Muchos consideran, que la
seguridad interna se logra amentando personales uniformados, o construyendo
nuevas cárceles: la verdadera seguridad interna se consigue bajando la
corrupción.
Según la TGC, la corrupción
no tiene raza, nación, ni partido político y está en el mundo entero.
Al tener esta idea nos
damos cuenta, de su expansión y de cómo Latinoamérica viene siendo considerada,
proporcionalmente como la “región más corrupta”.
Pero al mismo tiempo,
tenemos también en Sudamérica, la “curación social”, a través de una doctrina
anticorrupción, que necesita ser difundida en todo el globo; que por
insuficiencia de medios económicos, todavía no puede conocerse más en todo el
país.
Si en el país, hablamos de
la necesidad de seguridad interna, estamos demostrando incapacidad
organizacional; ya que somos muy pocos y nos conocemos todos, entre paraguayos.
Sabemos incluso qué se come en cada casa, de los vecindarios, tanto en la
ciudad como en la campiña, en todo el interior.
Esta costumbre de pedir,
en cada presupuesto anual, se debe controlar, a través de la ciudadanía,
conociendo el uso ecuánime, realizado por los encargados de las instituciones
de todo el país. A través del interés vecinal, barrial y nacional; buscando
armonizar recursos y necesidades, a favor de todos los ciudadanos. Así se podrá
ir levantando a tantos desocupados.
Los atropellos pueden surgir
de los inadaptados, algunos politiqueros, que están disconformes porque irán
perdiendo sus lugares políticos, en la carrera del poder, que últimamente se ha
visto, en razón de que el pueblo tiene ya una mayor autonomía en el momento de
decidir en quien confiar su voto.
Ahora solo depende de esa
voluntad de acción de los candidatos y su pueblo; de sus propuestas para llegar
y hacer la verdadera política nacional.
Podemos decir que ha
evolucionado mucho: Ya todos saben que de la política dependen la mejoría de
sus lugares de trabajo, formación, o una vida más digna y respetable, para cada
persona; para cada familia.
Lo importante de la doctrina
curacionista nacional es que dice que la existencia
y el devenir humano se basan en la lucha contra la ignorancia, de modo a
poder actuar con ética dentro de todos los esquemas sociales, construyendo la
paz, la justicia y el derecho. Pero no es fácil.
Se debe partir de un conocimiento
meditado y práctico de las cosas. Saber el funcionamiento real de este sistema
vicioso, que es la corrupción, ya que solo así, con la verdadera política
podremos iniciar el primer paso para su curación efectiva.
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