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Mostrando las entradas con la etiqueta Latinoamérica

Política y la Corrupción

Círculo viciado Un parroquiano de Ciudad del Este me explica: “Si la corrupción sistémica es la que hace la política , por medio del político, nuestra democracia queda hueca” Según la TGC , todo poder puede usar y abusar de la ignorancia , en cualquiera de sus grados . Esta claridad, libertad y virtud , que hasta hoy muchos se resisten a comprender en nuestra democracia, tan particular al manejar los valores, ya sea en lo económico como en lo social , hacen olvidar completamente el único y auténtico valor de lo humano: al servicio del bien común, y no ya de bienes subjetivos , que han primado en políticos de ideología parcial . Interpretación abusiva “Esto del enredo con la Constitución y el “remiendo” que le quieren hacer ya nos da calambre ”, recalcaba el ciudadano . Este tipo de entuertos con la Carta Magna , para acomodarla a pretensiones circunstanciales , siempre llevó al caos económico y social a Latinoamérica ; ya que lo humano se esfuma, y casi no exist

La corrupción y la dialéctica

La repetición como ignorancia “La gran corrupción es la dialéctica de la reelección ”, me explica un parroquiano del Bañado Sur , cerca de Cateura. Según la TGC , el poder y su caballito, la ignorancia , hacen todo por medio de la interpretación interesada de las normas jurídicas . Nuestro sistema actual de gobierno exige mucha atención de las cosas públicas , por parte de los administradores, lo cual hace lógica la búsqueda de mecanismos para mantener el poder : aún alterando el principio neurálgico de la Constitución . Al tener la ignorancia grados , los cuales dividen y determinan hechos, actos o prácticas que suceden en todo poder, va demostrando la importancia para la correcta interpretación, aplicación y promulgación , de las proposiciones normativas , donde primen el bien colectivo sobre el individual . “¿A quién beneficia realmente la reelección? ¿A quién pretende ser reelecto, al pueblo en general o a los que integran los primeros anillos del poder y sus resp

La corrupción y los acomodados

El acomodo democrático Un parroquiano de Pilar , me explica: “Los acomodados y la corrupción sistémica son como siameses”. Según la TGC , todo poder debe superar la corrupción, para pretender desarrollar verdaderas políticas públicas eficientes. Así como los acomodados de la sociedad, la corrupción sistémica, siempre está a la puerta de cualquier forma de gobierno , sin la aparente posibilidad de mejoría: salvo respecto de los intereses personales o sectarios. Así es como se callan, en un país, muchos de los antecedentes, previos a la toma del poder mismo. “Una democracia de nombre, pero movido por intereses económicos, regando a los supuestos políticos acomodados, dando como resultados cada día mayores perjuicios al erario ”, afirmaba el demócrata pilarense. La opinión pública, conoce la deuda generada y los perjuicios en las instituciones , sin ninguna buena voluntad de devolver al sufrido pueblo. Influencias Aquí es donde juegan su papel los amigos, parientes y

La corrupción y los hechos

De conocimiento público Me llamaba un parroquiano de Pilar para decirme: ¨Si era por los hechos, la corrupción sistémica prácticamente está probada”. Según la TGC, la ignorancia en cualquier interpretación jurídica, resulta en corrupción. Ahora bien, la visibilidad de los hechos denunciados ante la opinión pública por el cuarto poder , en busca de la verdad y la libertad, demuestran el gran interés de nuestros pueblos, de querer vivir una democracia auténtica, sin ignorancia ni ocultación : caballito de toda corrupción sistematizada, a lo largo de los siglos. El elemento ignorancia jurídica La ignorancia, como elemento, se ampara en cualquier lugar de Latinoamérica, principalmente, en los dobles discursos de los gobernantes. —Así es como, pese a contar con pruebas de los hechos, actos y prácticas de corrupción sistémica; así como los montos defraudados, la recuperación nunca llega —me explicaba este demócrata pilarense, muy preocupado. Mientras no tengam

La corrupción y la autorresponsabilidad

Un ofuscado parroquiano del Bañado Sur, decía: “La autorresponsabilidad protege a la corrupción sistémica”. Según la TGC, todo poder debe bajar la corrupción sistémica, para no caer por su propia fuerza. Esta costumbre en Latinoamérica de hacer una interpretación interesada de las normas fundamentales, para beneficiar a grupos o personas, cae en autorresponsabilidad, según se ha estudiado en la Teoría General de la Corrupción (BLANCO LEÓN, F. podher, 2011).

La corrupción y el accionar

Un parroquiano del Bañado, cerca de Cateura me explica preocupado: —“La confusión de la ética, en el accionar gubernamental, nos está demostrando que transparente no es sinónimo de perfecto”. Según la TGC, teoría general de la corrupción , estudio específico jurídico y político del flagelo: la ignorancia tiene grados perfectamente delimitados y que necesitan ser conocidos, si se pretende lograr cierta eficiencia en la materia. La gente distingue perfectamente, hoy, la corrupción sistémica, como la que afecta a toda la función pública. Ya no confunde ética con transparencia, aunque siga siendo la promesa en boca de la mayoría de los políticos al tomar un cargo.

La corrupción y el "error"

Un parroquiano del Alto Paraná me decía: “El error puede ser voluntario y la ignorancia lo convierte en corrupción”. Según la TGC, los poderes hacen la interpretación de la ley. El campo de la sociedad preferido en el uso de los “errores” sería la política; para hacer prevalecer ciertas ideas parciales, con viso de interés general; muy difícil desentrañarlo en las acciones, ya que las ideas en democracia deben fluir libremente. Libertad de acción y pensamiento, esperando resultados positivos.

La corrupción y la oferta

“Nuestra gente sigue creyendo en la oferta de la corrupción sistémica, por sus cultivos”— me decía un bañadense de Cateura. Según la TGC, la ignorancia , es el factor dinámico de la economía y el derecho , que genera y mantiene las falsas expectativas en un sistema. Esta expresión de contrariedad por la burbuja de las ofertas, no solo se aplica a los campesinos en nuestro país; sino que se extiende a todos los votantes, manejados a través de la compra de conciencia, que es movida económicamente. Se descuida así la claridad, la libertad y la virtud, por falta de civismo en los políticos, que son los encargados directos de levantar la conciencia de los ciudadanos: para lograr la tan mentada joya, de vivir bien a través de sus trabajos y esfuerzos.

La corrupción y la libertad de expresión

No existe un condimento más necesario y utilizado, en una democracia verdadera, que la libre expresión; pero, que en contrapartida, es muy perseguida, para que no dañe los intereses de la corrupción sistémica en todo poder público. Según la TGC, todo poder tiene a su favor interpretar la Ley. Es su prerrogativa. Conocida en el vox populi “ el que manda hace y aplica la ley ”, cerrando incluso la posibilidad de exigir la buena interpretación. Este sistema, llamado en toda Latinoamérica “democracia bananera”, sostenida generalmente con gobiernos de facto, contiene una gran propaganda de “libertad”. Sin embargo, en la práctica política, el Estado de derecho sufre grandes grietas. En casi todos los Estados de América, el principio de libertad de expresión y de idea, se constituye en catecismo; sustentados en la Carta Magna, para tratar de salvaguardar la buena interpretación, que no permite caer en la corrupción sistémica.

La corrupción y la calesita

Me decía un parroquiano del Bañado Sur, cerca de “Cateura”: —“La sistema calesita, al nombrar a dedo, quienes van a ser los encargados institucionales, solo aviva la corrupción sistémica”. Según la TGC, el poder y su estructura, deben luchar contra la ignorancia, que es injusticia. Los últimos acontecimientos nacionales, están mostrando de cuerpo entero a la ciudadanía, el porqué se debe entender a cabalidad lo que es la corrupción sistémica; y su diferencia, con la fácilmente visualizada, pequeña corrupción o contra ley, ante la opinión pública.

La corrupción y las buenas intenciones

Con razón los paraguayos somos tildados de ser los más ilusos, en toda Latinoamérica: Estamos prestos a escuchar las ‘buenas intenciones regionales’, de la democracia con corrupción sistémica; pero a voluntad de los vecinos expoliadores. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación del poder, debe bajar, para que toda sociedad progrese. Aquí las buenas intenciones, en éste ‘cónclave’ político, resuelve que se debe ‘luchar contra la pobreza’. Olvidando que la misma es consecuencia directa, de la corrupción sistémica promovida como dogma económico en toda América.

Sobre la corrupción y las alternativas

Me decía un parroquiano del Bañado Sur, “nosotros sabemos nuestras limitaciones en el manejo de nuestra economía”. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación disminuye a través de la democracia verdadera; y cuál es la forma de identificarlo, por el modo del accionar del cuarto poder o prensa. Aquí en el país lo menos aprendido, tal vez, sea la capacidad de limitarnos a vivir de acuerdo a nuestras posibilidades reales económicas. La burbuja es la constante, se hincha hasta donde puede y luego termina desintegrándose en el aire.

La corrupción en Latinoamérica

Si bien tenemos, junto a los argentinos, el alto “honor” de tener el primer “Monumento” a la corrupción en Latinoamérica: Paraguay debe recuperar un trato más justo, en sus emprendimientos hidroeléctricos, con el amparo de la justicia. Según la TGC, todo vicio e ignorancia es igual a injusticia, equivalente de la corrupción sistematizada. La idea de hallar la solución, con simples pedidos y apretones de manos, tal vez resulte en los negocios privados, pero en cuanto a política de Estado, la buena pose, solo favorecerá al que tenga más ‘ fuerza’ , dejando de lado el derecho.