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Mostrando las entradas con la etiqueta métodos anticorrupción

La corrupción y las ideas de valija

Nuestro pueblo siempre ha sido manoseado, en sus relaciones internacionales; acallados nuestros gobiernos, por los vecinos más poderosos del Mercosur, desplazando a nuestro país del uso efectivo de sus recursos naturales, como se ha preestablecido en el ‘manual de las valijas’. Según la TGC, si el poder es naturalmente corrupto, y un gobierno no procura bajar la ignorancia, el resultado será, inexorablemente, la injusticia generalizada.

Siglo XXI: La era del aprendizaje social

Para lograr métodos efectivos y valorables contra la corrupción, la sociedad, como ente heterogéneo debe iniciar un permanente aprendizaje. Sin prejuicios, subyugaciones y criterios pretéritos. El siglo XXI representa la expansión de la información sin límites. La ignorancia sin límites. El conocimiento sin límites. Y precisamente, los límites, basado en los valores, solo las personas, los ciudadanos, podrán establecerlos. Pero no ya con un dirigismo estatal, sino con un verdadero espíritu democrático. Ya no somos meramente “pueblo”, somos gente, iguales, en dignidad y derechos.

El método curacionista para el bien común

A través de la creación del sistema podher , hace más de 35 años, pude darme cuenta de un detalle importante sobre la educación social. Son el juego, las primeras organizaciones y la incidencia política, las claves para el desarrollo de cualquier sociedad. Al contrario de lo que se piensa, los juegos y los vicios humanos pueden ser importantes catalizadores, si son reinvertidos a favor del conjunto social. No se los debe simplemente satanizar. Se los debe reintegrar a la conciencia, de modo a favorecer el aprendizaje. Conclusiones

LA LUCHA ENTRE EL PODER FÁCTICO Y EL PODER VIRTUD

Como ambos poderes tienen capacidades opuestas, es normal que el poder fáctico no reconozca al poder virtud. Esto en razón de que la acción y materialización de los hechos que establecen el poder son lo más visible para los sentidos humanos. Parecería que en la fuerza y la expresión físico-espacial del poder se condensa el poder mismo. Sin embargo, el poder fáctico sin el poder virtud carece de sentido de justicia, ya que sólo obedece al orden preestablecido por la pancorrupción, utiliza su espacio para buscar la prevalencia de quien tiene más fuerza. Prima el descontrol y la anarquía, que son reprimidas por fuerzas brutas que carecen de la legitimación social, que sólo se puede dar a través del poder virtud.

Métodos anticorrupción: futuro y retrospección

 El siglo XXI representa la expansión de la información sin límites. La ignorancia sin límites. El conocimiento sin límites. Y precisamente, los límites, basados en los valores: solo las personas, los ciudadanos, podrán establecerlos. Pero no ya con un dirigismo estatal, sino con un verdadero espíritu democrático. Ya no somos meramente “pueblo”; somos gente, iguales, en dignidad y derechos. Y la concepción de nosotros mismos, como sociedad, debe ser como una persona que se mira al espejo para ver su aspecto externo; se realiza radiografías para ver su cuerpo en lo interno; acuden a un sicólogo para explorar su yo interno. Así mismo la sociedad debe auto confrontarse. Mirarse a sí misma.