El discurso
Una pobladora de Olimpo,
cuyos ciudadanos se autonombran “los olvidados”,
decía: “Sería interesante que las
expresiones del Ministro de Hacienda
lleguen a nuestra ciudad, y no solo a los bolsillos de la corrupción sistémica…”
Según la TGC, el poder
que no controla la ignorancia, aumenta la injusticia, sinónimo de corrupción.
La población de Fuerte
Olimpo siempre estuvo aislada de la administración
central y la capital. Ya sea por la distancia y las dificultades de la ruta
y de los medios de transporte, razón por la cual estaba mayormente poblado por pueblos originarios, tan paraguayos como cualquiera, pero muy abandonados, que hoy deben reclamar
para que les sea efectivamente reconocido ese derecho como tales.
El imperativo
jurídico
Nuestro sistema establece en la Constitución Nacional la vigencia de un Estado social de derecho, y más, a favor de la protección, asistencia e integración de los pueblos originarios,
los cuales hasta hoy siguen mendicantes, a consecuencia del abandono de los
llamados dirigentes, cuyo fin es sencillamente recaudar a costa de ellos.
—Pasan hasta obras fantasma, sin que los encargados
de la justicia actúen —decía esta pobladora. —Esto nos obliga a denunciar, ya que si nos callamos, estamos aceptando estos robos públicos. “Somos indios pero no sonsos” —remarcaba
la olimpeña.
Democracia en acción
La claridad, libertad
y virtud, con que se manifiestan estos pobladores nos muestra que al fin nuestra democracia, va teniendo ecos de
ser, en la vida nacional, en el ver,
escuchar y sentir de éstos hermanos tan manoseados y explotados, pidiendo
solución a un problema de antaño; ante las expresiones
de benevolencia pasiva, de un ministro, que habla de los grandes progresos
en la economía nacional, mientras una población está al borde del precipicio,
tanto en la educación, como en el trabajo o la salud: justo los ejes centrales
del gobierno, ya que lo poco asignado a
los mismos, nunca llega. Ya sea por falta de control estatal o por la
corrupción sistémica imperante.
Los fiscales tienen trabajo, para desvelar el porqué de tal abandono de la justicia, apañando a los
encargados políticos, sus
incumplimientos y las falencias, transparentemente, al existir documentos firmados.
Aquí, una vez más, es la sombra de la corrupción la que está llevando a toda la población de
los pueblos originarios al olvido.