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Mostrando las entradas de octubre, 2013

Los créditos y la corrupción

La maquinaria de la gran corrupción sistémica, se prepara y perfecciona, a través de los créditos, a nombre del pueblo paraguayo. Según la TGC esta corrupción, utiliza a los tres poderes del Estado, en la ignorancia, utilizando la ocultación; pero, con resultados a la vista: escuelas mal construidas e inservibles; hospitales sin medicamentos ni instrumentos necesarios para salvar vidas; rutas mal hechas, o que solo figuran en los planos y proyectos de asesoría. Todo es pagado por el Estado. Pero los más perjudicados, finalmente son los más necesitados de estos servicios públicos. Hasta hoy, los créditos realizados para el "desarrollo", no pueden ser devueltos, por el mal uso que se les ha dado. Sin cumplir con las promesas electorales de los politiqueros. Hoy tenemos  el relevamiento de estos créditos incumplidos, en todos los poderes, con nombre y apellido, gracias al cuarto poder: preocupado de dar saneamiento a la democracia, representativa, que está comprometiendo a

Buen gobierno, o corrupción

La fe es la moneda de cambio más usada, en la economía; pero aplicada a la disminución de la corrupción sistémica, sencillamente, es una demagogia; de no existir un “buen gobierno”. Si para obtener una ley, se está violentando el Estado de derecho constitucional, qué nos espera en la realidad de su aplicación. Como ya ha ocurrido con las leyes referidas a la protección ambiental.

El riesgo propio: La corrupción

El negocio más difícil, tal vez, de manejar, es el  Estado. Ya que, la corrupción, lo tiene aprisionado, siempre, a la espera de beneficiar a los socios del sistema. Según la TGC, el Estado casi nunca es un buen patrón; por la facilidad del poder, como tal, de extenderse y despersonalizarse.

Venalidad y corrupción

Es bueno tratar de comprender lo que algunos políticos, están intentando justificar, a la gran población del país; acerca de la supuesta, "mágica" desaparición que tendrán la venalidad y la corrupción, con la ampliación de los negocios público- privados.

La corrupción y el Poder Legislativo

(Una introducción al análisis de las leyes injustas y las leyes corruptas) Todos los componentes del Poder Legislativo, en una democracia, son políticos, y como tales, se encargan de dar vida al Estado. Por ser representantes de las distintas comunidades o pueblos, ostentan, con la Constitución Nacional vigente, un poder bastante amplio y autónomo para defender los intereses de sus departamentos y comunidades. La ignorancia de los legisladores se revela al momento de auto adjudicarse sus dietas y beneficios, desmedidamente, y sin tener en cuenta la realidad económica del país.

Sensibilidad y corrupción

La responsabilidad moral debida, desde el punto de vista ético, no le permite a ningún senador de la Nación alegar "persecución de la prensa", ante pruebas irrefutables para la opinión pública; de los hechos, actos y prácticas que se cometieron. La sensibilidad ciudadana tuvo una explosión, a causa de la corrupción sistémica; sostenida por la ignorancia ante la falta de la cultura ciudadana, para defender la democracia participativa, en libertad; en el marco de un Estado de derecho constitucional.

Multa: el poder y la corrupción

El país está comenzando a dar sus primeros pasos, en la democracia, tanto en libertad de acción como de ideas. Y su contrapeso, es la molestia de los que están en el poder; al descubrir su proceder arbitrario y equívoco, contraviniendo el mandato constitucional. Donde la corrupción se visualiza rápidamente y cuyos responsables deben, mínimamente, responder por su actos, hechos o prácticas en la función pública: donde no se admite , con mayor gravedad, la ignorancia; ya sean funcionarios nombrados por decreto o electos para representar al pueblo.

Capítulo aparte: La corrupción

Hay una inmediata respuesta, como capítulo aparte, por parte de la Corte; con la finalidad de corregir el abuso imperante, en las asignaciones salariales en los cargos administrativos del Poder Judicial. Han prometido que se volverán a ajustar los emolumentos. Para corregir estas lesiones administrativas, la máxima instancia judicial, se tuvo que expedir por medio de una acordada.

Relaciones, poder y corrupción

Todo progreso social, en manos de una democracia participativa, en libertad de acción y pensamiento, con la costumbre y relaciones incorporadas durante los gobiernos totalitarios: donde la obediencia en silencio, es parte del mismo poder. Y cuando la corrupción sistémica corroe, solo aparece como responsable el dictador.

Poder, capacidad y corrupción

Últimamente la democracia participativa, constitucional; con libertad de acción y de ideas, está dando una buena lección al pueblo, al conocerse: 1) la capacidad real y los límites del poder, y, 2) la influencia de la corrupción sistémica en el mismo.

El poder ejecutivo y la corrupción

Desde la toma del poder en una Nación, ya sea a través de elecciones libres, o en sangrientas revoluciones y golpes de Estado, puede notarse con claridad el grado de cultura de quienes detentarán el gobierno. Con el correr del tiempo, las características propias de los gobernantes se van acentuando para bien o para mal de las naciones. Y de ese ego dependerá precisamente el desarrollo u opacidad de un país.

Falsedades y corrupción

En el corto tiempo de un nuevo gobierno, nos pudimos dar cuenta de la gran cantidad de hechos, actos y prácticas de corrupción, que se desarrollan en todo el país; de la falsedad de los administradores, en todos los órdenes; de los manejos y el abuso ejercido en los nombramientos, en los distintos poderes, para justificar favoritismo a los amigos, parientes y correligionarios.

Impacto social y corrupción

Así como se perdió el derecho a la clasificación, para llegar a participar del mundial en el vecino país; existe un alto impacto social dejado por la gran corrupción, que campea en todos los órdenes del quehacer nacional. Que, gracias a la democracia, estamos comenzando a comprender. A participar, opinando, a través de un escrito público o de Internet. Se pueden ver los daños colaterales de la corrupción sistémica en nuestro país.

La alternancia y la corrupción

Hay mucha fe en la alternancia, dentro de un sistema democrático; por la percepción de la población, en general.Sin embargo, a la corrupción sistémica no le interesa ninguna percepción, mucho menos sobre la alternancia. Su único objetivo es recaudar, sin importar cómo. Es un sistema que los políticos deben ser capaces de conocer, no solo como funcionales al mismo; sino en su aspecto jurídico, para así, al menos, tratar de cumplir con las promesas hechas a sus votantes. Con mayor razón, aún, en una democracia participativa, en el marco de una Constitución social, que impulsa a ser capaces de buscar la solución, para los más necesitados, buscando la justicia en el desempeño de la función pública.

El prevaricato y la corrupción

El prevaricato es una figura jurídica conocida en el derecho paraguayo. Su análisis es elemento, necesario, para disminuir la corrupción sistémica en el país. Según la TGC, el poder es naturalmente, corrupto, y ésta realidad necesita ser comprendida, por sus encargados ocasionales; de modo a que no caigan, tan fácilmente, en la corrupción para su propio beneficio, en perjuicio directo del Estado y sus ciudadanos.

Revitalizar, ¿la corrupción?

Siempre me pareció difícil luchar contra el flagelo de la gran corrupción, en cualquier gobierno, sin importar en qué sistema político; en nuestro caso en particular: democracia representativa y participativa. Con libertad; en un Estado de derecho, hasta hoy, respetado desde la Constitución,  a la cual, precisamente, los dueños actuales de los poderes, prometieron, ante el pueblo al jurar: Respetar y hacer respetar; luchar contra la corrupción. Sin embargo, en este corto tiempo, al parecer, se ha revitalizado la corrupción, en alguno de los poderes públicos, quedando en saco roto las promesas emitidas al asumir los cargos y bancadas.

El saneamiento y la corrupción

Cada día nos parece más preocupante, la conducta antisocial de la gente; al tratar de vivir este sistema democrático; participativo, con libertad de acción y de pensamiento, cuyo árbitro es el cuarto poder, enemigo mortal de la corrupción sistémica; tan temible, para toda sociedad. Nos damos cuenta entonces, que las instituciones de carácter disciplinario tales como: tribunales de conducta o tribunales éticos, no pueden disminuir la corrupción; ya que la misma es una sucesión de hechos, no siempre atribuibles a una sola persona. Por lo tanto, solo puede ser tratado y controlado, por medio de la buena aplicación de la ley. Levantando la moral de la función pública.

Los responsables y la corrupción

La democracia; con un Estado de derecho, en libertad; respetando los principios constitucionales, está comenzando a tener sus frutos en la sociedad paraguaya. La fuerza policial, con total responsabilidad, ha ordenado esclarecer hechos de corrupción, temerarios, en sus filas; asegurando que “acompaña al gobierno en su lucha contra el flagelo de los secuestros y extorsión”. Que solo existen si el poder es dubitativo en cumplir con su responsabilidad, dentro de las instituciones públicas.

LA DEFORESTACIÓN Y LA CORRUPCIÓN

Es de conocimiento público, la vigencia de una ley que prohíbe la deforestación, en la Región Oriental. Que castiga  con pena carcelaria, a los ejecutores, cómplices y encubridores. Se encuentra a cargo de una fiscalía especializada; de la policía ambiental y hasta de un Ministerio del ramo. Es decir, existen las instituciones, además de personal, encargados de hacer cumplir la ley.

¿Por qué se ha formado un sistema de la corrupción?

La tercera parte nos aboca en la tarea de describir el funcionamiento del sistema, la manera de interrelación de sus agentes y los resultados observables y previsibles a mediano y largo plazo. Pero antes debemos aclarar la razón por la que se necesita el establecimiento de un sistema de la corrupción, siguiendo con el proceso de las tres fases, y la acción jerárquica de la tres categorías de ignorantes, como desmenuzamos en el capítulo anterior.

Recursos Humanos y la Corrupción

Los países subdesarrollados pierden, diariamente, a sus recursos humanos, por la gran corrupción que aflora; sin posibilidad de combatir; por la falta de enseñanza y metas claras a favor de los jóvenes: en todos los ámbitos, desde lo deportivo hasta lo cultural. Eso impide que se realice una verdadera renovación, sino más bien mecánicas repeticiones, para seguir manteniendo sus sueldos. Entre supuestos educadores y dirigentes, dirigidos, a favor de sus padrinos y comadres.

Sospechas: la corrupción

La generalidad de la gente del país, está comenzando a sentir, lo que implica solución, ante tanto desbarajuste, en todos los poderes; sospechando, que si no se disminuye la gran corrupción, es casi imposible esperar el tan mentado y esperado progreso del Paraguay. Casi todas las instituciones, en la mira; sospechas de estar con un alto déficit, con los manejos “transparentes”, que tanto les gusta a los politiqueros, para justificar su administración pública.

Intereses colectivos y corrupción

Nuestra Constitución, que establece un Estado social de derecho, resalta los intereses colectivos, en busca del bien común; esto es, poner al conjunto de la Administración del país, en pos del bienestar de todo el pueblo. Ya sea previniendo o solucionando los problemas de la vida diaria. Si las instituciones y sus encargados cumplen con su misión, cuidando y protegiendo a los habitantes, de la corrupción sistémica: La gente comienza a valorar la labor de sus Ministros.

Inestabilidad y corrupción

Aflora la inestabilidad en muchos sectores del país, como resultado del interés de los nuevos dueños de los poderes; los que son de posible cambio y los otros, que continúan, son exigidos a tratar de sanear la corrupción.

Relación final entre la ignorancia y la corrupción

Propuesta una clasificación de los ignorantes y determinado el origen del sistema de la corrupción, deducimos: La ignorancia y la corrupción transitan de la mano en una Nación, para pervertir y perjudicar a los incautos. Los demás, considerados más avispados, al sentirse impotentes para luchar contra éstos males, y no teniendo intenciones de participar del sistema, sencillamente callan y producen un 50 ℅ menos. Haciendo lo necesario para subsistir y no ser molestados.

Responsabilidad institucional y corrupción

Participar de un Estado democrático, con libertad de ideas, y respetando un marco constitucional de derecho; engrandece a cualquier gobernante y lo compromete más, junto a la responsabilidad institucional del país. En esa circunstancia, la corrupción también está presta y esperando, sin apuros, a los encargados de los órganos públicos: cuyos directores, así como los electos, senadores y diputados, los conforman, con la calidad, también de funcionarios públicos.

¿Qué es la corrupción para el pueblo?

Luego de esta escaramuza de conceptos y de la configuración de un sistema completo, llega la hora de explicárselo a los niños y a los jóvenes. Primeramente, no es posible en la actualidad darles una definición ni un concepto particular de la corrupción, ya que la dogmática jurídica sobre el tema se encuentra en su primer andar. Desde el punto de vista moral, la juventud encuentra mucha enseñanza y predicación en los grupos religiosos y de culto, y en los mismos centros educativos; pero en el ejemplo diario y la difusión desordenada de la prensa, respecto a los “hechos de corrupción”, dan un oscuro panorama a las mentes de nuestros descendientes.

"Error procesal" y corrupción

La gran corrupción, justamente, se manifiesta, comúnmente, como un error procesal, que conduce a su sistematización en un poder. Como la estructura facilita, normalmente se justifica, como si se tratara de un simple error administrativo-procedimental, de los directores y funcionarios, de una repartición pública. Según la TGC , ningún error es “justificable”, en la función pública. El o los funcionarios deben ser responsables, según el 106 de nuestra propia Carta Magna.

Subdesarrollo y corrupción

Me preguntaba un parroquiano, allá, cerca del Río Paraná: “¿La subdesarrollo es porque somos pobres?”. —Es uno de los motivos…—Le contesté. Apenas pude terminar la frase y continuó diciendo: “Pero, ¿unión de Estado y particular, siempre pierde el Estado? El paraguayo tarda en reaccionar, pero es preciso al andar; en su objetivo; cuando va comprendiendo su realidad en el mundo moderno.

Privilegio indebido y corrupción

Somos testigos de la corrupción sistémica, por el privilegio indebido que nuestro vecino, el “más grande del mundo”, con la ayuda de las más duras dictaduras de Latinoamérica, en cumplimiento de la doctrina más antidemocrática conocida en el mundo entero, sigue aplicando sobre nosotros. Para el despojo de nuestros legítimos derechos de condóminos, expresado en el Acuerdo firmado entre los dos países.

La desnutrición aguda y la corrupción

Hasta ahora podemos decir: no se llegó a la desnutrición aguda en el país, aunque existen focos de ello en algunas ciudades y departamentos, tanto por la mala política, como por la corrupción sistémica. Existen necesidades cíclicas, a las cuales nunca se les prestó la debida solución como tal; siempre se utilizó como alcancía de algunos, para sacar resultados de un dinero fácil, en los casos concretos, sin que nadie se haya preocupado de esta realidad.