(Cuento breve, extraído del libro "La ignorancia y la corrupción". Asunción, 2000)
Sentadas, unas diez personas; fumando…casi todas.
Un gordo, petiso…pelo largo, hablaba desmedidamente de la Democracia. De sus
buenos principios. Casi ni menciona los defectos. Salvo, para mejorar la institución.
-…Y, ¿cuánto pueden pagarme para la votación de, tal lugar,
para elegir concejales...?
El gordo, le contesta algo enojado.
-…¡¡La elección es libre!! Por lo tanto no se puede licitar,
comprando votos. Preste más atención a sus palabras amigo.
Aquel le contesta:
- Pero si a mí me han dicho que Ustedes compran los votos,
señores.
-Bueeno… Nosotros hacemos la encuesta, para el candidato
ganador de esa elección…en esa localidad o pueblo.
- Y ¿Cómo pueden saber Ustedes quién ganará esa elección
municipal?
El gordo, jugando con un fajo de billetes, contesta:
-Bueno, la gente siempre sabe a quién elegir en una
democracia participativa y pluralista de una nación.
-¡¡Claro!!- contesta el otro- ése es, justamente mi
propósito…mi estimado.
-Así se habla, amigo. La clave de todo éxito es la buena
voluntad y la verdad.-y sigue jugando con el fajo de billetes que tiene sobre
el escritorio.
-¡Éste siglo XXI es así, aquí, y en el mundo entero! La
verdad, la libertad y la democracia son términos sinónimos de participación por
el bien común del país…Claro, hermanos, por el bien común…Aquí está (le entrega
un cheque).Para ir a votar por la lista “3” , y tu papel de recreo.
- ¡Gracias!...Gracias a ustedes podré comer hoy.
-Seguro, amigo de eso no hay duda. ¿Y mañana?...
-…Será otro día y en este país todo se olvida.
-Recuerda una cosa. Llegaste a este banco, y sin problemas
hemos cumplido contigo. Así como dice la
Ley y la fórmula ganadora.
-…Claro, una vez más, gracias a Ustedes…y a la gente.
-Así es la democracia, en este lugar…En este banco no
aceptamos la corrupción y mucho menos a los corruptores a favor de nadie. Sólo
amor al prójimo para seguir comiendo.