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Mostrando las entradas con la etiqueta Convención Interamericana contra la Corrupción

La Convención acomodada y el curacionismo

Una parroquiana de Pilar me pregunta si cuál es la función de las Convenciones Anti-corrupción  ratificadas por nuestro país y los acomodados en la función pública. Según la TGC, la ignorancia tiene sus grados y se aplica en la ley. Llama la atención a la gente que hemos firmado Convenciones Anticorrupción donde se definen y señalan claramente quiénes cometen delitos de corrupción sistémica, utilizando sus cargos públicos, en beneficio personal con perjuicio directo para el erario . “¿Por qué entonces no se aplican esas convenciones a los actores y para qué sirven si no se usan?” –cuestionó la pilarense. La cuestión no es tan fácil. En primer lugar, se debe modificar la legislación y entender el valor de la ignorancia. Así, por ejemplo: los ignorantes acomodados , son los encargados directos de administrar justicia. Se encuentran en el tercer grado de ignorancia y su buen entendimiento puede ayudar a la generalidad a buscar la justicia, respetando la ley. Pero si e

La corrupción y el derecho subjetivo

Hechos o sujetos Me llamó un parroquiano de Pedro Juan Caballero , diciendo: “Si prevalece el derecho subjetivo en la función pública , la ignorancia y la corrupción sistémica seguirán recaudando libres de todo costo”. Según la TGC , la ignorancia interpretativa de las leyes , hace nacer la injusticia , en cualquier sistema institucional . Un Estado de derecho “chueco”, lleva a la injusticia generalizada; por la falta de credibilidad de la gente, en los administradores de la función  pública en el país. Política de baja ralea Son los representantes de la nación paraguaya , quienes hoy están denunciando los espionajes telefónicos , ejercidos sobre la población, como una espada de Damocles , a la espera de accionar contra los políticos , con la firme idea de bajar la corrupción sistémica . “Así, el derecho subjetivo de quienes detentan el poder , lleva el sello de la más alta corrupción , al no cumplir lo establecido en propia Constitución Nacional (Art. 106),

La corrupción y los hechos

De conocimiento público Me llamaba un parroquiano de Pilar para decirme: ¨Si era por los hechos, la corrupción sistémica prácticamente está probada”. Según la TGC, la ignorancia en cualquier interpretación jurídica, resulta en corrupción. Ahora bien, la visibilidad de los hechos denunciados ante la opinión pública por el cuarto poder , en busca de la verdad y la libertad, demuestran el gran interés de nuestros pueblos, de querer vivir una democracia auténtica, sin ignorancia ni ocultación : caballito de toda corrupción sistematizada, a lo largo de los siglos. El elemento ignorancia jurídica La ignorancia, como elemento, se ampara en cualquier lugar de Latinoamérica, principalmente, en los dobles discursos de los gobernantes. —Así es como, pese a contar con pruebas de los hechos, actos y prácticas de corrupción sistémica; así como los montos defraudados, la recuperación nunca llega —me explicaba este demócrata pilarense, muy preocupado. Mientras no tengam

La corrupción y el cuidado

Un parroquiano del Bañado Sur, muy ofuscado me decía: “A los funcionarios públicos debemos cuidarlos; para aguantar la corrupción sistémica”. Aunque parezca contradictoria su afirmación, la Teoría General de la corrupción (TGC), lo explica con esta premisa: “Toda ignorancia es y será aprovechada por el poder, en el grado que fuere”. La sola emisión de las palabras “funcionario público”, genera una chorrera de dudas legales, cuando se trata de calificar los servicios y las personas vinculado al sistema estatal. Una confusión, en términos de interpretación normativa, podría ser calificada de ignorancia.

La corrupción y los proveedores del Estado

—“Aquí en nuestro país tenemos leyes claras y muy realistas contra la corrupción sistémica; pero sin la voluntad de una buena aplicación”— me decía un asunceno al hablar de los proveedores del Estado; tanto de productos  como de servicios. Según la TGC, el poder que no baja la ignorancia en la ocultación, conduce a la injusticia. La costumbre de simulación, tan común en toda estructura corrupta de un Estado, es utilizada en todo poder autoritario, para callar con “participación” económica, a cualquier miembro activo de la sociedad. Así se sostiene la democracia bananera.

La corrupción y la confianza

—“Aquí la confianza ha terminado, sea de parte de los administradores como de los gobernados; la corrupción sistémica se la tragó”— afirmaba un poblador del Alto Paraná. Según la TGC, el poder, con una estructura al servicio de la ignorancia, lleva a la mayor injusticia social. En toda política se necesita confianza para tratar de hacer progresar a las naciones. Por eso, cuando la gente comienza a percibir la pérdida de criterios de justicia, en el Estado, comienza la inestabilidad y el encarecimiento de las cosas.

La corrupción bajo el pulgar

Me decía un parroquiano del Bañado Sur: —“Si todo funcionara a la orden de “Dios”, ¡cuán rápido tendríamos la solución bajo el pulgar, ante la corrupción sistémica…!”. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación del poder puede crear confusión e injusticia, al contaminar el espectro político. La democracia de verdad, no apaña a los poderes ni hace lobby a favor de los intereses personales; por el contrario, debe servir al bien común, para bajar todo tipo de corrupción sistémica.

La corrupción y la cara del cliente

Me decía un alto paranaense: —“Si aumentando las penas se soluciona la delincuencia y la corrupción; muchos Estados del mundo serían la maravilla en la realidad social”. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación de los poderes, utiliza a la ley en la interpretación. Este juego perverso, se puede decir, es el arma de la corrupción sistémica en el mundo entero; por eso, la simple arrogancia, de dar solución al flagelo número uno del mundo, anidando promesas y modificaciones, ya no caben en un Estado de derecho respetuoso. Eso hasta el más distraído de los ciudadanos lo sabe.

La corrupción y los recursos humanos

Si bien, hemos explicado, que la gran corrupción está en la estructura, de los tres poderes del Estado, nunca está de más, hacer un pequeño énfasis en los detalles. Principalmente, cuando la sistematización del flagelo, se convierte en el ‘patrón” que utiliza los recursos humanos, gubernamentales. Según la Teoría General de la Corrupción (TGC), todo poder debe dedicarse a bajar los niveles del fenómeno corrupción; si en verdad busca justicia para un país.