Acomodo normativo
“El juego de la interpretación
jurídica es partícipe en toda corrupción sistémica”, me repetía un parroquiano de Alto Paraná muy
preocupado.
Según la TGC, el poder es el encargado de hacer la interpretación de todas las normas jurídicas, para su aplicación a
los hechos, actos o prácticas.
Esta democracia
representativa y de acción, tentativa, al proponer a boca llena, pero
transgrediendo la Carta Magna,
arguyendo que la negociación política
es la única valedera, aún por encima de la ley.
Nada más engañoso y
corrupto, que esta forma de pensar: Sortear la efectividad del derecho y el respeto
del bien común, dentro de un sistema de apuesta proselitista.
Ideología parcial
Algunos representantes
juegan a las cartas, o aplican teorías futboleras,
al pensar imponer su interpretación ante el país.
Pero esto sigue sucediendo, tal vez, al no conocerse, de
manera divulgada, que toda corrupción sistémica utiliza la ignorancia
en la ocultación de todo poder; con el único fin de conseguir un objetivo
personal o de grupo social.
Esta verdad, demostrada en la TGC, al servicio de los llamados funcionarios, permite a la gente, aunque siga un poco alejada,
pedir la implementación de mayor claridad,
libertad y virtud, a favor de un Estado
de derecho con vigor.
Deuda pública
solapada
“Pero bueno, será
otra prueba más a la dura realidad, de los obsecuentes, al amparo de la burla y
el desconocimiento, que pretenden con ideologías
parciales, convencer una vez más a los paraguayos de que el derecho y la ley, no pueden prevalecer
ante la voluntad interesada de la política
económica”.
La deuda pública ha
aumentado en un 98 %, lo cual,
mañana tendrá resultados obligatorios
para la población.
“¿Cuánto estamos pagando de interés sobre la boca de los más necesitados con trucos interpretativos?”.