Un
parroquiano del Alto Paraná me decía: —“La
contaminación de la corrupción sistémica nos trae la navidad”.
Según la
TGC, el poder y su estructura, fácilmente pueden estar consumidas por la ignorancia.
Nuestra
democracia, a través del cuarto poder, está formando una nueva opinión, un
nuevo sentir en la gente; ante los problemas sociales, de carácter repetitivo y
constante, comprendiendo que la contaminación en casi todas la instituciones,
cierran el año con una gran burla.
Es la
ignorancia en la ocultación de los poderes, el gran denominador en todas las cuestiones de la administración,
creando más inseguridad y dudas.
Ante esta
realidad, los dobles discursos, “transparentemente” pronunciados por los
politiqueros, caen, en la percepción de la gente, como picarescos y casi
ofensivos.
Toda
denuncia ante hechos, actos y prácticas de corrupción, de los mismos encargados
de velar y administrar justicia, queda sin resolverse, a causa de una buena
implementación del derecho: único capaz de bajar este flagelo. En razón de que
la ética, no puede ser exigida jurídicamente, a los actores políticos, quedando
en el vacío ante la opinión pública en democracia.
A la vista,
hay deforestación de miles de hectáreas, perjudicando a los nativos y
campesinos. Con tan triste espectáculo, sin solución ante tal barbaridad, que
se constituye en un “crimen de lesa
humanidad”, por la relevancia del medio ambiente para las personas, siguen haciéndose
anuncios de “burbuja económica”. Con crecimiento basado préstamos de la usura
internacional.
—“Si la contaminación y la inacción no se
corrigen, para el resto de este período, lo único que se esperan son calvarios
para el ambiente”—decía el paranaense muy preocupado.
A esto,
debemos sumar la constante contaminación, sin piedad, de arroyos, ríos y lagos,
cuyos resultados están a la vista, pero sin existir responsables, por tales
hechos, actos o prácticas de corrupción sistémica.
Incluso algunos
intendentes, declararon dónde y cómo se contamina, pero el Ministerio Público,
ni siquiera los imputa como responsables.
Ni
mencionemos el gasto de la plata para la educación, del FONACIDE, donde la
ignorancia, tal vez a muchos los volverá a presentar, para el rekutu, como politiqueros, amparados por
la falta de cultura y contaminados por la corrupción.
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