Me decía un parroquiano del Bañado Sur: “—Es increíble cómo se han cuadruplicado las obras sociales; pero al
servicio de la corrupción sistémica.”
Según la TGC, toda ignorancia en la ocultación del poder,
genera una percepción pública de transparencia en la gestión.
La necesidad de muchos en todo el país y la costumbre de
soluciones parches, en las cuestiones sociales, hace surgir, diariamente, más y
más carenciados o simples aprovechadores.
La prensa sigue capitulando, con nombres y apellidos la
lista de funcionarios que se beneficiaron del “negocio del Estado”. Nada se
sabe de acción de oficio del Ministerio encargado de buscar la penalización de
los casos de conocimiento público, mucho menos de aquellos que aún siguen
ocultos en la estructura.
—“La prueba, es que
hoy estamos igual o peor que antes, con la mala instalación de los desagües,
que inundan nuestros humildes barrios, con desechos…Nuestra democracia de a
poco se volvió preocupante, al no conseguir los administradores la anhelada
justicia; mientras sigue el globo de los préstamos internacionales, cuyo pago
golpeará inmisericorde a los más necesitados”—recalcaba el bañadense.
—“Nuestro local
llamado “pequeño auxilio” para los vecinos está totalmente inundado por las
goteras cuando llueve; no tenemos personal de blanco, o sea, nosotros no
podemos enfermarnos en Santa Ana”—protestaba.
—“La claridad, la
libertad y la virtud, casi no llegan a los bañados. Todo está en manos de
politiqueros y las pocas obras sociales, que están abandonadas, sin posibilidad
de conseguir presupuesto; pero tal vez, en esta campaña municipal, de promesas
y oropel para lograr el rekutu, se tenga algunas pequeñas “ayudas”.
Nos cuesta mucho ser conscientes de la realidad, sobre los
problemas sociales en todo el país: es la ignorancia en la ocultación del
poder, la regla a seguir parece, en toda obra social.
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