Tal vez
nuestro país sea la ‘niña bonita’, para las inversiones en obras públicas; pero
la corrupción sistémica, va quitando las garras, desdoblando interpretaciones.
Según
la TGC todo poder pone la estructura, que fácilmente, puede ser viciada por la
ignorancia. Este flagelo, grave para cualquier nación del mundo, solamente
puede sobrevivir en sistemas.
Aquí
prácticamente todas las obras públicas, fueron ejecutadas a favor de los
corredores: colocadores de capital; tanto es el porcentaje a veces, que se debe
recurrir al truco de la subcontratación internacional. Pero utilizando mano y
medios nacionales, por ser más barato. Los amigos ganan, el pueblo paga. Una
vieja ley de la politiquería corporativa.
La
solución de las necesidades públicas, resulta de esta forma, en injusticia
directa para la población, que en nada puede aprovechar los proyectos, regalías
y donaciones que el Estado recibe. Las recientes inundaciones, demostraron la
carencia de infraestructura de futuro en el país, a causa de años de latrocinio
en el país.
Es hora
que el gobierno exija a los vecinos, la mejora en nuestra “plusvalía”, en la
industria hidroeléctrica conjunta que tenemos; como legítimos dueños y
condóminos.
La
democracia nos permite crecer y buscar aprender; conociendo la verdad de los
hechos. A través de los valores de claridad, libertad y virtud, debemos reparar
estos perjuicios, en contra de miles de familias paraguayas necesitadas: que de
seguro, han sido las que mayoritariamente han votado en las últimas elecciones;
esperando un mejor vivir.
Si
hasta el representante de la Santa Sede, es latinoamericano, empecemos a exigir
la justa indemnización por este medio siglo de abusos de las democracias
bananeras. Amparados en los principios del derecho natural e internacional; de
los derechos humanos. Curando el dolor de todos los paraguayos y paraguayas.
Empecemos a reconocer cuán fructífera será la cooperación entre naciones
libres.
Por
ello, las obras públicas, que cimientan la vanguardia de nuestra producción, ya
no pueden ser dirigidas por la ignorancia y la corrupción sistémica.
Comentarios
Publicar un comentario