Ir al contenido principal

La competencia y la corrupción

Según la norma constitucional, no se puede o no se debe, sufragar competencia alguna entre los poderes, o las instituciones, establecidas para cumplir con objetivos específicamente fijados, de antemano en la Carta Magna. Es lo que se denomina “rango constitucional”.

La gran corrupción sistémica, en los tres poderes del Estado, considera a éstos como el mejor caldo de cultivo para implantar la ignorancia. Pero para que pueda perfeccionarse la misma deben configurarse un objeto, un sujeto y una norma, que pueda lograr que el espíritu mismo de la Constitución se vea adrede alterado y tergiversado, por la supuesta “emergencia” o “coyuntura”, a través de una ley de rango inferior. De más está decir, que la ignorancia, es propicia, necesariamente cuando se tiene una clase política debilitada, desvirtuada y venal.


Esta realidad, según la TGC, no constituye una simple opinión subjetiva, como la que se acostumbra, es un conocimiento objetivo, jurídicamente comprobable, y que por lo tanto, debe llegar a los responsables de tamaño atentado legal, según su grado de competencia, tal como la propia Ley fundamental de la República ya lo prevé, pero que hasta hoy no se aplica, por el supuesto; “compañerismo” político y el desconocimiento sobre la implicancia jurídica de la corrupción sistémica.

La corrupción sistémica o “intraley, por ende, no es fácil de penalizar, ya que los poderes, a través de sus representantes se coadyuvan para buscar la impunidad en los hechos, actos o prácticas de corrupción. Al final, lo único que la gente puede ver y entender es la injusticia, que deriva de ella, directamente sobre su vida diaria, al no sentirse representado por nadie en el poder público, ya que ninguna autoridad tiene la costumbre, que es obligación, de investigar de oficio los atropellos al erario, así como buscar la verdad; para que se sostenga una vida de respeto y armonía, entre gobernantes y gobernados, en un Estado de derecho democrático.

Por eso, debemos seguir bregando por una democracia más participativa, con justicia social sin ignorancia, al servicio del bien común, respetando los bienes que son del mismo Estado y que deben estar al servicio de todos los habitantes sin exclusión. Eso es curación social.

Entradas más populares de este blog

La otra cara

Una parroquiana de Ciudad del Este me dice: “¿Usted vio la otra cara en los tratos políticos a la gente?” Según la TGC , la ignorancia de la le y siempre da injusticia. Esta claridad hasta hoy le cuesta a la gente comprender: que a todo poder lo divide la ignorancia de la ley , que al no cumplir los encargados de las instituciones, con equidad, caen en injusticia social, cuyo poder hace accionar en la política, a la corrupción sistémica en perjuicio de todo el país. Esto no puede solucionarse inmediatamente, ya sea por la imposibilidad económica , humana o administrativa, dando opiniones muy tristes para una democracia social de derecho. “¡Pero cuántas carpas y teatros hay en Alto Paraná ! ¿Para terminar dejando a la gente bajo la lluvia…?” Indudablemente, usted, señora, tiene toda la razón del mundo. Pero eso cuesta plata. Tal vez, en los presupuestos no fue fijado el día de lluvia e inestabilidad, en pleno invierno nacional. “Aquí está la industria más grande de hidroeléctrica

La verdadera democracia

¿En qué consiste finalmente la democracia? ¿Es acaso el gobierno de la mayoría? ¿Es la participación de más en el gobierno, en las decisiones públicas? ¿Se centra en la división de poderes? ¿Consiste en la representación popular? La democracia no es sino una combinación de sistemas de gobierno; de los puramente autocráticos, sectarios o elitistas, con los de tipo "asambleario" o republicanos. Es por ello que con su simple denominación o definición, no podrá observarse qué fórmula democrática en realidad aplica un país.

La chicanería y la corrupción

Qué es y cómo se manifiesta Cuando la corrupción sistémica es la que manda en un país, la chicanería hace gala de legalidad . Latino América conoce y vive, en cada interpretación , a través de sus encargados de administrar justicia , la cara de la injusticia . Aquí en Paraguay : La chicanería es sinónimo de inteligencia , ya que los agentes del poder judicial , casi siempre no ven y permiten su uso a la sombra de la ignorancia , que es elemento de toda gran corrupción . Llegando incluso, por el sistema, a la inimputabilidad de los responsables de los varios perjuicios económicos al Estado. Corrupción sistémica Debo aclarar que la característica , según la TGC , de la corrupción intra ley es precisamente la invisibilidad , la obscuridad en sistema. En contrapartida a la pequeña corrupción, la contra ley , que es de fácil visibilidad, dentro de la sociedad; por eso llamada corrupción subjetiva o particular. Aclaro este punto, ya que los encargados “an