El horizonte de la desigualdad entre los países,
convierte a la civilización en un camuflaje; que no permite a sus habitantes
saber su realidad, por la ocultación impuesta, a fuerza de la corrupción
sistémica.
Según la TGC, sin doctrina es difícil mantener
unidos, los intereses en bien de todos.
Nuestro
país, ha vivido, desde la Colonia, este flagelo llamado corrupción sistémica;
soportando estoicamente y en silencio, las consecuencias que conllevan, para
toda sociedad, confundir e idiotizar a los idealistas, en busca de un verdadero
progreso.
Este
camuflaje, injertado a través de la política,
en un país sin doctrina, trastorna al ciudadano; sin permitirle determinar el
camino, para defender su identidad. Lo vuelve excluyente ante los vecinos,
llevando un vacío de la razón, para entender la verdadera democracia.
Hay
una gran promoción, a cada instante, por parte de los administradores del
poder, a fin de disfrazar la realidad del país: ya sea sobre la salud, la
educación o la seguridad; tratan de justificar con denuncias de corrupción, el
acomodo y la politiquería que favorece a los amigos, en los cargos públicos.
El
accionar del pueblo, al ejercer la libertad de acción y de ideas, va logrando
la responsabilidad social de los compatriotas; para colaborar, exigiendo a los
representantes en todos los poderes del Estado, a que cumplan con sus deberes
constitucionales, en la función Estatal.
Las
promesas incumplidas, de a poco, van apareciendo en el horizonte nacional.
Evidentemente, más de algún “futbolero” dirigente, mayoría de oficio en la
palestra democrática, se está dando cuenta que los tiempos han cambiado; que no
son iguales, las reglas del fútbol y las normas del derecho. Peor aún, las del
derecho público.
La
salud se ha deteriorado y encarecido; los servicios de primera necesidad, cada
día, suben, con la excusa de que habrá reajuste del salario mínimo.
En
contrapartida, no fue alzado, por ejemplo, el precio del gasoil para los agro
exportadores; tal vez, por miedo al “tractorazo”.
El
sistema ecológico, cada día, más desprotegido. Los causes hídricos, sitiados
por plantaciones. Algunos ríos ya se van secando, en la Región Oriental.
Ahora,
los mismos partidarios, van camuflando, en desmedro de sus propios
correligionarios; destinando sumas siderales, a favor de unos pocos. Dinero del
IPS y de otras instituciones públicas, en perjuicio de los trabajadores. Todo,
al amparo de la corrupción, como sistema e ideología política recalcitrante.
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