Me decía un parroquiano
del Alto Paraná: “Estas imágenes atroces,
ayudan a los ‘muchachis’ de la política; para sobrefacturar a nombre de los
necesitados”.
Según la TGC, si la
estructura del poder no corrige, los abusos y malversaciones, la acción gubernamental
llega tarde y se convierte en injusticia, pero con fachada de paliación.
Tanto es el interés de
muchos, que se pretende culpar de la
necesidad, a la falta de trabajo; siendo que toda imprevisión, es a
causa de la corrupción sistémica galopante en el país.
Las aguas suben de manera
cíclica, eso se sabe desde hace siglos; pero el mantener en estado de
exposición, peligro y vulnerabilidad un gran margen de la población ribereña,
al parecer, resulta un gran capital electoral y oportunista para la
politiquería gobernante.
Hoy me decía el poblador
del Este del país, que pese a los muchos damnificados, durante el mundial, los
partidos nadie se los pierde, aunque haya que verlos bajo un toldo; de costos
millonarios para el Estado, pero por lo menos, los encuentros del torneo
global, se transmiten por televisión abierta.
Esta democracia,
participativa, según la situación de los amigos, correligionarios y alineados,
está golpeando a las costumbres del Paraguay; desbordado por la situación de
las aguas, desembocando en corrupción a nombre de la beneficencia.
En Paraguay, hasta un “monumento”
se ha hecho a la corrupción sistémica; una represa, cuyos puntos a ser
renegociados, hasta hoy no aclarados para la ciudadanía. De modo a tratar de
levantar, los perjuicios causados a todo el pueblo paraguayo.
También hemos tenido las
cárceles fantasma, con empleados que figuran pero que no han aparecido nunca.
Recientemente, se está
desvelando la gran estafa tributaria, convertida en un reality, a través del cuarto poder; cuyo empresariado, incluso, es
el gran protagonista.
Total, el mundial termina
y la gente seguirá peleando con las inclemencias del tiempo; con las
hidroeléctricas sin reconocer a favor de los afectados, por los daños
ecológicos y socio-económicos causados.
La previsión no puede
existir con ignorancia y ocultación; urge llevar un control a fin de evitar,
repetir estas imágenes de marginación social y aislamiento, que han servido de
excusa de recaudación y consentimiento de numerosos actos, hechos y prácticas
de corrupción en el país.
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