—“Qué extraña la vida: ¿Hasta la naturaleza
juega a favor de la corrupción sistémica?”—se preguntaba un poblador del
Bañado Sur.
Según la
TGC, la ignorancia en la ocultación del poder, utiliza la “percepción”
política, para lograr sus objetivos económicos, sin que sean cuestionados.
Hemos sido
denominados “capital verde de Sudamérica”, pese a que los árboles están
abandonados a su suerte; pero la naturaleza, con abundante agua y sol, pudo
conservar algunos, entre calles, ríos y casas viejas; históricas algunas,
también dejadas a su cruel destino, como las plazas y parques de la ciudad.
Cabe
preguntarse si hay incapacidad de las autoridades encargadas o conveniencia.
—“Por eso somos campeones entre los
corruptos, entre los felices, y hay que agregarle, que somos capital verde. Tal
vez falta agregarle, que somos el país más caritativo, porque “dona” a sus
vecinos, las cosas extraídas de sus aguas y suelo. Empobreciendo a su propia
población, eso sí que es caridad”—agrega el asunceno.
La navidad,
trae rendiciones de cuentas por doquier, “transparentemente presentadas” ante
la prensa. Pero todo aquello que se cuestiona, no se aclara, por el contrario,
se exhorta inclusive a debatir en tribunales. Allí es cuando puede verse, el
antagonismo con la claridad, la libertad y la virtud, que deben guiar los actos
en un Estado de derecho democrático.
Pese a
todo, nuestra democracia va mejorando, con una prensa cada vez más veraz y
ecuánime, sobre los que está ocurriendo en el país.
Hay nuevas
amenazas de multas desmedidas, a los infractores; pero, nada se sabe del
destino del dinero del Fonacide, administrado por los Intendentes.
—“Me parece que acá los intendentes dicen:
cumplan sin preguntar, que yo soy el que manda. La frase de “la igualdad entre
gobernantes y gobernados”, según lo establece el sistema democrático, no
funciona en los municipios”—insistía el ciudadano.
Típicamente
la ignorancia hace inclinar la ley, en la interpretación, a favor de la balanza
del poder, quedando abandonado a su suerte, el ciudadano, creyente de la
justicia social, idealizada por la Carta Magna.
El ciudadano,
desilusionado, cansado de esperar, en esta Navidad, la tan mentada igualdad de
derechos, sigue de cerca los nuevos “cambios” y las burbujas de circo, al
servicio de los populistas, con planes de impuesto al poha ñaná, por la corrupción de la naturaleza.
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