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Mostrando las entradas con la etiqueta Libertad

La corrupción y el "error"

Un parroquiano del Alto Paraná me decía: “El error puede ser voluntario y la ignorancia lo convierte en corrupción”. Según la TGC, los poderes hacen la interpretación de la ley. El campo de la sociedad preferido en el uso de los “errores” sería la política; para hacer prevalecer ciertas ideas parciales, con viso de interés general; muy difícil desentrañarlo en las acciones, ya que las ideas en democracia deben fluir libremente. Libertad de acción y pensamiento, esperando resultados positivos.

La corrupción y el pueblo

“La vida actual, ha cambiado para la población” —me decía un altoparanaense . “Hoy el pueblo está a merced de la corrupción” . Según la TGC, si el poder, corrupto por naturaleza, no baja la ignorancia en la ocultación, resultará siempre injusto. Tal vez siempre fue así la vida, en todo el Paraguay. Lo cierto es, que al suceder  un hecho, acto o práctica de corrupción sistémica, hoy se puede visualizar objetivamente la situación. Desprotegido el pueblo, casi nunca armado y entrenado, para enfrentar, al estilo americano, este sistema gansteril de la época de los años cincuenta. Como sí ocurrió en otros continentes.

La corrupción y los "copiatinis"

La juventud, muchas veces, nos hace cometer errores, que son muy bien aprovechados por la corrupción sistémica. Según la TGC, todo poder, al no corregir, desde un primer momento la ignorancia, termina siendo tragado por la corrupción sistémica. Este flagelo social, tal vez sea el obstáculo más difícil de sortear, para cualquier político en el mundo. Que, como lo hemos explicado, se manifiesta de dos formas: una grande y otra pequeña. Hoy y siempre, desde el albor de la civilización, se ha imposibilitado su eliminación, por resultar indispensable, para lograr el progreso de la humanidad.

La corrupción y las buenas intenciones

Con razón los paraguayos somos tildados de ser los más ilusos, en toda Latinoamérica: Estamos prestos a escuchar las ‘buenas intenciones regionales’, de la democracia con corrupción sistémica; pero a voluntad de los vecinos expoliadores. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación del poder, debe bajar, para que toda sociedad progrese. Aquí las buenas intenciones, en éste ‘cónclave’ político, resuelve que se debe ‘luchar contra la pobreza’. Olvidando que la misma es consecuencia directa, de la corrupción sistémica promovida como dogma económico en toda América.

CORRUPCIÓN: "Es una ciencia"

Hoy el Paraguay festeja su independencia nacional, de la cadena europea; pero sigue atado a la de sus vecinos y a la corrupción sistémica latinoamericana. Según la TGC, la corrupción solo puede bajar, si es tratada como una ciencia, comprendiendo sus sistemas. Eso es lo que exige una democracia participativa y social, digna de aplaudir, al gobierno; eso lo vivimos hoy en Paraguay, como nunca jamás fue visto. Todas las libertades son respetadas y vitoreadas, en todo el país; la gente se manifiesta libremente, se expresa según su saber y entender.  El Estado de derecho, lo garantiza. Esto lleva a reconocer públicamente, la necesidad de incluir el estudio de esta ‘ciencia de la corrupción’. A fin de comenzar a practicar la claridad, la libertad y la virtud, superando paulatinamente, los vicios de este flagelo nacional.