Tercera emisión de
aspectos fundamentales de la filosofía política curacionista, tendiente a posicionar
el centro político, por medio de la
descripción lo más acabada posible del objeto
de nuestra acción.
A todos los curacionistas,
¡un gran saludo!
Una doctrina
Lograr establecer las bases
teóricas de una corriente ideológica,
denominada curacionismo, puede
resultar aparentemente lejana de las prácticas
posibles de proselitismo histórico. El posicionamiento de “centro”, siempre será objeto de debate,
cuando de política pura se trate.
Ahora bien, la doctrina de la curación social, es un ideario
político sustentado en una realidad demostrada y demostrable, a cada hecho nuevo o viejo, que ocurra en todos los ámbitos del poder, del gobierno y de la administración de bienes
públicos en general. Pasa por ser entonces una crítica al poder mismo, pero desde la imparcialidad y objetividad que otorga el método científico, en este caso la disciplina jurídica.
La justicia como aspiración social e individual no puede
ya ser analizada, desde el punto de
vista político, sin considerar los conocimientos
aportados por el estudio particular de la teoría general de la corrupción, cimiento principal del
curacionismo.
Los elementos y la
acción
La acción política curacionista se ha basado, por expresa lógica y por convicción, en lo establecido ya hace 35 años por el autor y político, Francisco Blanco León, en Paraguay, bajo el axioma: “La corrupción es la resultante del poder sobre la ignorancia”.
El poder, que
aparentemente estaba fuera de discusión contradictoria
en la premisa proselitista, pasa a
formar parte esencial de la crítica y de la transformación.
La estructura del
poder y la aspiración de su
modificación, describen a la izquierda,
tanto social como liberal, pero no
así en su circunvalación con el derecho
positivo, que busca considerar y conservar
principios de orden universal de modo a evitar extremismos, fundamentalismos y retrocesos graves en
la implementación de derechos humanos;
solo bajo la excusa de la primacía de un criterio político.
La ignorancia
Materia de estudio principal de la Teoría General, tanto en su aspecto jurídico así como en su función dentro de la administración general del Estado, ingresa como un nuevo elemento de discusión, de modo a no relativizar las propuestas, convirtiéndolas en simplemente coyunturales, sectarias o de índole fáctico.
Como es un elemento común con las ciencias económicas, cuando se trata de la principal ecuación que rige la vida material de
las personas, se demuestra lo transversal
del estudio de la corrupción, dentro de las ramas sociales en general.
Siendo entonces necesario
el estudio y comprensión de la realidad, por medio de los tres elementos
concomitantes, corrupción, poder e
ignorancia; es la acción política doctrinaria,
la difusión de los valores de claridad,
libertad y virtud, para contrarrestar la dinámica invasiva de la ecuación. Tanto en los hechos de actualidad, la legislación
aplicada a la sofocación de tales hechos, y las decisiones mismas del poder
público, como gobierno democrático, indispensable para la proyección de ideas renovadas, que
utilicen el razonamiento del “velo”, como tamiz para encontrar la verdad, en aras del bien común, desprendiéndose de la desinformación, la ignorancia y la subyugación que se
crean, por medio de los más simples sistemas
de corrupción, a nivel mundial.
En términos generales, el curacionismo, es luchar contra la ignorancia y la corrupción, de modo tal a humanizar el poder, para que esté al servicio del ser y no de las cosas.
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