—“Aquí en nuestro país tenemos leyes claras y muy realistas contra la
corrupción sistémica; pero sin la voluntad de una buena aplicación”—me
decía un asunceno al hablar de los proveedores del Estado; tanto de
productos como de servicios.
Según la TGC, el poder que no
baja la ignorancia en la ocultación, conduce a la injusticia.
La costumbre de simulación, tan
común en toda estructura corrupta de un Estado, es utilizada en todo poder autoritario,
para callar con “participación” económica, a cualquier miembro activo de la
sociedad. Así se sostiene la democracia bananera.
Esta modalidad aún subsiste en
las contrataciones entre los proveedores del Estado, aquí en nuestro país; con
grandes discursos de supuesta transparencia, que últimamente están cayendo en
la burla, por lo demostrado por la prensa a la opinión pública.
La gente va comprendiendo la
urgente necesidad de unificar toda penalidad, para el respeto de la Ley, sin
ignorancia, en cualquier contratación pública. Para posibilitar la competencia
libre, conforme a nuestro sistema actual, democrático, representativo y social
de derecho. Claridad, libertad y virtud, en bien de todos los habitantes de la
República.
La supuesta interpretación, a
favor de los amigos correligionarios y parientes, que deben ser denominados y
regulados como funcionarios públicos, debe ser corregida y mejorada. Porque
afecta a la hora de investigar y encontrar responsables, en los casos de
corrupción.
Este es el marco que nos exigen
las convenciones internacionales anticorrupción, que hemos aprobado como país.
Solo así, se logrará luchar con eficiencia contra el flagelo; generando una
buena administración. Sin hacer excepción alguna, al constatarse los actos,
hechos o prácticas de corrupción, en cualquier tipo de negocios con el Estado.
No se puede seguir atropellando
contratos, a favor de los parientes y demás allegados, sin ser aplicada ninguna
sanción a los transgresores, ante una prohibición expresa de la Ley. De lo
contrario, la ignorancia, primará en la aplicación de la norma. Lo cual genera
desconfianza en todo el orden jurídico.
Comentarios
Publicar un comentario