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Mostrando las entradas con la etiqueta Cuarto Poder

La corrupción y la moralética

Prensa, ignorancia y doble moral Un parroquiano del Bañado Sur, allá, pegado a Cateura , donde la basura hace nacer música, me dice: “La doble moral sostiene a la gran corrupción nacional”. Según la TGC , la ignorancia es elemento de la corrupción sistémica , un factor dinámico , central para su configuración total. En toda sociedad la moral sostiene a la ética , para establecer valores ; mientras que el cuarto poder , juega un papel muy importante en la difusión. “Una prensa que no respeta el límite de los actos, hechos y prácticas , abusando de las repeticiones, cae en apología de la delincuencia organizada, instando a los niños a imitar. Tal vez sea motivo de la precocidad”, insistía el ciudadano. La moralética sostiene a toda prensa responsable que enseña e instruye a sus lectores, buscando el progreso . Sistema político Nuestra democracia tiene muchas carencias económicas , y principalmente, en el respeto del medio ambiente , sigue en deuda ante los atrope

La corrupción y las noticias

Un parroquiano de Pedro Juan, se quejaba del cuarto poder , mientras veía las noticias nacionales: —“Pero, ¿acaso hay corrupción en el país?”. Según la TGC (Teoría General de la Corrupción), la ignorancia siempre está en movimiento, por ser elemento dinámico del sistema. “Esta idea de solo buscar ventilar  los actos, hechos y prácticas de la corrupción sistémica, a través de la prensa, casi nunca tuvo efecto positivo, y últimamente, hasta se puede pensar que resulta un medio de “lavar” a los peces gordos, de tales acusaciones”— explicaba el ciudadano del Norte.

La corrupción y la obediencia política

Me decía un parroquiano del Bañado Sur: —“Aquí, la única obediencia que existe: es para la corrupción sistémica, de la cual son responsables los políticos”. Según la TGC , la ignorancia en la ocultación del poder, se maneja en la política y en la interpretación de la ley. Al tener un sistema democrático, la gente puede, fácilmente, comprobar el origen de los males sociales; del presente o del pasado. Pero, el cuarto poder, juega un papel trascendental, para que la información provista a los ciudadanos, pueda, realmente sanear la política y no solamente publicitar, promocionar y posicionar, a la politiquería , como el statu quo. Como parte del folclore, pretendiendo hacer creer que tiene nuestra aceptación cultural.

La corrupción y el despertar

Últimamente, la ciudadanía ha mantenido un despertar absoluto, sobre la democracia y la corrupción sistémica. Según la TGC, si la estructura del poder no puede disminuir la ignorancia, se producen las injusticias, expresadas en las propias decisiones gubernamentales. Hemos desarrollado y demostrado que la corrupción sistémica, es la que hace posible, la existencia de la corrupción genérica (crimen o delito común: individual u organizado). Es así en el mundo entero.

La corrupción y los "copiatinis"

La juventud, muchas veces, nos hace cometer errores, que son muy bien aprovechados por la corrupción sistémica. Según la TGC, todo poder, al no corregir, desde un primer momento la ignorancia, termina siendo tragado por la corrupción sistémica. Este flagelo social, tal vez sea el obstáculo más difícil de sortear, para cualquier político en el mundo. Que, como lo hemos explicado, se manifiesta de dos formas: una grande y otra pequeña. Hoy y siempre, desde el albor de la civilización, se ha imposibilitado su eliminación, por resultar indispensable, para lograr el progreso de la humanidad.

La corrupción y la alfombra roja

Me decía un parroquiano del Alto Paraná: “La corrupción, hasta alfombra roja le coloca a los nuevos mandamases”. La TGC, explica, objetivamente, porqué cuando la gente pierde la fe en los actos de gobierno, florece la injusticia. La corrupción sistémica ha combinado todos los colores, en nuestro país. Pero, de lo que la sociedad haya experimentado, es la primera vez que una empresa vialera, ganadora de una licitación, tenga que alquilar maquinarias de otra, a fin de realizar un “teatro de inauguración de ruta”.

La corrupción y las buenas intenciones

Con razón los paraguayos somos tildados de ser los más ilusos, en toda Latinoamérica: Estamos prestos a escuchar las ‘buenas intenciones regionales’, de la democracia con corrupción sistémica; pero a voluntad de los vecinos expoliadores. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación del poder, debe bajar, para que toda sociedad progrese. Aquí las buenas intenciones, en éste ‘cónclave’ político, resuelve que se debe ‘luchar contra la pobreza’. Olvidando que la misma es consecuencia directa, de la corrupción sistémica promovida como dogma económico en toda América.

La corrupción y la colegiación obligatoria

Un parroquiano del Bañado Sur, me decía: “Si ahora obligan a los profesionales a pedir permiso para trabajar, cada día el pobre estará  más abandonado aquí…” Según la TGC, la ignorancia en la ocultación del poder, puede causar estragos en los países subdesarrollados; mientras que, en los más avanzados, hasta puede pasar desapercibida. La figura de la ‘colegiación’, parecía superada en nuestro país; no tan ética cuando se trata de cuestiones sociales. No solo porque existen muchas profesiones sin título; sino porque el ‘claquismo’ de la democracia bananera, nos llevará, más fácilmente a cortar la libertad profesional, que a mejorar la calidad, utilizada como motivo para la promulgación. Los favorecimientos o “empujoncitos”, para tal o cual familia, partido, grupo o compadre del poder, es una realidad visible hoy por hoy, en cualquier adscripción social, función pública o registro profesional. Tanto más podría verse reforzado, en una cuestión limitante y fundamental, individual

La corrupción y el 'control ciudadano'

E l despertar de la democracia en el país, otorga la posibilidad de conocer, a todo el poder, por medio del control de los propios ciudadanos; gracias, al buen servicio de la prensa, también llamado ‘cuarto poder’. Según la TGC, si la ignorancia en la ocultación de un poder, no disminuye sustancial y progresivamente, durante un gobierno, existe cada vez más injusticia. Bajo este principio se ciñe, la trascendencia del estudio de la corrupción, como una materia científica, en la acción política.

La corrupción y la prescripción constitucional

A este flagelo solo podrá disminuirse y comprenderlo, respetando las prescripciones constitucionales, de un Estado de derecho, en democracia. Esto es así, según lo explica la TGC, porque todo poder nace de la corrupción y solo el derecho puede equivalerlo, para al menos dar posibilidad de defensa civil al pueblo. La costumbre de las democracias bananeras, ha hecho temblar a toda Latinoamérica, al decir una cosa y hacer totalmente otra. Resguardando intereses personales o comerciales, de los amigos, conocidos y correligionarios, en nombre de un sistema; total, la política, sin la exigencia de preceptos constitucionales vinculantes, es un simple festín, en manos de politiqueros: sin ética ni principios. Así es como se sigue confundiendo a la gente, sobre el bien común, con discursos y promesas vanas, que ocultan en la ignorancia, los intereses de unos cuantos. Algunas instituciones públicas necesitan ser saneadas y re-encausadas, para bajar el índice de hechos, actos y prác

La corrupción y la prensa

Unidos de cuerpo entero, como siameses, en toda sociedad del mundo: La corrupción necesita a la prensa para simular cualquier objetivo económico, así como la prensa barata necesita de la corrupción sistémica, de los recaudadores del Estado, para sostener su ideología propagandística financiera.

La corrupción y el ambiente de inseguridad

La exigencia mayor del sistema democrático participativo, con un Estado de derecho, es la mitigación del ambiente de inseguridad, que permita disminuir la corrupción sistémica en el país. Según la TGC, el poder, por medio de la percepción, trata de mostrar tranquilidad a los habitantes; principalmente cuando el pueblo considera, a la corrupción, como la principal causa de tal situación.

Sobre la corrupción y la ideología

El miedo, con el que muchos de los paraguayos fuimos formados, en nuestras familias y la comunidad; sumado a la falta de diálogo, nos hizo desconocer lo que significa una ideología; su importancia en la política y el  cómo combatir la corrupción sistémica. Según la TGC, la política tiene como elemento central el ‘poder’, cuyo objetivo debe ser disminuir la ‘ignorancia’. Crecimos sin doctrina política auténtica, mucho menos nacional; desconociendo y despreciando, muchas veces, lo nuestro. Una imposición, que resultaría muy perjudicial para nuestro desarrollo económico y social. En un país lleno de politiqueros, manejados desde el exterior, al mejor postor. Fue así, desde el final de la ‘Guerra Grande’. Todas las doctrinas jurídicas del país, fueron importadas. Por esa razón es que grandes intelectuales nacionales, como Teodosio González y otros, no eran bien vistos por la clase política; porque aquellos pretendían devolver esa independencia ideológica a la patria, tan nece

Sobre la corrupción y cómo desarrollar el bien

El pueblo paraguayo es muy noble; siempre está dispuesto en apoyar el “bien”, pero necesita desarrollarse levantando la conciencia, para disminuir la corrupción sistémica que lo agobia. Según la TGC, si disminuye la ignorancia en la ocultación del poder, la corrupción sistémica también irá en descenso.

Sobre la corrupción y la ecología

Nuestro país será, tal vez, de los pocos del continente latinoamericano, donde el respeto por la ecología, principalmente en cuanto a los cauces hídricos, está tan abandonado a la corrupción sistémica, sin ningún tratamiento. Según la TGC la estructura del poder en la democracia, debe ser capaz de combatir la corrupción, por medio de la disminución de la ignorancia. El Paraguay, conocido por su abundante agua dulce, se está contaminando; por la debilidad de sus administradores y la falta de enseñanza de una buena política sobre el tema. Hoy sabemos, a través del cuarto poder, y confirmado por algunos intendentes, que el país comenzará a buscar la solución, a los hechos, actos y prácticas de corrupción; a fin de poder cumplir con los servicios públicos que la ciudadanía reclama. Este sistema democrático representativo, está dando luz verde a todos los administradores del Estado, para que puedan tomar los préstamos internacionales, pero garantizados por todo el pueblo p

La corrupción, arma de doble filo

Hoy la ciudadanía comienza a comprender, que la corrupción sistémica es un arma de doble filo, cuya consecuencia siempre es pagada muy cara por el pueblo; igual que la consumición de los amigos. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación del poder, solo puede ser esclarecida por la prensa, en una democracia verdadera.

La corrupción= Vicio + Ignorancia

Me decía un parroquiano del Bañado “Cateura”, hoy muy famoso por su orquesta de instrumentos reciclados; rescatado del vicio y la ignorancia, como un lunar en la perversión: —“Si cada uno de los senadores y diputados comen, a costa del Estado por valor de ciento cincuenta mil guaraníes por día; eso equivale a 17, 7 % del salario mínimo mensual. Además de algunos otros privilegios y beneficios adicionales, que ellos mismos se auto-retribuyen de todo el presupuesto nacional, sin aparecer de su seno una sola voz de protesta hasta hoy…” Según la TGC, toda injusticia, es la suma de vicio e ignorancia, lo cual da como resultado corrupción sistémica.

"La corrupción con viso de legalidad"

Una de las características de la corrupción sistémica, es el viso de legalidad que tienen sus hechos, actos, e incluso, prácticas corruptas en el Estado. Según la TGC, la estructura del poder en toda la función pública, es responsable a través de sus funcionarios, sea cual sea su rango, categoría o forma de elección. Esta realidad, de que los jefes o altos funcionarios, sean responsables directos de la corrupción sistémica, nos les gusta mucho a politiqueros encargados de algunas instituciones públicas.

Discurso sobre cuarto poder, anticorrupción y justicia

El presente artículo, un medio discursivo por cierto, tiene dos objetivos principales y un tercero subsidiario que es consecuencia de los dos primeros. Uno: Determinar en dónde radica el poder de la prensa en un estado de derecho. Dos: Establecer la relación que tiene el denominado “cuarto poder” con la lucha anti corrupción  A partir de esta ubicación y relación sistémica, podremos describir su incidencia en el sistema global de justicia del país (tercer objetivo). “Campo fangoso”, diría un baqueano de la política.