La
tercera parte nos aboca en la tarea de describir el funcionamiento del sistema,
la manera de interrelación de sus agentes y los resultados observables y
previsibles a mediano y largo plazo.
Pero
antes debemos aclarar la razón por la que se necesita el establecimiento de un
sistema de la corrupción, siguiendo con el proceso de las tres fases, y la
acción jerárquica de la tres categorías de ignorantes, como desmenuzamos en el
capítulo anterior.
La
sistematización de la corrupción se hizo más que necesaria, ya que la única
manera de mantener la impunidad, en los hechos de corrupción que involucran a
los altos funcionarios, sea tal vez, estabilizando la dogmática; teniéndola
en un letargo e idealismo impracticable.
De
esa manera se mantienen la ignorancia y el desinterés de los estudiantes de
Derecho, Economía, Sociología y otras ramas sociales sobre los “temas
políticos”.
Con
la desidia de los profesionales, el afán sensacionalista de la prensa es insuficiente para llegar a los
verdaderos responsables de los más alarmantes hechos de corrupción.
Se
llega a las imputaciones, pero por inocuidades procesales, nunca se llega a
demostrar el delito ni la culpabilidad de los protegidos del sistema.
¿Como
puede llegarse a tal incertidumbre volitiva?
Sólo
con la instauración de un sistema.
La
lucha se trata actualmente de individualidades honestas, contra grupos de poder
instaurados en los tres Poderes del Estado. Eso es un sistema.
El
sistema de gobierno corrupto en democracia, posiblemente, más perfecto del
mundo. Porque es el mismo pueblo el que entrega el poder a los representantes
del sistema.
(Extraído del libro "La ignorancia y la corrupción: El origen de un sistema")