La idea de la percepción,
sobre los hechos, actos y prácticas de la corrupción sistémica, en los
distintos estamentos gubernamentales, cada día va aumentando la duda; si
verdaderamente hay interés a favor del “bien común” o sencillamente, la
manipulación de la percepción del sentimiento, se está imponiendo ante la
opinión pública.
Según la TGC, la percepción,
dentro de un país, no puede ser considerada como indicador objetivo, para
determinar la graduación de un fenómeno; por la forma subjetiva en que se
obtienen las respuestas.
Es la política, a través
del político, la encargada de disminuir la corrupción sistémica; esta verdad,
convierte a la opinión pública, un tanto desconfiada; por la forma en que se ha
manejado la política, en los últimos tiempos. Sus actores, muchas veces por la
ignorancia y la ocultación del sistema, consideran los cargos representativos,
como escalera para obtener posicionamiento y poder, sin haber antes producido
absolutamente nada, con historia propia. Para de esa forma ser tildado de “político”,
esperando que la percepción rellene este vacío ante sus votantes, tan común
aquí como en toda Latinoamérica.
Esta realidad, en un Estado
democrático de derecho, en libertad, nos da camino a los paraguayos, por lo
menos, para pretender ser sinceros y no encuadrarnos, a la corrupción sistémica
de antaño.
Es difícil hacer borrón y
cuenta nueva, en un sistema totalmente carcomido, por la ignorancia fatal de la
corrupción sistémica, maquillada por la percepción, a través del voto con
promesas de solución, de las necesidades.
Hoy la percepción del
pueblo, está comenzando a comprender la realidad y la virtud; que las
soluciones prometidas durante la campaña, tenían como único fin torcer la
percepción, temporalmente a favor de un objetivo fáctico electoral.
El pueblo está comenzando
a vivir y pensar, en una democracia representativa, con libertad de acción y
pensamiento, en el marco de un Estado social de derecho, capaz de ir
descontando a los corruptos y corruptores, que han jugado con la percepción
ciudadana.
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