Dedicatoria:
A los seguidores del
curacionismo, que me han hecho llegar unas certeras y muy responsables
consultas sobre la visión política que baja a la arena, en Chile y parte de Europa,
sobre una intención de curación social integral, para el bien común. ¡Vayan mis
saludos!
La corrupción y el enfoque
Polarización aparente
“Si miramos a la doctrina tradicional del liberalismo, tendríamos a dos partidos muy similares en su práctica e historia, que usan la estructura del Estado para facilitar la corrupción sistémica” —afirmaba un parroquiano del Bañado Sur.
Según la TGC, “poder sobre ignorancia” equivale a corrupción. Siendo que el mundo no
puede vivir sin poder, en toda convivencia de la socialización, y son los partidos quienes representan el poder en
toda democracia y otros sistemas, se puede vislumbrar la necesidad de cierta
estabilidad, para que un pueblo pueda progresar, por más malo que fuera el gobierno de turno.
La ignorancia,
por el contrario, es elemento del mismo
sistema, pero que no requiere de
estabilidad, sino de constante
cambio, traslación y adaptación; allí reside su peligrosidad, porque si un gobierno
no la disminuye, sobre la base de
principios claros, la resultante obligada será la corrupción en el país.
Estudio de la
corrupción como centro político
Aparentemente la solución es muy sencilla entonces: aumentar y exigir más ética a los funcionarios. Es un aspecto subjetivo, que al analizar estructuras, choca con una limitación básica, su imposibilidad de desdoblarse hacia el análisis objetivo de los hechos, con independencia de los sujetos, porque escapa al análisis de la ética misma. Así es como las organizaciones de lucha anticorrupción, fundadas bajo este principio, son devoradas con facilidad por el contubernio exigido, desde las propias estructuras de poder, si es que se pretende hablar siquiera de “anticorrupción” en términos economicistas y morales.
Los gobiernos hacen esto, porque saben que el derecho es objetivo; resulta del
análisis de los hechos concretos, y
apunta hacia responsabilidades más que a
las culpas. Por ello, este estudio particular dentro de la filosofía y
ciencia jurídica, que denominamos Teoría
General de la Corrupción es de aprehensión necesaria, en cualquier ámbito
de discusión política y social, que
pretenda tener alguna vez tener incidencia jurídica y económica efectiva,
para el bien común, valga la aclaración.
De no ser así, el sistema
económico, que se basa, naturalmente en la primacía de la ignorancia del público, como requisito para imperar,
seguirá favoreciendo a unos pocos, para el perjuicio de la mayoría que
sostiene, con sus recursos propios, al siempre agigantado Estado.
El paso del
curacionismo
Esta claridad, libertad y virtud, se plantea al tener una estructura cubierta de la sociedad, de imposible cambio instantáneo. Por eso, la visión de este parroquiano, sobre la doctrina predominante en los partidos tradicionales, en nuestro país, podríamos tratarla como correcta, ya que ambos nacieron del liberalismo social.
“Ahora, en la ejecución
económica, se sigue realizando el capitalismo
estatal y el capitalismo popular; que nadie discute, total, los votos están
cantados a favor de quien puede comprarlos, sin importar que luego terminen imputados penalmente por el origen de
los fondos utilizados” —afirmaba el bañadense, al parecer con conocimiento de
causa, mientras comenzaba a citar nombres, tanto a nivel nacional como
internacional.
Esta es la característica de un sistema económico sustentado en la ignorancia.
Por eso, es hora de reconsiderar esta forma de ver a la
política, con acento en lo social,
remplazando a lo meramente económico con un nuevo enfoque integral.