Acudiendo
a la información provista por un diccionario político encontramos la definición
del adjetivo “CORRUPTO”, pero, llamativamente, no la del sustantivo
“CORRUPCIÓN”.
La fuente
dice: “Corrupto es quien participa del
poder del Estado y procede de manera ilegal para beneficios particulares”.
El
concepto resulta bien conciso, pero se limita solo a la acción individual del
agente en los llamados “delitos de corrupción”, sin tener en cuenta la
naturaleza compleja del sistema de gobierno denominado “corrupción”.
Nosotros
iniciaremos dando un concepto más simple:
“Corrupción
es el medio de los incapaces y cobardes en una nación sin buen gobierno”.
Es medio
por que facilita el ascenso social a personas de escasa preparación, siempre
que sean voluntarias, sin escrúpulos, y sepan obedecer sin miramientos a las
directrices del sistema, anulando todo indicio de dignidad.
Hablamos
de cobardes, ya que la cobardía con respecto a la Nación ; no debe ser
confundida con el “temor”, la “sumisión” o la supuesta “falta de hombría”, como
es la costumbre de los inefables politiqueros, muchos de ellos, ignorantes
peligrosos y corruptos.
La
cobardía, insistimos, no es un atributo que pueda aplicársele a un ciudadano
común para los fines de nuestro estudio sociológico.
Los
cobardes son en realidad las autoridades que se encuentran en la situación de
ordenar y decidir sobre la suerte del país.
Quienes no
cumplen con ese bendito mandato a favor del bien común y del progreso de la
patria: Esos. Esos son los verdaderos cobardes.
Pero
escarbemos un poco más, y con paciencia llegaremos a definir con mucha claridad
a este flagelo al parecer insoslayable.
Extracto del libro "La ignorancia y la corrupción"(1993).
Comentarios
Publicar un comentario