—“Al tratar este problema de la penalización de la corrupción, ya sea ésta, simple o sistémica, la jurisprudencia nacional tiene una gran laguna, igual o mayor que el propio Cateura”— me afirmaba un lugareño del Bañado Sur, entre risas y gritos. Según la TGC, todo poder es naturalmente corrupto, por su estructura misma y predisposición; por esta razón los gobiernos deben luchar, primero, para bajar la ignorancia en la función pública, para luego disminuir la corrupción. Nuestra democracia, con libertad de acción y pensamiento, unido al compromiso del cuarto poder de ir cooperando, para enseñar a todos, sean o no ciudadanos de un país, sobre la claridad, la libertad y la virtud, para garantizar la vigencia del principio de bien común.
Blog sobre corrupción. Artículos basados en la primera Teoría General de la Corrupción a nivel mundial. Autor y fundador del curacionismo político.