptos. Nuestro sistema actual tiene como marco a la Constitución Nacional, muy exigente en sus normas, con los administradores de la cosa pública , para quienes rige inexorablemente, como principio general el artículo 106; el mismo concuerda con los convenios internacionales en la lucha anti-corrupción, aprobados y ratificados por el país. —Frente a esta situación, la gran mayoría de los funcionarios públicos de cierto poder , esperan se les acepte sus informes subjetivos y “transparentes”, como si fuesen verdaderos” —decía el preocupado ciudadano del Este. Ignorancia deliberada La falta de claridad, libertad y virtud de estos informes a medida, que, sin embargo, glorifican la transparencia, siguen siendo usados en todas las instituciones , olvidando que la ignorancia de la

La corrupción y los golpes

“Aquí en el Alto Paraná, asociamos el golpe con la corrupción sistémica”— me decía un parroquiano de Ciudad del Este. Según la TGC, si la ignorancia no baja, siempre habrá un alto nivel de corrupción sistémica: sin importar la forma de gobierno que rija un país. “Nuestra libertad de expresión y de acción, logradas con el Golpe del 89, hasta hoy solo nos demuestra la imposibilidad de bajar la corrupción sistémica, aunque todos los gobiernos que pasaron, la han utilizado a su favor”— agregaba el demócrata del Alto Paraná.

La corrupción y la jerga

Un parroquiano del Alto Paraná me decía: “Nosotros, a la jerga la consideramos corrupción sistémica”. Según la TGC, teoría general de la corrupción, el poder y la ignorancia son los elementos que conforman la corrupción.  Por eso se ha establecido una fórmula universalmente aplicable, a todos los casos. Al comprender el poder y su responsabilidad, en cualquier sistema político, que estriba en no permitir la confusión de la denominada “jerga”, de los intereses personales o sectoriales, alegando ataques en perjuicio de los intereses generales, pero solo de boca; lo cual, por definición dimos en llamar también, ideología parcial.

La corrupción y el "error"

Un parroquiano del Alto Paraná me decía: “El error puede ser voluntario y la ignorancia lo convierte en corrupción”. Según la TGC, los poderes hacen la interpretación de la ley. El campo de la sociedad preferido en el uso de los “errores” sería la política; para hacer prevalecer ciertas ideas parciales, con viso de interés general; muy difícil desentrañarlo en las acciones, ya que las ideas en democracia deben fluir libremente. Libertad de acción y pensamiento, esperando resultados positivos.

La corrupción y la falta

Un parroquiano de Ciudad del Este repetía: —“La falta es el condimento de la corrupción sistémica aquí en Latinoamérica”. Según la TGC, la ignorancia interpretativa, utiliza siempre ese término para obscurecer los hechos denunciados. Para tratar este asunto de la “falta”; se debe partir de la distinción entre derecho público y privado. El primero no admite duda o desconocimiento en el proceder de las funciones públicas. Quienes caen en supuestas faltas, pretendiendo argumentar, como si fueran hechos leves y sin importancia, se olvidan del principio de legitimidad en el manejo de lo público y social, en un Estado de derecho.

La corrupción y los criterios

“La facilidad para justificar cualquier “criterio”, en la interpretación de las leyes; acrecienta la corrupción sistémica nacional”— me decía un parroquiano del Alto Paraná. Según la TGC, el poder y la ignorancia son componentes básicos para que se construya la corrupción. Ningún sistema político es inmune a este flagelo, de carácter nacional e internacional. “Entonces el criterio de justificación es lo más llamativo” —decía el ciudadano paranaense preocupado.

La corrupción y los factores sociales

Me repetía un alto paranaense : —“Nosotros estamos acostumbrados a las posibilidades, de los factores sociales; pero siempre movidos por la corrupción sistémica, que no se puede ver a simple vista”. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación del poder, crea la percepción necesaria, para mantener escondidas, las intenciones de los grupos de interés, a costa de la estructura gubernamental. La democracia, la libertad y la primacía del Estado de derecho, tal vez no sean la perfección: pero es el único sistema que admite el disenso, para la construcción de la sociedad.

La corrupción y la obligación ética

Un poblador del Alto Paraná me decía: —“La obligación ética, siempre desconocemos, para dar lugar a la corrupción sistémica”. Según la TGC, todo poder es irremediablemente corrupto, por lo cual debe estar vigilando sus estructuras permanentemente, a fin de que pueda ser depurado; bajando la ignorancia. En la perspectiva de la prensa, estamos en un país democrático, cuando existe libertad y Estado de derecho mínimamente posibles de respetar. De lo contrario, caería en un sistema autoritario, de facto, al servicio de los politiqueros, animados totalmente en la corrupción sistémica. Olvidando cumplir su obligación ética.

La corrupción y la estafa intelectual

Me decía un parroquiano, del Alto Paraná: —“Aquí lo que más abunda es la estafa intelectual, con el amparo de la corrupción sistémica”. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación del poder, puede lograr realización de cualquier actividad, con el solo afán de recaudar para los amigos. El reordenamiento de un sistema autoritario “bananero”; en uno democrático y representativo; con libertad de acción y de pensamiento, debe ser lo más difícil para un país subdesarrollado. Ya sea por la gran necesidad económica, generada por sus monopolios; tanto, por la gran politiquería incubada cada año. Ese es el caldo de cultivo perfecto, para que los hijos directos del pasado, hoy estén plenamente acomodados en el poder.

La corrupción y los turistas

Me decía un parroquiano, del Alto Paraná: —“Aquí, muchos turistas que llegan y hacen sus compras, al salir, comprenden la importancia de la corrupción sistémica, comparando con su país”. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación del poder, que tiene sus grados, produce las necesidades y carencias de un país. En todo. Los simples cambios y nuevos cargos, solo encarecen la política del Estado, mostrando inestabilidad: que afecta a la gente más pobre, pero genera “felicidad”, entre los más favorecidos; ya sea por la ubicación social, el abolengo o la repartija de los puestos públicos y negocios de jerarquía, en su mayoría, relacionados con los entes binacionales.

La corrupción y las promesas

Me decía un parroquiano del Alto Paraná: —“La bicicleteada de las pr0mesas, aviva a los beneficiarios y la corrupción sistémica, trata de hacerlas olvidar…” Según la TGC el poder, naturalmente corrupto, utiliza a la ignorancia en la percepción pública. Esta lucha, por recibir cualquier beneficio del Estado sobre la promesa hecha a los pobladores, va tomando cuerpo, al comprender los mismos, que siempre se tarda en concretar lo prometido. Es una estrategia común de los administradores públicos, para tratar de colocar, con buen rédito, los números en el presupuesto. Un tipo de especulación financiera, con dinero público.

La corrupción y la contaminación

Un parroquiano del Alto Paraná me decía: —“La contaminación de la corrupción sistémica nos trae la navidad”. Según la TGC, el poder y su estructura, fácilmente pueden estar consumidas por la ignorancia. Nuestra democracia, a través del cuarto poder, está formando una nueva opinión, un nuevo sentir en la gente; ante los problemas sociales, de carácter repetitivo y constante, comprendiendo que la contaminación en casi todas la instituciones, cierran el año con una gran burla.

La corrupción y la confianza

—“Aquí la confianza ha terminado, sea de parte de los administradores como de los gobernados; la corrupción sistémica se la tragó”— afirmaba un poblador del Alto Paraná. Según la TGC, el poder, con una estructura al servicio de la ignorancia, lleva a la mayor injusticia social. En toda política se necesita confianza para tratar de hacer progresar a las naciones. Por eso, cuando la gente comienza a percibir la pérdida de criterios de justicia, en el Estado, comienza la inestabilidad y el encarecimiento de las cosas.

La corrupción y la desigualdad

Me decía un parroquiano al Alto Paraná: —“Dura lección nos da, el creer en los politiqueros y sus recaudadores, al amparo de la corrupción sistémica: hasta con remedios yuyos”. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación del poder, hace estragos en cualquier sistema político, si no hay justicia. Las desigualdades siempre habrán, en cualquier lugar del mundo; pero el abuso político con los impuestos, hace más pobre a la gente. Si no se establece un tributo justo.

La corrupción y la pobreza del país

Me decía un poblador del Alto Paraná: —“La pobreza del país se ha acentuado, por la corrupción sistémica, cuya consecuencias caen directamente sobre el campesinado”. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación del poder, utiliza la percepción en la política. —“El populismo es la regla en la política y los campesinos son, tal vez, sus chivos expiatorios” —me repetía el paranaense.

La corrupción y el juicio político

Me decía un parroquiano del Alto Paraná: —“Parece que en el país, los “juicios políticos”, anuncian que habrá cambio de Presidente de la República…”. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación de los poderes puede tener inesperadas consecuencias. Por la facilidad para realizar hechos, actos y prácticas de corrupción sistémica, la gente piensa que, cuando se pide esclarecer, algún acontecimiento público, con respecto a los encargados de cierto poder del Estado, lo único que valen son las especulaciones; por adivinar los resultados posibles.

La corrupción y la cara del cliente

Me decía un alto paranaense: —“Si aumentando las penas se soluciona la delincuencia y la corrupción; muchos Estados del mundo serían la maravilla en la realidad social”. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación de los poderes, utiliza a la ley en la interpretación. Este juego perverso, se puede decir, es el arma de la corrupción sistémica en el mundo entero; por eso, la simple arrogancia, de dar solución al flagelo número uno del mundo, anidando promesas y modificaciones, ya no caben en un Estado de derecho respetuoso. Eso hasta el más distraído de los ciudadanos lo sabe.

La corrupción y las oportunidades

Me decía un parroquiano del Alto Paraná: —“Las oportunidades sobran en el país, para la corrupción sistémica”. Según la TGC, si un poder no puede corregir la ignorancia, como ocultación, desemboca en corrupción sistemática. Hasta hoy los administradores de turno del país, siguen tratando a este flagelo de manera romántica y subjetiva, olvidando que la corrupción, es un sistema establecido, que necesita de procedimientos especiales, para su disminución efectiva.

La corrupción y el pueblo

“La vida actual, ha cambiado para la población” —me decía un altoparanaense . “Hoy el pueblo está a merced de la corrupción” . Según la TGC, si el poder, corrupto por naturaleza, no baja la ignorancia en la ocultación, resultará siempre injusto. Tal vez siempre fue así la vida, en todo el Paraguay. Lo cierto es, que al suceder  un hecho, acto o práctica de corrupción sistémica, hoy se puede visualizar objetivamente la situación. Desprotegido el pueblo, casi nunca armado y entrenado, para enfrentar, al estilo americano, este sistema gansteril de la época de los años cincuenta. Como sí ocurrió en otros continentes.