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Mostrando las entradas de enero, 2015

La corrupción y la curación social

Respuesta a pregunta, Sra. Esmeralda de Arica, Chile. La meta de todo movimiento, primero, es consolidarse en armonía y luchar por sobresalir ante la misma sociedad que los reúne, para tratar de mejorar la situación del país; y, como pude ver, su agrupación busca principalmente la disminución de la corrupción. Con el conocimiento de la Teoría General de la Corrupción (TGC), base de la doctrina de la curación social, podemos afirmar que la disminución de la corrupción sistémica  se logra haciendo que el poder, elimine todo mal uso de la estructura que se realice por medio de la ignorancia. Muchos se preguntan—ocurrió en nuestro movimiento—cuál sería la solución en el ámbito de la sexualidad, de la expresión, del aborto, la marihuana y otros tipos de droga. Cuál será la postura ante la opinión pública. El curacionismo es un movimiento político filosófico, pero de carácter científico jurídico, cuyo objetivo es conocer, en primer lugar la corrupción y su incidencia en la

La corrupción y la retórica

Un parroquiano de la ciudad de Alberdi, me decía: —“Mucha retórica en Yasyretã; pero, la corrupción sistémica es la que manda en la entidad binacional”. La TGC, explica, que “todo poder conforma la estructura necesaria para llevar adelante sus objetivos de gobierno”. La ciudadanía está cada día más preocupada, por los constantes hechos, actos y prácticas de la corrupción sistémica, movida hábilmente sobre “espejitos y promesas”, de comerciantes de baratijas, tan abundantes en la política internacional: en perjuicio de nuestros intereses legítimos, sobre los recursos naturales y las posibilidades ciertas, a favor del progreso del pueblo paraguayo.

La corrupción y los datos estadísticos

—“Las noticias de la prensa, nos presentan los datos estadísticos: ¿Porqué somos considerados como los primeros en corrupción?— me decía un alberdeño, con cierta gracia. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación del poder, puede relativizar hasta la Ley a favor de la corrupción sistémica, en un país. Toda ciencia es el camino para visualizar, un hecho, un acto o una práctica repetitiva, que necesita ser tratada, previa descripción precisa, para progresar intelectualmente a favor del país.

La corrupción y la obligación ética

Un poblador del Alto Paraná me decía: —“La obligación ética, siempre desconocemos, para dar lugar a la corrupción sistémica”. Según la TGC, todo poder es irremediablemente corrupto, por lo cual debe estar vigilando sus estructuras permanentemente, a fin de que pueda ser depurado; bajando la ignorancia. En la perspectiva de la prensa, estamos en un país democrático, cuando existe libertad y Estado de derecho mínimamente posibles de respetar. De lo contrario, caería en un sistema autoritario, de facto, al servicio de los politiqueros, animados totalmente en la corrupción sistémica. Olvidando cumplir su obligación ética.

La corrupción y las amenazas

—“La Ley del ‘talión’ es inaplicable; amenazar debe ser la corrupción sistémica en acción”— me decía un parroquiano del Bañado Sur. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación del poder, debe tratar de ser corregida, en toda administración, si es que hay verdadero interés en mejorar. Esta costumbre de combatir a la corrupción, con declaraciones poco efectivas, solo demuestra la falta de información sobre la materia; un flagelo llamado corrupción sistémica, que nos sigue posicionando como los “primeros del mundo”. Justamente por pretender subjetivizar y relativizar con lo ético y moral, una realidad eminentemente de carácter jurídico-social.

La corrupción secundaria

—“Aquí hasta a los estudiantes secundarios, se los utiliza para hacer aprobar, cualquier futuro “clavo”, al son de la corrupción sistémica”— me decía un alberdeño. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación del poder, es la que permite la sistematicidad de los hechos de corrupción, en una estructura estatal. La ciudadanía en democracia y libertad, con Estado de derecho; va teniendo conciencia de su rol en el saneamiento, gracias a la prensa.

La corrupción y los vertederos

—“La corrupción sistémica convirtió en vertederos los mercados, como máximo signo del populismo”— expresaba un parroquiano, cerca de Cateura. Según la TGC, la ignorancia del poder, tiene resortes capaces de usar la percepción, para manejar las estructuras de las instituciones, según los intereses particulares; contrariando el bien común. Nuestra democracia en libertad, tratando de respetar un Estado de derecho; frente a la necesidad de modernizar los mercados públicos asuncenos, utilizando los recursos de las binacionales. Puede notarse que se busca callar a la prensa, mostrando que algo se hace con la ingente plata, en coincidencia con la próxima campaña electoral para la reelección.

La corrupción y la estafa intelectual

Me decía un parroquiano, del Alto Paraná: —“Aquí lo que más abunda es la estafa intelectual, con el amparo de la corrupción sistémica”. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación del poder, puede lograr realización de cualquier actividad, con el solo afán de recaudar para los amigos. El reordenamiento de un sistema autoritario “bananero”; en uno democrático y representativo; con libertad de acción y de pensamiento, debe ser lo más difícil para un país subdesarrollado. Ya sea por la gran necesidad económica, generada por sus monopolios; tanto, por la gran politiquería incubada cada año. Ese es el caldo de cultivo perfecto, para que los hijos directos del pasado, hoy estén plenamente acomodados en el poder.

La corrupción y la calidad cívica

Me decía un parroquiano de Alberdi: —“Mientras la conciencia cívica no se levante, el país estará dominado por la corrupción”. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación del poder, es la que ocasiona las emergencias y acomoda todo en cualquier sistema de gobierno. Nuestra democracia, manejada por muchos politiqueros peloteriles, resulta en la sumatoria, una cierta mejoría, al comparar, tal vez, con los Estados autoritarios a ultranza que siguen vigentes en el mundo.

La corrupción y los disfrazados

—“Hay 5000 vacancias, en la función pública, de cara a corrupción sistémica nacional”— me decía un parroquiano del Bañado Sur, algo preocupado. Según la Teoría General de la Corrupción, todo poder tiene en sus manos la posibilidad real de bajar este flagelo: pero antes debe disminuir la ignorancia en la ocultación de estructuras. La gente va sintiendo en su piel, la importancia de una democracia verdadera; para levantar la conciencia y buscar el desarrollo, a través del respeto de las leyes y la Constitución, tanto en su cumplimiento obligatorio como en su correcta interpretación. Sostenido en un Estado de derecho igualitario, con libertad de acción y pensamiento, que últimamente, a nuestro país, le va dando su verdadero contrapeso; para sobrellevar la osada “percepción” y la transparencia fomentada en todo el mundo.

La corrupción y los turistas

Me decía un parroquiano, del Alto Paraná: —“Aquí, muchos turistas que llegan y hacen sus compras, al salir, comprenden la importancia de la corrupción sistémica, comparando con su país”. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación del poder, que tiene sus grados, produce las necesidades y carencias de un país. En todo. Los simples cambios y nuevos cargos, solo encarecen la política del Estado, mostrando inestabilidad: que afecta a la gente más pobre, pero genera “felicidad”, entre los más favorecidos; ya sea por la ubicación social, el abolengo o la repartija de los puestos públicos y negocios de jerarquía, en su mayoría, relacionados con los entes binacionales.

La corrupción y los responsables

Me decía un parroquiano del Bañado Sur: —“Los responsables de la corrupción sistémica están a la vista de todos, pero sin ser molestados”. Según la TGC, todo poder, naturalmente corrupto, requiere de la ignorancia para mantenerse tal como está. El cuarto poder tiene una larga lista de imputados, por corrupción sistémica, con detalle de los perjuicios causados a la población; pero hasta hoy los involucrados siguen ejerciendo funciones normales, ajenos al accionar de la justicia.