Me
decía un parroquiano, allá cerca del Río Paraná: “Aquí estamos todos contaminados. Mire la soja, por poco llega hasta la
escuela”
Según
la TGC, la falta de coherencia en el poder, convierte a su ejercicio en
ignorancia, por la ocultación estructural. Lo que significa, en pocas palabras,
usar el cargo como un simple observador mudo; entregado a las organizaciones
fácticas de un país.
Es
cierto que se habló mucho desde el gobierno, “que serán respetados los pobladores; con vallas perimetrales y una
distancia de las casas mínima de cien metros”. Se pudo ver recientemente,
mediante las cámaras de televisión, que
en la práctica ésta normativa no se ha cumplido en absoluto. Los que deben
controlar, como representantes de las instituciones del Estado, simplemente no
existen; y si aparecen, es para actuar de perifoneros
de los brasiguayos con poder, y su
interpretación de “nosotros tenemos la
autorización de la SEAM”.
La
contaminación afecta a los niños, campesinos y aborígenes, es una consecuencia
de la corrupción sistémica. El nivel de daño ambiental y social, se está
convirtiendo en un nuevo “record” del actual gobierno; junto con la
macroeconomía. Mientras el pueblo está más pobre y abandonado que siempre, por
la incoherencia y la ignorancia.
IPS
sigue pagando honorarios y cursillos a los amigos a favor de los avivados,
total, el trabajador está obligado a pagar y callar. Encima la liquidación de
sueldos y aportes, se realiza como si fueran jornaleros y no mensualeros.
Pero,
tal vez después de esta huelga los trabajadores miren un poco más su sueldo y
los descuentos de los bancos, a nombre del servicio que supuestamente prestan;
todo a costilla de los obreros del país.
La
democracia social está totalmente contaminada en el país, se necesita
urgentemente, una lucha más real y clara contra la corrupción: mal número uno
del país, cuyas consecuencias a través de la ocultación del poder son: falta de
trabajo, inseguridad y sobre todo, injusticia.
La
justicia es lo que permitirá que cada paraguayo pueda distinguir la claridad,
la libertad y la virtud, principios y valores de todo buen ciudadano al
servicio de un país libre y soberano.
Comentarios
Publicar un comentario