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Mostrando las entradas con la etiqueta campesinado

La corrupción y el "error"

Un parroquiano del Alto Paraná me decía: “El error puede ser voluntario y la ignorancia lo convierte en corrupción”. Según la TGC, los poderes hacen la interpretación de la ley. El campo de la sociedad preferido en el uso de los “errores” sería la política; para hacer prevalecer ciertas ideas parciales, con viso de interés general; muy difícil desentrañarlo en las acciones, ya que las ideas en democracia deben fluir libremente. Libertad de acción y pensamiento, esperando resultados positivos.

La corrupción y las áreas rurales

Me decía un parroquiano del Alto Paraná: —“Mientras sigue la idea, en la mente, que uno hace política para solucionar su propia situación, habrá ignorancia y falta de justicia”. Según la TGC, todo poder debe tratar de bajar la ignorancia y buscar la justicia. Nuestra campiña tiene sus sabores peculiares y la gente comienza a darse cuenta, cuán difícil es hacer comprender a los ciudadanos, la importancia de participar en la política; para buscar el bien común.

La corrupción y el desinterés

A primera vista, nos parece que existe mucho desinterés en el manejo de la cosa pública; en el poder actual. Pero, la dejadez, al parecer se presenta solo cuando es para el beneficio de la ciudadanía; no para repartir prebenda, contratos y beneficios de élite. Según la TGC, siendo el poder naturalmente corrupto, de origen; al abandonar el principio de ‘bajar los niveles de ignorancia’, la injusticia será su rumbo.

La corrupción y las ideas de valija

Nuestro pueblo siempre ha sido manoseado, en sus relaciones internacionales; acallados nuestros gobiernos, por los vecinos más poderosos del Mercosur, desplazando a nuestro país del uso efectivo de sus recursos naturales, como se ha preestablecido en el ‘manual de las valijas’. Según la TGC, si el poder es naturalmente corrupto, y un gobierno no procura bajar la ignorancia, el resultado será, inexorablemente, la injusticia generalizada.

Sobre la corrupción y las alternativas

Me decía un parroquiano del Bañado Sur, “nosotros sabemos nuestras limitaciones en el manejo de nuestra economía”. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación disminuye a través de la democracia verdadera; y cuál es la forma de identificarlo, por el modo del accionar del cuarto poder o prensa. Aquí en el país lo menos aprendido, tal vez, sea la capacidad de limitarnos a vivir de acuerdo a nuestras posibilidades reales económicas. La burbuja es la constante, se hincha hasta donde puede y luego termina desintegrándose en el aire.

Sobre la corrupción y la educación formal

Nuestra sociedad, considerada según mediciones de percepción de una entidad internacional, como una de las más corruptas de Latinoamérica, se da cuenta hoy que “la educación formal, aislada, simplemente aumenta la corrupción en la estructura de un poder; con la ignorancia en la ocultación de los procesos” Según la TGC, “la curación o baja de la corrupción, conlleva un proceso de conocimiento y enseñanza”. Al confirmar a la corrupción sistémica como un principio de ciencia, la simple educación formal, está demostrando al aumento del flagelo en nuestra sociedad. Pese a todo ello, el “formato” de nuestra malla curricular, hasta hoy no se anima a tratar el problema desde un ángulo objetivo.