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Mostrando las entradas de diciembre, 2013

LA CORRUPCIÓN Y LA GENTE

El susto de la gente sigue igual. Al nombrarle a la corrupción, no dejan terminar una frase y te dicen: —“Aquí en el país, la corrupción es la que manda”. Según la TGC, la injusticia, es el vicio y la ignorancia, cuyos responsables son los encargados de los poderes. Esta es la parte obscura de la democracia; si miramos solamente el interés de servirnos del sistema. Nos encontramos desprotegidos ante la realidad de los hechos, actos y prácticas de la corrupción sistémica imperante.

LA CORRUPCIÓN: "MERCADEO IMPLANTADO"

Para la gran corrupción, la economía es su caldo de cultivo perfecto. En los países subdesarrollados, haciendo uso de un mercadeo implantado, sobre una supuesta necesidad, manejada hábilmente en los poderes. Según la TGC, un sistema democrático verdadero, es la mejor manera de disminuir el flagelo. Por eso, hoy nos damos cuenta, a través del cuarto poder, lo defraudado al sufrido Estado, en los distintos Ministerios y sus ex ministros, a nombre de los campesinos; esperanzados de siempre, en lograr un levante en su paupérrima situación.

CORRUPCIÓN Y DESASTRE ECOLÓGICO

Los cauces hídricos; ríos, arroyos y lagos: totalmente contaminados. Pese a contar con Ministerios con presupuesto, que deberían cuidar y enseñar todo lo referido al saneamiento ambiental; generando, inclusive, el voluntariado, como un medio de ayuda a los funcionarios públicos asignados. Creemos que es la única forma de intentar, atajar este desastre ecológico, impulsado por la corrupción sistémica, amparada en las estructuras de poder. Según la TGC, si los administradores de los poderes, no hacen cumplir la ley, con equidad y ética, existe injusticia en la población.

LA CORRUPCIÓN: CONFLICTO PERMANENTE

En estos últimos días del año, la gente está en conflicto permanente; por los cambios y subas, en los productos de primera necesidad: sumado a la poca atención con que cuentan, en esta época, los hospitales públicos. Me decía un parroquiano, en el Bañado Sur: —“Si estos imputados, peces gordos, devuelven lo defraudado, no se necesitará aumentar el costo del pasaje. Hasta los niños, en las escuelas, podrán tener sus meriendas” Según la TGC, la falta de conocimiento, de lo que es la corrupción, objetivamente, en el derecho, lleva a la población al conflicto permanente.

La política verdadera

—La política subyuga a una persona. La atrapa en sus propias necesidades, por pretender hacer algo más a favor de los otros. Esta forma de ser y existir, de a poco va quitando hasta profesionalismo a las personas, aquellas que pretenden practicar la buena política, perdiendo el deseo mismo de lo material, para pensar en la virtud y en el cómo curar las enfermedades sociales. —Y otra realidad importante: La ciudadanía pide, hoy en día, la participación activa con sus representantes. Debo ser sincero: Me doy cuenta que este pedido de los ciudadanos, fue, tal vez, el motivo para generar la explotación a través de los medios masivos de comunicación, en todo el mundo, y por supuesto, en Paraguay, para crear con esa idea los políticos comerciantes, generando el mercantilismo político. La política de la conveniencia. La política falsa.

La democracia

En la democracia, según la doctrina curacionista, que tratamos de explicar en el Movimiento Nación Grande, partimos, en la carrera política, como seres humanos; formando familias, sin que nadie esté por su partido político o por cualquier privilegio, que le permita atribuirse como los únicos capaces. Todos somos iguales y tenemos el mismo derecho, de participar para la elección de autoridades, en la carrera política nacional. Me gusta la perseverancia para conseguir un objetivo, igual que en la práctica del atletismo. Recién en la carrera, tenemos el valor de hacer realidad el convencimiento para mejorar la sociedad.

La corrupción peligrando la seguridad

Como elemento imprescindible, de toda sociedad civilizada, la corrupción está permanentemente: Apeligrando la seguridad de una democracia representativa, cuando los encargados de los poderes, no respetan el Estado de derecho. Según la TGC, la democracia con un Estado de derecho, bien interpretado, puede disminuir paulatinamente la corrupción. Hemos crecido en una democracia bananera, al servicio de la corrupción sistémica, sin límite, entregando todos nuestros recursos naturales y expoliando a nuestros hermanos indígenas.

La corrupción y el ocultamiento

Un sistema económico, manejado por la corrupción sistémica, mantenido por la ocultación, puede, a través de la percepción, hacer creer frases como: “El país más corrupto de Sudamérica”. Según la TGC, el poder es una entidad, naturalmente corrupta, que utiliza a la ignorancia como ocultación del sistema. Esta realidad nos obliga a todos los paraguayos, a conocer la corrupción para tratar de disminuirla. Ya se ha demostrado, con meridiana claridad, que la misma, obstruye el progreso, de las naciones y perjudica a los más necesitados; justamente, de esos bienes públicos, utilizados a favor de la corrupción sistémica.

Corrupción y negligencia

En nuestro país, suele ser costumbre, de la gente que está encargada del manejo, de una industria, el querer solucionar todo, con la implementación del término “negligencia”; ante la ocurrencia de los hechos y perjuicios. Casi nunca se admite o reconoce la corrupción. La TGC* explica los dos tipos de corrupción, los cuales deben ser entendidos, suficientemente, desde el punto de vista jurídico, a fin de poder separar—  y no seguir confundiendo— los delitos comunes, con aquellos hechos, actos y prácticas de corrupción. Éstos se enmarcan siempre dentro de un sistema completo de poder, por eso son parte dinámica de la denominada, corrupción sistémica.

La corrupción y la institucionalidad

La corrupción es un sistema con viso de legalidad, a la vista de la ciudadanía, ya que se plasma en una  ley o “acuerdo”, de cumplimiento obligatorio para todos los ciudadanos. Careciendo la ciudadanía de medios, eficaces para rechazarla, cuando se desconoce la interpretación objetiva del derecho. Según la TGC, esta lucha se recomienda en un Estado de derecho, democrático y verdadero; ya que, si no se respeta la Carta Magna y se acomodan sus artículos, según la conveniencia política o económica, la consecuencia es la injusticia directa.

Todo es posible en Paraguay

Aquí en el Paraguay todo es posible; hasta ver “helada” en pleno verano. Lo cierto, es que siempre existe un motivo de sorpresa; que, por cierto, nunca sorprende mucho al paraguayo. Razón de ser, también de los guaraníes. Sin pretender alargar mucho, a mis conciudadanos puedo decir, que constantemente somos visitados por verdaderos vendedores de baratijas, con recetas internacionales enlatadas; a quienes estamos obligados a escuchar, impávidos en las centrales obreras, en las asociaciones y  en otras instituciones del país.

La corrupción y la vida futbolera

Todo principio de ciencia, debe ser demostrable de manera práctica, en la realidad. De lo contrario, dejaría de serlo;  perdería su utilidad, como solución de un desconocimiento humano. Según la TGC (Teoría General de la Corrupción), la fórmula de la corrupción es: poder sobre ignorancia. Esto se aplica tanto en Paraguay, como en cualquier parte del mundo. Caminando, allá en el Bañado sur, entre basura y agua nauseabunda, un parroquiano, con una sonrisa maliciosa, me realizó una inesperada pregunta:

La corrupción y la percepción

La idea de la percepción, sobre los hechos, actos y prácticas de la corrupción sistémica, en los distintos estamentos gubernamentales, cada día va aumentando la duda; si verdaderamente hay interés a favor del “bien común” o sencillamente, la manipulación de la percepción del sentimiento, se está imponiendo ante la opinión pública. Según la TGC, la percepción, dentro de un país, no puede ser considerada como indicador objetivo, para determinar la graduación de un fenómeno; por la forma subjetiva en que se obtienen las respuestas.

"La corrupción va acomodándose"

Cuesta creer, a cualquier ser humano, la adaptabilidad, en toda sociedad, de la corrupción sistémica; cuyo resultado es recaudar en perjuicio del Estado, “en cualquier sistema político; va adaptándose al grado cultural y social. Según la TGC, este principio de ciencia es universal y transversal, a muchas otras disciplinas: motivo por el cual no es fácil disminuir el flagelo, sin estudiarlo suficientemente.

La corrupción y la oculta finalidad

Si la finalidad de la corrupción sistémica, es la ocultación, presentándose como: actos, hechos y prácticas de carácter oficial. Manipulando, la norma, ya sea, en la interpretación o en la aplicación, a fin de conseguir sus fines, en perjuicio del Estado. Esta situación, hace muy difícil su identificación, antes de la consumación en sociedad. Según la TGC, en todos los sistemas políticos de gobierno, existen normas de derecho, cuyo cumplimiento es obligatorio, sin distinción alguna. La democracia participativa, en libertad de ideas y de acción, hace posible, en un Estado de derecho, que todos los paraguayos busquemos superar la corrupción sistémica. No aceptando interpretaciones de artículos constitucionales, cuyo cumplimiento es obligatorio: Así como el artículo 143,

La corrupción y los recursos

La corrupción es la sombra de todo progreso, en los países subdesarrollados; por el abuso que se comete con los recursos, obtenidos o por obtener de la sociedad. Manejado por la corrupción sistémica, en los poderes, cuyos representantes, para justificar alegan “errores” en la función pública, demostrando total prevaricato; esto sí es castigado por la ley penal del país. Según la TGC, el respeto a la Constitución y la buena aplicación de la ley, puede ir disminuyendo paulatinamente la ignorancia y la corrupción; acaecida por la oscuridad en los sistemas del poder público.

La corrupción y la tentación oportunista

Si la corrupción fuera un estado personal, subjetivo;  la tentación oportunista, sería la culpable de los hechos, actos y prácticas de la corrupción sistémica. Se ha demostrado que en la corrupción intra ley, tiene primacía el objeto u objetivo, más que el sujeto, que lo implemente o lleve a cabo. Según la TGC, existen dos tipos de corrupción: “contra ley”  e “intraley”. Que tienen como diferencia fundamental, la sistematización en ésta, y la individualización en aquella.

La corrupción y la imprevisión

La falta de sentimiento real, a favor de la cosa pública, o la ignorancia, conduce a la imprevisión, tan común en el país; lo cual se termina pagando, el doble o el triple de lo que cuesta. Consecuencia de la carencia de claridad en la proyección al desarrollo. Según la TGC, si los poderes constitucionales, no controlan, el pueblo será presa fácil de la corrupción. Nuestro país es una cantera expuesta a la imprevisión, por la ignorancia y la ocultación en el manejo de la cosa pública, a cada segundo, que al final causa desinterés total.

La corrupción: "Acto jurídico"

“Siempre suelo decir—me decía un parroquiano en el Bañado Sur—que la corrupción es la sombra de la sociedad, en todo momento”. Meditando esta realidad, tal vez tenga razón: Ya que los actos jurídicos, nulos de nulidad absoluta, se presentan como ciertos; aceptados voluntariamente, para ser impuestos a todo un pueblo. Según la TGC, los actos, hechos y prácticas forman parte de la gran corrupción, intra ley .

La corrupción y la seguridad interna

Muchos consideran, que la seguridad interna se logra amentando personales uniformados, o construyendo nuevas cárceles: la verdadera seguridad interna se consigue bajando la corrupción. Según la TGC, la corrupción no tiene raza, nación, ni partido político y está en el mundo entero. Al tener esta idea nos damos cuenta, de su expansión y de cómo Latinoamérica viene siendo considerada, proporcionalmente como la “región más corrupta”.

La corrupción y el imperio del derecho

Indudablemente, a cualquier jurista le será difícil hablar del imperio del derecho; en el mundo actual, de caos y globalización, movido por las reglas mezquinas de la economía. Según la TGC, la corrupción es madre del poder y del derecho. Así se forma una pirámide perfecta de corrupción, poder e ignorancia; en cualquier parte del mundo civilizado.

La corrupción y la crítica social

La democracia, en libertad, nos permite tratar de hacer y recibir la “crítica social”; único medio para aprender y razonar, buscando la superación. Según la TGC, el diálogo y la crítica facilitan a la población, la disminución de la ignorancia y la corrupción. Paraguay, un país mediterráneo aferrado a la “tradición”, sin mucha necesidad de evolucionar. Con una política sin mayores exigencias: fácilmente se confunde al pueblo, sobre la importancia de buscar la verdad y la equidad para progresar.

Corrupción y obras paralizadas

Cada cinco años aparecen nuevos hitos de la corrupción, en nuestro país, con obras paralizadas, producto de realizaciones pasajeras. Sin respeto de un estudio serio, ante la opinión pública; que debió estar acorde a nuestra economía y disponibilidades; de acuerdo a la realidad objetiva. Según la TGC, todos los funcionarios públicos son responsables, como lo establece el artículo 106 de la Constitución. Sobre el perjuicio ocasionado, por las obras sin terminarse.

La corrupción, "pulpo gigante".

Nada más justo, tal vez, que la denominación dada por una persona ilustrada, sobre la cuestión de la corrupción. “Pulpo gigante”, que en América Latina, los vivimos y conocemos día a día, tanto en la política, como en cualquier menester; por la transversalidad de este principio de ciencia. Alguien que ha experimentado de manera personal, la llama de “pulpo gigante”, cuyos tentáculos se alimentan diariamente de los más necesitados. Según el Juez Garzón, este pulpo nunca se llena ni contenta; y se debe tratar de controlar y disminuir, superando la ignorancia en la obscuridad.

La doctrina de la curación social

La política En la doctrina nacional curacionista, decimos, que la política debe tener como finalidad principal la curación social. —El poder: es un medio para ir disminuyendo progresivamente la ignorancia y la ocultación, que son el caballito de la corrupción. ¿Cuál es el camino elegido como movimiento, por la doctrina, por el ciudadano común para llegar a practicar la curación social en el Paraguay? —Ese camino es la democracia, que se mueve por la fe y la voluntad de acción.

Corrupción y Miedo

Es humano tener miedo, sobre lo inesperado y lo desconocido en la vida. Esta realidad es muy bien utilizada en la corrupción sistémica, dentro de cualquier esquema político: Cuyo resultado es recaudar del erario público, sirviéndose de las influencias, para generar miedo, ya sea por desconocimiento, o por beneficio de la confianza depositada en su persona, como representante del pueblo. Según la TGC, el papel del “cuarto poder”, consiste en hacer posible la democracia, disminuyendo la ignorancia y la oscuridad, productores naturales del miedo en la población.

Corrupción y Estado social

Un Estado social de derecho constitucional, respetuoso de la libertad, tanto de acción como de pensamiento, va uniendo cada día más a la gente, para buscar la democracia verdadera, que llevará al progreso del Paraguay. Según la TGC, el sistema democrático, con libertad y justicia, puede disminuir progresivamente la ignorancia y la corrupción. Esta realidad se nos presenta, diariamente, a través de la prensa, que viene desnudando, el accionar de nuestros actores políticos, responsables directos de los perjuicios, cometidos a la administración del Estado. Cuyos montos son siderales y multimillonarios,

"La corrupción en lo privado"

La corrupción en sentido genérico, existe tanto en lo público como en lo privado; en todo el mundo, sin distinción de raza, nación, religión, ideología o partido político. Por eso su conocimiento es transversal a muchas ciencias, imposibilitando, principalmente al Derecho, penalizar correctamente los hechos, si es que no se determina con claridad, los dos tipos de corrupción: La contraley (pequeña corrupción) y la intraley (gran corrupción). Esto es lo que se ha desarrollado, en la primera Teoría General de la corrupción, por este autor. Porque en esa distinción, radicará, hoy y en el futuro, la objetividad que hasta el día de la fecha, carecen las investigaciones, mediciones y estrategias, políticas y jurídicas, contra la corrupción.

La corrupción y los fondos públicos

La particularidad de la corrupción, es que, si se encuentra instalada como sistema, se constituye en el dueño absoluto de los fondos públicos; cuando la política y los políticos caen en la ignorancia, en el desempeño de sus funciones. Según la TGC, al conocer los valores, tanto de la ignorancia como del poder, en el sistema, se puede lograr bajar la corrupción sistémica. A la corrupción, hasta hoy, muchos la consideran en forma subjetiva; como la responsabilidad directa de una persona: en los hechos, actos y prácticas en sociedad.

La corrupción y las licitaciones

Muchos funcionarios públicos, consideran que al decir “se aceptó a través de licitación la presente obra pública”, ya no se pueden discutir ni cuestionar, tales obras comprometidas. Según la TGC, si estas licitaciones no se controlan objetivamente, hasta su entrega, el resultado casi siempre es: puro maquillaje, en perjuicio de los más necesitados de los servicios públicos, ya sea en educación, salud, seguridad, y otros menesteres.