Me
repetía un alto paranaense: —“Nosotros estamos acostumbrados a las
posibilidades, de los factores sociales; pero siempre movidos por la corrupción
sistémica, que no se puede ver a simple vista”.
Según
la TGC, la ignorancia en la ocultación del poder, crea la percepción necesaria,
para mantener escondidas, las intenciones de los grupos de interés, a costa de
la estructura gubernamental.
La
democracia, la libertad y la primacía del Estado de derecho, tal vez no sean la
perfección: pero es el único sistema que
admite el disenso, para la construcción de la sociedad.
Cuando
el único afán es recaudar, para mantener un sistema de corrupción, privilegiando
a los amigos, un sistema político se debilita.
Esta
realidad es manejada con nombres y apellidos, en todas las localidades del
país, pero hasta hoy no se ven resultados en la administración de justicia.
Los
factores sociales, siguen siendo enunciados y tomados, como medio para quitar
réditos políticos.
La
falta de claridad, libertad y virtud, imposibilita a nuestra gente a conocer su
propio potencial, a favor del pueblo. Quedando absorbido por la ignorancia y la
corrupción.
Hemos
tenido la anhelada alternancia, sin otro objetivo más que cumplir con la mínima
expectativa de sensación democrática, de los ciudadanos.
La
situación del subdesarrollo es difícil y preocupante, cuando trata de levantar
su democracia, con una economía que prácticamente regala todos sus productos
naturales y agrarios; por orden de un sistema competitivo y obscuro, mundial.
Las
cuestiones sociales, atraen a los explotadores y capitales golondrina, con el
objeto de devorar todo lo posible en el más corto tiempo.
Últimamente
hay una gran propaganda, sobre la abundancia de energía, carne y tierra apta
para seguir entregando al peor postor. Mientras, la población, disfrazada de
mendigo consuetudinario, seguirá al amparo de politiqueros que comprarán su
necesidad, entre amigos, parientes o correligionarios, en cada período
eleccionario.
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