Descontento
salarial: La corrupción
“El
Paraguay será, tal vez, el único país del mundo donde se puede vivir sin
plata”—me expresaba un parroquiano—“¿Sabes por qué?: A diario vemos que existen
maestros “ad honoren”, enfermeros que no cobran hace más de cuatro meses,
contratados que solo cobran el 40 por ciento de su salario y pasantes
judiciales con más de cinco años de antigüedad. ¿De qué viven? ¿Cómo hacen
estos compatriotas, si no se les paga?
En cambio,
cuando empresarios del transporte, cuyo deficitario servicio es subsidiado,
hacen un paro, inmediatamente el gobierno se apura a satisfacer su pedido. Violándose incluso, lo expresamente
establecido en la
Constitución con respecto a los servicios públicos básicos.
La
corrupción sistémica que domina la administración del país, se caracteriza, a
través de la ignorancia, por la total ineficacia para dar solución a los
problemas, lo cual normalmente se produce con la intención de continuar en el
poder.
El
ciudadano común comprende los agravios a los que están expuestos, al ser
abandonados como usuarios del transporte, por quienes, según la Ley 1626/00, son sus
servidores, y el transporte, un servicio público obligatorio concesionado por
el Estado a favor del lucro indecente de partidarios, amigos y secuaces.
Si esta
gran corrupción no es disminuida por el nuevo gobierno, a través de los
funcionarios públicos, las promesas caerán en saco roto, por incumplibles, al
no atacarse la raíz del problema.
Por otro
lado, esta costumbre de entregar el poder a mitad de año, sin los medios
presupuestados para los entrantes, debe ir siendo desechada, por los perjuicios
que ocasiona a la democracia; así, ir penalizando la gran corrupción, conocida
y clarificada ante el público, así como establece la Carta Magna.
Le explicaba
al parroquiano la importancia de una teoría general de la corrupción, ya que
nos da la posibilidad de corregir este flagelo, tan temible para el progreso de
las naciones libres. Así mismo permite mejorar y exigir respeto de los
funcionarios públicos en el cumplimiento de su deber con el pueblo.
Si bien
necesitamos más sinceridad entre ciudadanos, en verdad y equidad, con políticos
capaces, no rapaces, de llevar adelante los proyectos tanto en el presente como
el futuro, para el país.
Los
aspectos fundamentales deben ser el respeto de la ecología, mejorar la justicia
y buscar la devolución e indemnización por los perjuicios morales y
patrimoniales al Estado, ocasionado por la gran corrupción, aunque esta haya
sido multicolor no prevista en los pactos de avanzada.-