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Mostrando las entradas con la etiqueta #teoriageneraldelacorrupción

La franqueza y la honestidad

  “Tenemos que confiar en nuestras instituciones”, me expresaba una parroquiana de Asunción preocupada. Según la TGC , la ignorancia es una corrupción sistémica en grande. En primer término, las instituciones no son corruptas, entonces, nadie puede desconfiar de sus instituciones , sino de aquellos funcionarios encargados de hacerlas funcionar; como públicos responsables directos del buen andar de un gobierno. Por eso, la responsabilidad es el principio rector de toda administración. “Entonces las instituciones nada tienen que ver, sino solo sus empleados de arriba y abajo…” Claro, esa sería la franqueza en la expresión, al tratar de  de comentar o denunciar tal vez. A nosotros nos gusta interpretar a la medida de las conveniencias, por eso la ignorancia nunca puede ser argumento en el derecho y la ley, normalmente. Sin embargo, en el país, hasta en lo más simple, enredamos . “Si una senadora miente públicamente, ¿qué pasa como funcionaria…?” Hay dos tipos de mentira, la piadosa, que

Un mundo nuevo y el curacionismo

  Una parroquiana de Asunción me explica: Hoy vivimos un nuevo mundo , con más humanidad y respeto por lo social. Según la TGC todo lo nuevo asusta y molesta a la población. Reconocer lo nuevo es clasificar el entendimiento para tratar de elaborar renovadoras condiciones para la propia existencia, esperando salir adelante. Guste o no, debemos adaptarnos. Ya nunca más habrá libertad ni amontonamientos humanos. Si bien todo ser siempre trata de sobrellevar las vicisitudes al mejor estilo de superación, esta situación será la más difícil, ya que cambia totalmente el interés de pensar y buscar un nuevo camino, ante cualquier explotación. Entonces deben tener más constancia en la “fe”. Hemos despreciado y destruido la naturaleza . Hoy nos está pasando factura a todos. Tal vez sea la claridad, pero lo más importante es no perder la calma, para tratar de superar este momento y volver a comenzar, ya que el mundo siempre fue así. Lo esencial es no rendirse a los miles de problemas

Los zorros sociales y el curacionismo

 Una parroquiana de Asunción me llama y me dice: “¿Pueden cambiar los zorros sus hábitos en la ignorancia social?” Según la TGC, la ignorancia social ocurre al oscurecerse el derecho. Si bien, la pregunta de la ciudadana asuncena es comparativa, existen procedimientos de algunos funcionarios, que nos recuerdan a épocas pasadas; de la muy mentada “privatización”. Hoy, éstos, volviendo al “redil”, pretenden devorar incluso los aportes públicos sociales, aplaudidos y sostenidos por los amigos de turno en la estructura de gobierno democrático. Democracia social de derecho, carcomida por el óxido fatal de la ignorancia. “Aquí nunca cae nadie –repetía indignada la señora – aunque sea de conocimiento público ante el país” Hasta los mismos compañeros de campaña están molestos por los actos, hechos y prácticas al amparo de la ignorancia. El método sigue siendo: mostrar cierta urgencia o necesidad imperiosa para sobrefacturar cualquier compra. Total, la ley y el derecho pueden ser

La Convención acomodada y el curacionismo

Una parroquiana de Pilar me pregunta si cuál es la función de las Convenciones Anti-corrupción  ratificadas por nuestro país y los acomodados en la función pública. Según la TGC, la ignorancia tiene sus grados y se aplica en la ley. Llama la atención a la gente que hemos firmado Convenciones Anticorrupción donde se definen y señalan claramente quiénes cometen delitos de corrupción sistémica, utilizando sus cargos públicos, en beneficio personal con perjuicio directo para el erario . “¿Por qué entonces no se aplican esas convenciones a los actores y para qué sirven si no se usan?” –cuestionó la pilarense. La cuestión no es tan fácil. En primer lugar, se debe modificar la legislación y entender el valor de la ignorancia. Así, por ejemplo: los ignorantes acomodados , son los encargados directos de administrar justicia. Se encuentran en el tercer grado de ignorancia y su buen entendimiento puede ayudar a la generalidad a buscar la justicia, respetando la ley. Pero si e

La política y la corrupción

“Si la ciencia está demostrando que la política forma parte de la gran corrupción, ¿No es momento de conocer más y tratar de disminuir seriamente el flagelo?” , me aseguraba una parroquiana de Ciudad del Este. Según la TGC, la política es la ciencia de la acción, la cual se nutre de la ciencia social. Por eso, al plantear la definición de la “gran corrupción”, teniendo una Teoría General Jurídica propia y una doctrina, el curacionismo, cumple con un requisito esencial de autonomía de estudio. Este estudio puede ser remitido a cualquier ciudadano, que tenga un alto interés democrático; que sostenga la claridad, la libertad y la virtud como guías didácticas, de modo a prevenir a la gente de este flagelo mundial.

Conciencia y "la corrupción"

Una mujer de Atyra afirmó : “La sola conciencia de la corrupción, no soluciona ni baja el flagelo”. Según la TGC, la ética y la moral solo le sirven a una persona, aunque estén expresadas para su aplicación colectiva, no tienen el aspecto coercible del derecho ; el cual, está fundado, en gran medida en ellas. Indudablemente una persona con alta conciencia de la vida, puede particularmente luchar en soledad contra la corrupción; pero como la gran corrupción es sistémica , puede terminar utilizando a tal persona para sus fines.