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Mostrando las entradas con la etiqueta Juicio político

Jugando con la corrupción

Me llamó una parroquiana de Asunción y me dijo: “Se ha cometido la gran corrupción”. Según la TGC , el poder y la ignorancia, en concomitancia, forman la corrupción. Esta claridad que parece no importarle a casi nadie, es, sin embargo, ante los hechos, irrefutable. La ignominia aparente hacia este estudio, con mayor razón cuando algunos se creen dueños de los poderes de un Estado, sea en democracia o en cualquier sistema político; obedece solo a un interés circunstancial. Esto es así porque a la corrupción, solo le importan los resultados económicos que se obtengan a expensas del “Estado” o las “Instituciones”, que acumulan y administran en nombre del pueblo y cuyos representantes electos son responsables directos, si ocurre algún desliz en su mandato. “Aquí no hay duda— insistía la dama—Hubo gran corrupción , incluso documentada y a la vista”. El manejo familiar al estilo de la monarquía hereditaria, hoy día se practica en Latino América, dando como producto gobiernos gatop

La corrupción y los controles

Control de doble filo Un parroquiano de Ca’aguazú me explica: “Los controles principales de la corrupción sistémica, están en manos del gobierno ”. Según la TGC , la ignorancia en movimiento es la que crea la corrupción en un país. Para desarrollar esta idea podríamos partir de la base de un Estado de derecho , que en una democracia de verdad, resulta de acción y pensamiento; pero siempre sujeta a sufrir ataques de los totalitarios , ya sean de izquierda o de derecha . Buscarán utilizar, los “controles”, como medio coactivo, para imponer sus intereses económicos y recaudar a favor de la corrupción sistematizada. Concepto forzado de bien común “Hoy día sabemos la verdad, a través de la prensa , mucho discurso , pero sin plata para los que trabajan y luchan por la justicia ”, advertía el ciudadano de tierra adentro. La claridad, la libertad y la virtud, buscan bajar la corrupción a través de la ciencia ; en manos de los funcionarios , capacitando su comprensión

La corrupción y la dialéctica

La repetición como ignorancia “La gran corrupción es la dialéctica de la reelección ”, me explica un parroquiano del Bañado Sur , cerca de Cateura. Según la TGC , el poder y su caballito, la ignorancia , hacen todo por medio de la interpretación interesada de las normas jurídicas . Nuestro sistema actual de gobierno exige mucha atención de las cosas públicas , por parte de los administradores, lo cual hace lógica la búsqueda de mecanismos para mantener el poder : aún alterando el principio neurálgico de la Constitución . Al tener la ignorancia grados , los cuales dividen y determinan hechos, actos o prácticas que suceden en todo poder, va demostrando la importancia para la correcta interpretación, aplicación y promulgación , de las proposiciones normativas , donde primen el bien colectivo sobre el individual . “¿A quién beneficia realmente la reelección? ¿A quién pretende ser reelecto, al pueblo en general o a los que integran los primeros anillos del poder y sus resp

La corrupción y la caja negra

"La caja negra" Un parroquiano del Alto Paraná me dice: “Al fin la caja negra o caja chica de los muchachos, sostenedores de la corrupción sistémica se abrirá al pueblo, según el nuevo gobierno brasilero. Veremos.” Según la TGC , si el poder busca bajar la ignorancia, que es ocultación, saldrá adelante; ante cualquier obstáculo. Esta cuestión de las binacionales, gigantescas empresas que terminan atrapando a los propios Estados, en una maraña de corrupción sistémica, no pueden seguir siendo solo una leyenda.  Esto ya lo ha aprendido, con la experiencia, el nuevo presidente del “ maior do mundo ”, ofreciendo abrir el misterio, a través de la ley, mostrando cierta claridad, libertad y virtud, para evitar cualquier duda de la gente; con respecto a los manejos sociales de los ingentes fondos producidos en las represas. Reconocimiento oficial del flagelo sistematizado Hoy justamente la máxima institución encargada del dinero público (CGR), informa que e

La corrupción y el "error"

Un parroquiano del Alto Paraná me decía: “El error puede ser voluntario y la ignorancia lo convierte en corrupción”. Según la TGC, los poderes hacen la interpretación de la ley. El campo de la sociedad preferido en el uso de los “errores” sería la política; para hacer prevalecer ciertas ideas parciales, con viso de interés general; muy difícil desentrañarlo en las acciones, ya que las ideas en democracia deben fluir libremente. Libertad de acción y pensamiento, esperando resultados positivos.

La corrupción y la falta

Un parroquiano de Ciudad del Este repetía: —“La falta es el condimento de la corrupción sistémica aquí en Latinoamérica”. Según la TGC, la ignorancia interpretativa, utiliza siempre ese término para obscurecer los hechos denunciados. Para tratar este asunto de la “falta”; se debe partir de la distinción entre derecho público y privado. El primero no admite duda o desconocimiento en el proceder de las funciones públicas. Quienes caen en supuestas faltas, pretendiendo argumentar, como si fueran hechos leves y sin importancia, se olvidan del principio de legitimidad en el manejo de lo público y social, en un Estado de derecho.

La corrupción y el Estado de derecho

Me decía un alberdeño: —“Parece un contrasentido hablar de la corrupción y del Estado de derecho en cualquier país del mundo, cuyos habitantes están obligados a convivir políticamente con la corrupción sistémica”. Según la TGC, el poder, naturalmente corrupto, en una democracia de verdad, debe buscar la justicia disminuyendo la ignorancia y la ocultación, en el accionar del Estado. Si bien es cierto, que nuestros ciudadanos, al ser preguntados, admiten que la corrupción es dueña absoluta, de los manejos de la administración pública; confunden hasta la fecha, los dos tipos de corrupción. A eso se llega por la ignorancia en la ocultación, impuesta desde los tres poderes.

La corrupción y la literalidad

Me decía un parroquiano del Bañado Sur: —“Si la literalidad de la Carta Magna, establece  el juicio “al solo efecto de remoción del cargo”, hay circo y corrupción sistémica”. Según la TGC, si el poder es corrupto naturalmente, utiliza la ignorancia en la interpretación de la Ley. En todo acto de administración del poder, éste utiliza a la Constitución, cuyo marco debe ser respetado de manera irrestricta, según los intereses coyunturales.

La corrupción y el juicio político

Me decía un parroquiano del Alto Paraná: —“Parece que en el país, los “juicios políticos”, anuncian que habrá cambio de Presidente de la República…”. Según la TGC, la ignorancia en la ocultación de los poderes puede tener inesperadas consecuencias. Por la facilidad para realizar hechos, actos y prácticas de corrupción sistémica, la gente piensa que, cuando se pide esclarecer, algún acontecimiento público, con respecto a los encargados de cierto poder del Estado, lo único que valen son las especulaciones; por adivinar los resultados posibles.

La corrupción y los descuentos compulsivos

Me decía un parroquiano del Bañado Sur: “Aquí en nuestro país sigue la dictadura y los descuentos compulsivos a los pobres” Según la TGC si la ignorancia en la ocultación del poder, callan a los políticos, lo que sigue es la corrupción sistémica. La verdadera democracia nos permite visualizar, saber y conocer a través del cuarto poder, quiénes son, con nombres y apellidos, aquellos responsables directos de las prácticas, hechos y actos de corrupción.

La política y su incidencia en el poder judicial

Artículo Semanario Judicial, diario ABC Color. 3 de setiembre de 2012. En recordación de un año más de la lucha mundial contra la corrupción.  La propuesta de “consenso” en el país constituye mitad verdad y mitad mentira, como decía Sócrates al referirse a una opinión. Digo esto, en razón que solo con el disenso se construyen las civilizaciones racionales. Todos los paraguayos, a mi entender, coincidimos en que es “La corrupción” el único problema del Paraguay; que encuentra una solución indefinida. El resto es saneable. Y no es una casualidad, porque en su disminución consiste, precisamente, el objeto mismo de la acción política.