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La corrupción y la coerción

Conocimiento de estado público Un parroquiano de Ca’aguazú me explica: “Hoy vivimos y aceptamos a los corruptos, con nombre y apellido; ¿y la justicia ?”. Según la TGC, la ignorancia , que está siempre en movimiento , obliga al poder a manifestarse en dos únicos sentidos: auto-conservarse por medio de ella, o perder parte de su estructura podrida , aún a costa de su conservación parcial o total. La opinión pública diariamente es capaz de administrar mucha información , con más razón si el sistema de gobierno respeta la libertad de acción y pensamiento ; buscando construir una democracia de verdad , protegiendo a los protagonistas y enseñando a los jóvenes: en el respeto del bien común a favor de todos. Con un Estado de derecho capaz y actuando lo más rápido posible en casos de “ coerción ”, para evitar la falta de credibilidad de esa misma administración de buen vivir, para el desarrollo del país. Cuarto poder e inseguridad ciudadana La prensa está demostrando mucho

La corrupción y la libertad de expresión

No existe un condimento más necesario y utilizado, en una democracia verdadera, que la libre expresión; pero, que en contrapartida, es muy perseguida, para que no dañe los intereses de la corrupción sistémica en todo poder público. Según la TGC, todo poder tiene a su favor interpretar la Ley. Es su prerrogativa. Conocida en el vox populi “ el que manda hace y aplica la ley ”, cerrando incluso la posibilidad de exigir la buena interpretación. Este sistema, llamado en toda Latinoamérica “democracia bananera”, sostenida generalmente con gobiernos de facto, contiene una gran propaganda de “libertad”. Sin embargo, en la práctica política, el Estado de derecho sufre grandes grietas. En casi todos los Estados de América, el principio de libertad de expresión y de idea, se constituye en catecismo; sustentados en la Carta Magna, para tratar de salvaguardar la buena interpretación, que no permite caer en la corrupción sistémica.

La corrupción y los hombres públicos

Me decía un parroquiano del Bañado sur: “Aquí los hombres públicos, están muy confundidos: al servicio de la corrupción sistémica”. Según la TGC el poder puede ser fácilmente absorbido por la corrupción, cuando no disminuye los niveles de ignorancia en su estructura. La simple “disculpa”, usual entre los ciudadanos comunes, es inaplicable a los hombres públicos, ante una sociedad democrática y con un Estado de derecho, vector del buen funcionamiento de las estructuras del poder.