El
país está muy golpeado por la inseguridad, tanto jurídica como administrativa, llegando
incluso a lo social; por la ignorancia y la ocultación de la corrupción
sistémica.
Según
la TGC, si la estructura del poder, naturalmente corrupto, no toma una actitud
combativa y precisa, la ignorancia en la
ocultación es la que primará.
Todos
los ciudadanos coinciden en que, si no otorgan cierto "apoyo" de carácter pecuniario, a
favor de los funcionarios públicos, para que hagan sus tareas, jamás lograrán
hacer cumplir lo que la Ley asigna.
Este
comentario callejero, en ómnibus y mercados,
es la expresión genuina de la incidencia de la corrupción sistematizada
en la opinión pública.
El
cuarto poder nos viene demostrando la falta de control, de los delitos
ecológicos en perjuicio del pueblo, en la mayoría de los barrios y ciudades del
país, sumado a la inseguridad de toda índole. Esto está minando, ante la
comunidad internacional, el buen Estado de derecho de nuestra democracia
participativa y social.
El
mundo civilizado se preocupa al ver la situación de un país, tan perjudicado en
sus recursos naturales; por la corrupción sistémica en manos de politiqueros,
herederos de una democracia bananera, en perjuicio de la población.
Si
nosotros, los mismos ciudadanos, nos callamos y esperamos sencillamente la
solución del Estado, no puede crearse la voluntad verdadera de buscar la
claridad, la libertad y la virtud; única forma viable de combatir y curar de a
poco todos los actos, hechos y prácticas de la corrupción sistémica.
Nuestra
política social debe ser mejorada, empezando por sanear a los servidores
públicos. Nuestros tribunales se están llenando de imputados, por este flagelo
tan conocido en el país.
Nuestra
democracia debe ser respetada y mejorada con el apoyo del cuarto poder,
elemental para bajar la ignorancia en la ocultación del poder.
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