Segundo
enfoque central curacionista: la
claridad necesaria en la Justicia.
Las dos caras de la ley
“A todos preocupa,
en este momento, la actitud de los funcionarios públicos ante la corrupción sistémica”, me recordaba un
parroquiano de Caaguazú.
Según la TGC, la ignorancia en la estructura del poder,
es la que influye en las actitudes, como reacciones
emocionales o racionales, positivas
o negativas. Por eso el énfasis
en esta parte obscura de la humanidad,
pero como elemento objetivo de estudio,
y no como una pretensión de subyugación y simple apreciación subjetiva.
La gran corrupción o
sistémica, utiliza la actitud positiva
ante la claridad de los actos, hechos y
prácticas, en la estructura de los poderes, por medio de la ley, para “salvar” a muchos de sus integrantes.
En tanto que la pequeña corrupción,
o contra ley, lo hace en sentido negativo, atropellando abiertamente las
normas jurídicas, a la vista de la
gente, cuyos resultados son notorios,
difundidos por la prensa casi
constantemente, pero en lenguaje muy cifrado, en estos tiempos.
Cuarto poder
“Últimamente vimos
que “los perros” están mejor informados, que los propios encargados de dar
noticias a la población”, agregaba el demócrata de tierra adentro.
Estas reacciones contradictorias,
de poder a poder, confunden a la población; porque el informar es algo
corriente, sin lugar a dudas. “Pero el cumplir y hacer cumplir sigue dando
calambres a la administración”, repetía este ciudadano.
Democratización de la
corrupción
“A esta altura, “de
repente”, parecería que se encontró tanta corrupción sistémica, como si la
fallida crecida del fenómeno de “la
niña”, dejara al descubierto la maña de los muchachos” —sentenció.
“La última novedad de nuestra democracia de acción y pensamiento, —asegura un parlamentario— es
la moda de manejar las cosas pública a según si hay o no imputaciones. Sería una nueva forma de la politiquería, tan
latinoamericana y rioplatense”.
Difícil llegar al progreso
de las naciones, ante la falta total de justicia; mientras seguimos
aceptando la irresponsabilidad de los juzgadores, es muy dificultoso superar la actitud corrupta, política y jurídicamente
hablando.