La corrupción contra ley es aquella donde el poder privado
negativo, es decir, sin la potestad legal para ejercerlo, es impuesto sobre la
ignorancia (negación) de la ley como contravención e incumplimiento consciente
y manifiesto. Se realiza normalmente de manera subjetiva y asistemática.
Ejemplo:
—Un funcionario X
solicita a un particular la suma de 20.000 dólares americanos, de modo a
facilitarle él mismo un certificado de aprobación de un proyecto ganadero.
Aquí la corrupción es abiertamente contra ley, ya que es el
mismo funcionario el que se compromete a realizar, de propia mano, la
expedición del certificado, cayendo abiertamente en la tipificación penal de cohecho pasivo o “coima”.
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