Unidos
de cuerpo entero, como siameses, en toda sociedad del mundo: La corrupción
necesita a la prensa para simular cualquier objetivo económico, así como la
prensa barata necesita de la corrupción sistémica, de los recaudadores del
Estado, para sostener su ideología propagandística financiera.
Según
la TGC, el poder establece la estructura de un Estado, dentro del cual se
encuentra el cuarto poder. En el mundo actual, la figura de la “prensa”, en
manos del periodismo, juega un papel trascendental en el progreso o el atraso
de las naciones civilizadas. Por el hecho de que sus informes facilitan la
comparación de las ‘verdades’, dentro de cualquier sistema político, en el
mundo entero.
Nuestro
sistema democrático, social de derecho, sigue admitiendo la ignorancia en la
ocultación del poder; pero el pueblo va comprendiendo la importancia de
respetar, a la prensa y a los responsables de cada una de las publicaciones.
Por el bien del respeto de la cosa pública, que está en manos de los encargados
de las distintas instituciones.
Argüir
desconocimiento de los hechos acontecidos, bajo la administración de una
entidad del Estado, ya no puede ser excusa de los responsables de velar por los
bienes nacionales. Los hechos, actos y prácticas de la corrupción sistémica,
pueden esconderse, pero la responsabilidad y el resarcimiento, jurídicamente,
no.
Se
trata de ignorancia en el desempeño, en perjuicio del bien común, que genera la
percepción en la mayoría de la población, de que ninguna autoridad es de
confianza en la actualidad. Sensación nefasta, que solo sirve para seguir
apartando a la gente del conocimiento; de modo a seguir favoreciendo, desde el
Estado, a los amigos, correligionarios, parientes y etcéteras. Cuando toque la
oportunidad y la alternancia de la zona lo indique; beneficiándose a costa del
presupuesto público, mientras se sigue realizando campaña desde el cargo.
En una
sociedad tan pequeña como la nuestra, nada se escapa, todo se sabe; si se
subsiste en la aventura política, es por la ignorancia y la corrupción
sistémica, a la cual el país se ha sumido hace más de un siglo.
El rol
de la prensa, por lo tanto, es preponderante tanto para la disminución de la
corrupción, como para su ocultación. Es para el bien de la juventud, que la
claridad, la libertad y la virtud, que llevan a la curación social paulatina,
sean el norte para nuestro desarrollo democrático e histórico.
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