Cruzando la frontera
Un parroquiano del Alto
Paraná me dice: “Con tanta influencia de corrupción sistémica, el país y
principalmente Ciudad del Este, está llegando a un límite impensado”.
Según la TGC, la ignorancia va marcando la verdad sobre el manejo gubernamental,
por la determinación de sus grados,
que establecen la situación actual.
La facilidad en el conocimiento
de los actos, hechos y prácticas
injustas de los poderes, llamada corrupción
sistémica, en cualquier forma de gobierno, se convierte en influencia inevitable para la buena administración de los Estados; obligando
a los responsables, ante la opinión pública en un Estado de derecho, democracia de verdad al servicio del bien común.
Poder y función
pública
Este ciudadano preocupado
del Este, considera la necesidad urgente de sanear los poderes, de la
influencia subjetiva, que ha llevado al acomodo hasta del presupuesto, según apetencias
políticas: un atentado directo contra los principios constitucionales que rigen la función pública.
Al existir dos clases
de funcionarios públicos, movidos por una élite mandante, la confusión corre igual que la garganta del Yguazú,
atropellando a la gente.
La claridad, libertad
y virtud, al servicio del país, juega, buscando
esclarecer a los ciudadanos la razón de ser de una democracia; cuya verdad
esté al servicio de todos, superando la
idea del denominador común, a favor de los mismos en el país.
Principalmente por los más necesitados, tanto de pueblos originarios así como campesinos
golpeados por la tiranía económica
vigente.
Nuevo escenario
regional
—La ola de inestabilidad, a causa de la influencia, va
moviendo a la fuerza pública —repetía este alto paranaense.
Las violaciones
constantes y arbitrarias en perjuicio de este poder no deliberante, al privilegiar a unos pocos, en perjuicio
de unos muchos, genera injusticia, traducida en corrupción sistémica, a través
de la ignorancia.
La sombra de la
corrupción, aquí como en toda Latinoamérica,
va marcando la necesidad de seguir buscando la verdad para salir de este
atolladero, tan devastador para el progreso social de las naciones.