La democracia; con un Estado de derecho, en
libertad; respetando los principios constitucionales, está comenzando a tener
sus frutos en la sociedad paraguaya.
La fuerza policial, con total responsabilidad,
ha ordenado esclarecer hechos de corrupción, temerarios, en sus filas;
asegurando que “acompaña al gobierno en su lucha contra el flagelo de los
secuestros y extorsión”. Que solo existen si el poder es dubitativo en cumplir
con su responsabilidad, dentro de las instituciones públicas.
El procedimiento de la policía, para buscar la
claridad, sin importar mayormente quién esté involucrado, ni el grado que
ostente, está demostrando al ciudadano, que la institución está comenzando a
ser respetada por sus funcionarios; responsables de las mismas, para unirse
efectivamente con la población, para buscar la seguridad de todos.
Gracias a la manifestación de la gente, que
exige; al gobierno que sigue instando a que se denuncie la corrupción; nuestra
democracia está creciendo, en la libertad de acción y de ideas: camino seguro
para ir disminuyendo la ignorancia, que fue siempre el caballito de la
corrupción en todos los países bananeros. Estatus que hoy estamos comenzando a
superar, gracias a la prensa y un poder que piensa y quiere respetar y hacer
respetar la Constitución ,
sin otra razón más que la justicia y la equidad para todos los que viven en la
República.