Indudablemente, la voluntad es determinante en los hechos y actos de corrupción; de manera específica e individual, del agente. A eso, podría llamarse, venalidad en la función pública. Pero, no puede tener la misma consideración, al observarse a la corrupción como un sistema. Por ello, el estudio jurídico del tema, abordado por la TGC, explica: “La ignorancia en la ocultación del poder, utiliza la venalidad para manipular a quienes ocupan los cargos”.
Blog sobre corrupción. Artículos basados en la primera Teoría General de la Corrupción a nivel mundial. Autor y fundador del curacionismo político.