Ciudad del Este. Amaneció feliz al saber de la
expulsión de cinco jueces de primera instancia y algunos fiscales.
Uno de los denunciantes principales comentó que
constituye apenas un 1 % de avance en contra de la realidad de la corrupción en
el poder judicial de la zona.
Se espera que el Jurado de Enjuiciamiento deba
de proseguir con su accionar a fin de que se recupere la confianza y la fe en
la administración de justicia en todo el país, porque la corrupción sistémica,
que afecta al poder judicial, es la más grave para la población civil: ya que
nadie puede desobedecer una sentencia judicial, en un Estado de Derecho; con
visos democráticos y cuyo resultado normalmente son la injusticia a voces ante
la ciudadanía.
Existe una relación directa entre la corrupción
“intraley” y la corrupción “contraley”, según lo explicado por la
TGC. La “gran corrupción sostiene a la
pequeña corrupción que pueden ser contrabando, falsificación, crimen organizado
y otros.
De la interpretación a
la realidad
Por eso vemos que los mercados hoy son el
centro de atención de las cámaras de televisión, dan mucho que hablar a la
gente.
Los mismos comerciantes dicen: —“A mi me han entregado esto en la Aduana. Autorizaron
el ingreso de mi mercadería. ¡Y ahora me dicen que es contrabando! Aquí está a
la vista el documento, todos pueden verlo.”
—En este mercado ustedes pueden encontrar a
cuatro o cinco que trabajamos legalmente y el resto, en negro; lo mismo ocurre
con la mercadería, por eso somos perseguidos a espaldas de los grandes que
pueden manejar a su antojo la vida y los bienes de los pobres.
A tres meses de la ida de este gobierno que
prometió “corrupción cero”, el caos es total en la administración. Los braceros
de los ríos creen que tienen derecho a seguir trabajando y que la “gran
corrupción” tenga un poco más de control, sin tanta libertad a las espaldas de
los sufridos contribuyentes.