Si
la corrupción es una hecho, una práctica o un acto común en nuestro país: La dignidad de este pueblo será, tal vez,
demostrar la verdad de que la corrupción es un principio de ciencia, que nace
con el mundo mismo, participando de sus progresos y fracasos.
Según
la TGC, sin democracia verdadera jamás se podrá disminuir este flagelo social.
Como contrapartida de la dignidad, la corrupción sistémica siempre consigue
entrar, a cualquier institución del poder. Sin importar la exhortación ética a
favor del Estado. Diciendo y pidiendo la absoluta transparencia a los
funcionarios públicos, pero sin otorgar la debida protección a los funcionarios
públicos, que pretendan cumplir a cabalidad semejante tarea.
El
resultado, ante tal proceder, siempre es el reemplazo inmediato; por no
colaborar con la corrupción sistémica y sus politiqueros de turno.
Nuestros
tribunales tienen abundantes casos, de hechos y actos de corrupción,
denunciados por la Procuraduría, pero que hasta hoy siguen esperando avances
sustanciales en las investigaciones y juzgamientos; a fin de conseguir reparar
al menos en parte los perjuicios al erario.
Muchos
de los que hoy están involucrados, en sus discursos pasados repetían: que sus actos eran transparentes y
confiables a favor del pueblo.
Gracias
a la democracia y ayudados por el cuarto poder, la gente va conociendo la
realidad de la política y de la función pública.
Porque
los politiqueros fácilmente confunden dignidad del trabajador organizado, con
las de un empleado, al servicio del capataz de estancia, sin otro mérito que
obediencia y lealtad.
Hay
mucho que mejorar en el campo del derecho laboral, para hacer cumplir los
principios constitucionales según el Estado de Derecho; pero tanto trabajadores
como dirigentes, deben tratar de luchar contra la corrupción sistémica. Para
demostrar que verdaderamente se lucha por la dignidad de los más necesitados, y
no un simple oportunismo de tajada política.
Solo
así la democracia seguirá creciendo y enseñando a nuestros niños y jóvenes, a
fin de sostenerla y mejorarla, contra la ignorancia en la ocultación de los
poderes cuyos tentáculos hacen perder toda dignidad a los ciudadanos.
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