La ex ministra de la salud, hizo lo más
práctico y ético, en un Estado de derecho, con libertad, como ex responsable de
la salud pública; constituyéndose en el mejor ataque frontal a la corrupción.
Siempre que los encargados de la justicia, cumplan con su rol de investigar, a
fin de tipificar y eventualmente, penalizar, a los que han realizado y
permitido este gran hecho de corrupción, que provocó la pérdida de importantes
fármacos.
El primer paso será que, efectivamente, se
apruebe, en la misma Cámara de Senadores, el desafuero de su colega, de modo a
que se pueda llegar a aclarar este grave perjuicio al erario público. Como bien
lo postulan los términos del Artículo 106 de nuestra Constitución.
Será la primera vez, de darse la anterior
condición, que el interés ético primará por sobre el político, en este caso
gracias a una senadora electa, para luchar efectivamente contra la gran
corrupción sistémica, también denominada por la TGC , como intraley o sistémica.
Indudablemente, hasta podría renunciar a su
banca para demostrar su intención inequívoca, en la justicia y la verdad.
Lo cierto es que, si la cuestión se trae a la
vista, y salen a colación hechos de corrupción cometidos bajo la
administración, de nuestros hoy representantes electos; y cada uno de ellos,
siga el ejemplo de la ex secretaria de Estado, probablemente, tendremos nuevos
senadores y diputados próximamente.
Afortunadamente, pese a no ser muy creíble,
esa hipótesis de actividad espontánea, los delitos de corrupción van camino a la imprescriptibilidad, a nivel mundial. Por la gran dificultad que presentan los
procesos, la investigación y la chicanería; teniendo en cuenta, la constante
presión económica y política, que ejercen normalmente los ocasionales encausados. Como muestra, en nuestro país, la
fiscalía anti corrupción, registra 25 expedientes, que llevan más un promedio de
10 a 15
años estancados, sin resolución, camino a la impunidad por parálisis de facto.
Según la TGC , el cuarto poder hizo lo esperado, en un
Estado que se precie democrático, informando. Son los especialistas, en la
interpretación, para impartir justicia, los encargados para esclarecer estos
actos, para así, demostrar al pueblo, cuan cierto es el deseo de este gobierno,
de resarcir lo daños y perjuicios contra los bienes de esta gloriosa República.
El gran público, espera que comience a bajar
esa gran corrupción sistémica. Creemos que si llega la aceptación, por sus
pares, de la renuncia a sus fueros por parte de la legisladora, será un paso
trascendental, que ubicará a los parlamentarios en general, en un verdadero pie
de igualdad legal y constitucional, con el resto de los ciudadanos del país.
Eso es tratar de mejorar la democracia y el
respeto de un Estado de derecho; en libertad de acción y pensamiento. Donde el
pueblo clama disminuir la ignorancia, para bajar la gran corrupción que azota
al Paraguay.